𝘐𝘕𝘚𝘛𝘈𝘎𝘙𝘈𝘔 (+18 ) //𝘊𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘚𝘢𝘪𝘯𝘻

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[Invitación]

Emilia se quedó unos momentos mirando su reflejo en el espejo. Se arregló el cabello y se aseguró de que su maquillaje estuviera intacto. Respiró profundamente varias veces, tratando de calmarse antes de salir de su habitación. Bajó al vestíbulo y salió del hotel, sintiendo la brisa fresca de la noche mientras caminaba hacia el puerto.

El puerto de Mónaco estaba tranquilo, con pocas personas paseando a esas horas. Las luces de los yates brillaban en el agua, creando un ambiente sereno y casi mágico. Emilia llegó a la heladería y vio a Carlos sentado en una mesa en la terraza, mirando el mar.

Carlos se levantó al verla y su rostro se iluminó con una sonrisa nerviosa. Emilia se acercó y ambos se saludaron con un abrazo breve pero cargado de emociones.

—Gracias por venir, Emilia —dijo Carlos, apartando una silla para ella.

—No podía evitarlo, Necesitaba aclarar todo esto —respondió Emilia, tomando asiento.

Carlos asintió y se sentó frente a ella, sus ojos oscuros reflejaban sinceridad y una pizca de ansiedad. Emilia lo observaba atentamente, sintiendo una mezcla de emociones que amenazaban con desbordarse en cualquier momento.

—Primero que nada, quiero pedirte perdón por todo el dolor que pude haberte causado —comenzó Carlos, su voz firme pero cargada de remordimiento. Sus manos jugaban nerviosamente con una servilleta sobre la mesa—. Nunca fue mi intención lastimarte. Terminé con Rebecca porque ya no había nada entre nosotros. Desde el principio, lo que sentí por ti fue real.

Emilia sintió un nudo en la garganta mientras escuchaba sus palabras. Había estado preguntándose qué había sido real entre ellos y qué había sido una ilusión. Ahora, enfrentándose a Carlos, luchaba por encontrar la claridad en medio de sus propios sentimientos confusos.

—Carlos, pero no puedes simplemente borrar todo lo que pasó —dijo finalmente, su voz apenas un susurro. Levantó la mirada hacia él, encontrando sus ojos aún fijos en los suyos—Me hiciste creer que había algo serio entre nosotros. ¿Cómo puedo confiar de nuevo?, había fotos de ustedes juntos cuando me fui, hasta estuvieron en una entrevista.

Carlos bajó la mirada por un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas. Respiró profundamente antes de responder, cada palabra pesando en el aire tenso entre ellos.

Carlos tomó una respiración profunda, sintiendo el peso de sus acciones pasadas.—Lo sé, Emilia. Comprendo que te sientas así y no es que este tratado de borrar mi pasado o todo lo que sucedió.... Las fotos fueron en un partido de tenis que debíamos asistir por obligación ambos, la entrevista... Fue un error, me dijeron que debía aparentar estar bien con ella mientras veían que podrían decirle a la prensa cuando se entere que habíamos cortado, y yo acepte me dejé llevar por la situación sin pensar en las consecuencias para ti —respondió, su tono sincero y cargado de arrepentimiento.

Emilia lo escuchaba con atención, procesando cada palabra mientras luchaba por encontrar una forma de lidiar con la mezcla de emociones que sentía, se encontró luchando contra una oleada de emociones encontradas. Por un lado, quería creer en él. Había algo en la forma en que hablaba, en la intensidad de su mirada, que le hacía desear que las cosas pudieran ser simples otra vez. Pero por otro lado, sentía que algo no estaba bien, tal vez por el dolor de pensar que alguna vez la engañaron y jugaron con ella,¿debería confiar?.

—Entonces, ¿ya se acabo?...¿No fui el cuerno? —preguntó Emilia, su voz temblando ligeramente mientras buscaba respuestas que pudieran ayudarla a entender mejor la situación.