[ Familia]
Un par de horas después, el silencio en la habitación fue interrumpido por el suave pero apresurado sonido de pasos acercándose. Emilia, que había estado medio dormida junto a la cama de Carlos, levantó la cabeza, alertada por el ruido. La puerta se abrió de golpe, y una joven mujer, claramente angustiada, entró en la habitación.
—¡Hermanito! —exclamó, corriendo hacia la cama de Carlos— ¡Qué bueno que estás bien!
Carlos, aún débil pero consciente, abrió los ojos al oír la voz familiar. Una sonrisa cansada apareció en su rostro al ver a su hermana.
—Blanca... —murmuró, su voz ronca pero llena de cariño.
Blanca se arrodilló junto a la cama, tomando la mano libre de Carlos con fuerza. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero también había un brillo de alivio en ellos.
—Eres un idiota, ¿lo sabes? —le dijo en tono de reproche, aunque su voz temblaba por la emoción—. Nos has dado un susto de muerte. ¿Qué estabas pensando?
Carlos intentó responder, pero antes de que pudiera hacerlo, Blanca lo abrazó con fuerza, como si quisiera asegurarse de que realmente estaba allí, a salvo.
Emilia, que había observado la escena en silencio, se sintió un poco incómoda al ser testigo de un momento tan íntimo entre hermanos. Se levantó lentamente, pensando en darles algo de privacidad, pero Blanca la notó y rápidamente se puso de pie, dirigiéndose hacia ella.
—Disculpa, tú debes ser Emilia —dijo Blanca, extendiendo la mano—. He oído mucho sobre ti. Gracias por estar aquí con él. De verdad, no sé qué habría hecho sin tu ayuda.
Emilia tomó la mano de Blanca, sintiendo la calidez y la gratitud en su apretón. Aunque la situación era difícil, había algo reconfortante en conocer a la hermana de Carlos..
—Es un placer conocerte, Blanca —respondió Emilia con una sonrisa suave—. Aunque, ojalá fuera en otras circunstancias.
Blanca soltó una risa nerviosa, asintiendo con la cabeza.—Sí, definitivamente preferiría conocerte en una situación menos estresante —admitió, mirando a su hermano con una mezcla de alivio y preocupación—. Pero, dadas las circunstancias, me alegra que hayas estado aquí para él idiota de mi hermano. Carlos puede ser un poco terco a veces... Bueno, la mayoría de las veces, pero lo bueno es que se ve bien.
Blanca, todavía sosteniendo la mano de su hermano, suspiró profundamente, tratando de calmar sus nervios.—Menos mal que solo fue un desmayo por el cansancio —dijo, su tono mostrando una mezcla de alivio y reprimenda—. Estás agotado, Carlos. No deberias sobre exigirte.
Carlos asintió levemente, sintiendo el peso de su cuerpo aún cansado, pero el alivio en los ojos de su hermana lo hizo sentirse un poco mejor. Blanca, sin soltarlo, se volvió hacia Emilia, quien observaba la escena con una expresión calmada.—De verdad, Emilia, gracias por estar aquí. Pero... —dijo, su voz bajando un poco— ¿Cómo está Lando?, ¿Supiste algo?
Emilia sintió un nudo en el estómago al escuchar la pregunta. Asintió lentamente, sabiendo que la preocupación ahora debía centrarse en otro lugar.—Lando está en una situación complicada, aun no despierta de su cirugía —respondió con sinceridad—.Las cosas no se ven fáciles, pero estamos esperando cualquier noticia. Aquí, quien realmente necesita nuestras oraciones y apoyo es él.
Blanca apretó los labios, sintiendo la gravedad de la situación. Soltó suavemente la mano de Carlos y se dirigió a Emilia, poniéndole una mano en el hombro.
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𝘐𝘕𝘚𝘛𝘈𝘎𝘙𝘈𝘔 (+18 ) //𝘊𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘚𝘢𝘪𝘯𝘻
FanfictionDonde Carlos envía unas imágenes provocadoras por error a una desconocida y todo en su vida cambia.