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[Tensión]

La tensión en el grupo era palpable mientras intercambiaban saludos incómodos. Emilia se sentía atrapada en una situación que no podía controlar, Observó cómo su padre conversaba animadamente con otros invitados a lo lejos, ajeno al conflicto que se desarrollaba cerca cuando se le ocurrió algo brillante a su parecer.

"¿Novia?, oh claro que le seguiría la corriente, solo esperaria a que lando me siguiera también."

—Chicos...—hablo mirando a ambos—Linda..—se giró a rebecca con una sonrisa falsa— Debo dejarlos, esto esta por empezar y debo ver a la novia, ya nos presentaremos pronto, nos vemos al rato, disfruten mucho

—Nos vemos, preciosa—hablo lando para atraerla a el y besarle la mejilla dejando a carlos perplejo—Algo no anda bien, hablamos luego— le susurro para sonreírle y dejarla ir.

Emilia se sintió aliviada al alejarse del grupo tenso, pero ¿a caso lando lo había notado?. Caminó hacia donde Adriana, estaba siendo atendida por las últimas preparaciones antes de la ceremonia, ella la recibió con un abrazo cálido.

—Emilia, cariño, qué alegría verte. ¿Cómo estás? —preguntó Adriana con afecto genuino.

—Estoy bien,tranquila... Todo afuera está hermoso 

—si que lo está, pero ¿Estás segura, cariño? Pareces un poco distraída.

Emilia forzó una sonrisa tranquilizadora.—Sí, estoy bien. Solo un poco de nervios por la boda es todo, Oye, papá se veía guapo al igual que tu— hablo emilia tratando de cambiar el tema

Adriana soltó una risa suave, agradecida por el cumplido. — Tu padre ha estado tan emocionado por este día. Es realmente especial tenerlos aquí con nosotros.

—Para mí también es especial estar aquí —respondió Emilia, su voz apenas temblorosa mientras luchaba por mantener la calma.

La tensión de la situación anterior aún pesaba sobre ella, pero el cálido ambiente entre Adriana y su padre le ofrecía un respiro momentáneo. Observó a Adriana mientras terminaba de prepararse, admirando su serenidad y belleza. Intentó concentrarse en la felicidad de la ocasión, dejando de lado los pensamientos turbios que la habían estado persiguiendo.

Emilia, cariño, ¿puedes ayudarme con este broche? —pidió Adriana, girándose ligeramente para mostrarle el adorno en su cabello.

Emilia se acercó y ajustó el broche con cuidado, agradecida por la distracción. —Listo, se ve perfecto.

—Gracias, querida. Sabes, estoy realmente feliz de poder ser parte de esta familia oficialmente—dijo Adriana con sinceridad, tomándole las manos.

Emilia sintió una punzada de emoción ante las palabras de Adriana. —Yo también estoy feliz de que tú seas parte de ella, aunque siempre lo fuiste, desde el inicio.

Adriana la abrazó una vez más, esta vez con más fuerza, como si entendiera la turbulencia emocional que Emilia estaba tratando de ocultar.—Vamos, es hora de que me prepare para caminar hacia el altar —dijo con una sonrisa emocionada.

Emilia asintió, sintiendo una renovada determinación de disfrutar del momento y apoyar a su padre y a Adriana en este día tan importante. Mientras salía del cuarto para permitirle sus últimos momentos de privacidad, se preparó mentalmente para enfrentar el resto de la ceremonia.

Antes de salir, Adriana la detuvo suavemente. —Emilia, antes de que te vayas, quería decirte algo. —La miró con seriedad, aunque su expresión seguía siendo cálida. —Sé que has estado pasando por mucho últimamente. Tu padre me ha contado un poco sobre "un chico", pero se de quien se trata, ya lo hemos hablado. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, como una especie de amiga, no solo como la futura esposa de tu padre. Si alguna vez necesitas hablar, o simplemente necesitas un lugar donde sentirte segura, siempre tendrás mi apoyo, espero lo recuerdes

𝘐𝘕𝘚𝘛𝘈𝘎𝘙𝘈𝘔 (+18 ) //𝘊𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘚𝘢𝘪𝘯𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora