𝘐𝘕𝘚𝘛𝘈𝘎𝘙𝘈𝘔 (+18 ) //𝘊𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘚𝘢𝘪𝘯𝘻

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[ Fantasía]

Emilia

Ese video me había dejado sin palabras. No es como si todos los días te llegara un mensaje por error de tu celebrity crush, y más si es amigo de tu mejor amigo. La situación había sido tan surrealista que apenas podía creer que estuviera sucediendo.

No podía negar que pasaba horas viendo videos de él en TikTok cada que salían en "for you page" Cada movimiento suyo, cada gesto, parecía ser meticulosamente pensado para ser perfecto, creando una obra maestra de masculinidad y gracia. Su cuerpo trabajado como si fuera esculpido por los dioses, emanaba una atracción magnética que dejaba a cualquiera sin aliento. Y cuando hablaba, sus palabras fluían de sus perfectos labios de una manera que me envolvía completamente, como si cada frase mezclada con su acento español fuera una melodía diseñada para embobarte y caer rendido a sus pies.

 Ese día quedé atónita ante lo que mis ojos veían, me dejó sin aliento. Era Carlos, sudado y con una luz tenue que resaltaba cada músculo de su trabajado torso, preparándose para darse una ducha, el video continuaba y se veía cómo él se deshacía del resto de su camiseta y bajaba la mano hacia su bóxer bajándolo levemente dejando que mi imaginación vuele. El video terminó abruptamente dejándome con miles de dudas y con el corazón latiendo a mil por hora.¡Oh Dios mío! , luego de una hora de visualizar el video un par de veces mas solo por necesidades educativas le respondí sin más, total ¿Que podría salir mal?...

...

La noche había sido una locura, casi no recuerdo cómo es que termine en la azotea del club con Carlos, aquel piloto que siempre llamó mi atención, era algo mucho más allá de lo físico lo que me cautivo . Todo esto desde que lo había visto competir por primera vez, había algo en su manera de conducir, en su mirada fija en el horizonte mientras desafiaba sus los límites con la velocidad de su monoplaza, me hipnotizaba por completo. Era como si cada curva fuera un desafío que enfrentaba con una tremenda determinación, había una chispa en sus ojos y una sonrisa genuina que transmitía una mezcla irresistible de seguridad y orgullo.

Lo irónico de la situación era que había llegado con el idiota de Norris a Japón hace unos dias, y si, ese niño idiota a quien consideraba un amigo, hasta ese momento, pero su actitud había dejado en claro que tal vez esa amistad no era tan sólida como lo había pensado toda mi vida, "ya se las vería conmigo, idiota, se dice ser mi amigo y me abandona por una chica." Pense para mi riendo ya que no era la primera vez que pasaba, pero después de todo, ¿qué son las amistades sin un poco de drama absurdo de vez en cuando? Habíamos viajado juntos ya que me había invitado para pasar mi cumpleaños con él, como en los otros años. "¡Qué mejor regalo de cumpleaños que ser abandonada en un país extranjero por tu mejor amigo en busca de romance!"

Pero todo dio un gran vuelco, me encontraba sumida en mis pensamientos luego de haberme apartado de Carlos para mantener la compostura. No es como que le iba a hacer unos cariñitos en el auto del pobre taxista, "¿o si?" Mi debate mental fue bruscamente interrumpido por una mano traviesa que comenzaba a ascender en una de mis piernas. Mi corazón dio un vuelco mientras miraba hacia abajo y luego en dirección a mi acompañante, encontrándome con la mirada traviesa de Carlos. 

—Carlos...

—Tu empezaste, preciosa

Sin previo aviso metió dos dedos en mí, lo que provocó que arqueara mi espalda ahogando un gemido. Sentí la visión nublada, estaba demasiado entorpecida por el placer de ese momento, lo mire enojada cuando retiró sus dedos de mí, y los acercó a su boca.

—Oye no, ¿que estas haciendo? —negué mientras trataba de alejar sus dedos de su boca.

—Silencio— Respondió firme.