CAPÍTULO 18: V DE VICTORIA, LOS DIOSES DE UN NUEVO MUNDO AGRADECIDO

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David y yo, estábamos listos, Nayara, dio la señal de que estábamos transmitiendo, Adam, él había hackeado la señal, para dar este comunicado a nivel mundial.

-El mundo, el mundo está lleno de manzanas podridas y gente miserable, esto es un llamado, un llamado de parte de un grupo, nos hacemos llamar “las dos caras de una misma carta” buscamos a los supervivientes de las masacres orquestadas por Iñigo Parra Aguilar y sus hombres, si os unís a nosotros, os daremos, poder, protección y fuerza. — dijo David.

-Esto, será peligroso, caeremos muchos, pero, si os unís, o estáis dispuestos, cortadle la cabeza al pollo y este, morirá, si atacamos en grupo a los altos mandos del poder, podremos ser libres. — añadió Raquel.

-Aquellos que están en el poder, son corruptos y gente que se acercó a la verdad, como el caso de Elvira Palacios Jurado, madre de dos gemelas, ella fue silenciada, silenciada a manos de su pareja, el difunto Íñigo Parra Aguilar. — dije llena de ira.

Lo de mi madre, fue un sacrificio, y me dolía, pero, ahora, ahora podríamos cambiar el curso de la historia.

El mensaje ya estaba dado, ahora la gente ya sabía la verdad, me dispuse a hablar con mi amiga Nayara, antes de que pudiese decir nada, los oídos me pitaron y todo se puso negro.

Un camino de neblina me guiaba, lo seguí, y eso me llevo a reunirme con mi madre y ella me habló.

-Gracias, gracias hija mía por haberme ayudado, ahora podré descansar en paz, sabiendo que la paz volverá a reinar, espero que el pozo más hondo, oscuro y ardiente del infierno, torture a tu padre y dile a tu hermano, que os acompañare siempre.

-Vale mamá. — dije abrazándome al fantasma de su recuerdo y despidiéndome de ella.

Seguido de eso, volví en mí despertando de aquel sueño.

-¿Hermana, estas bien? — dijo mi hermano preocupado, mientras, yo me incorporaba y volvía en mí.

-Si, pero ¿Qué me ha pasado? Me duele mucho la cabeza, había tenido una alucinación donde he visto a mamá, me ha dicho que nos acompañará siempre a lo largo de este camino.

-Bueno no sabemos exactamente lo que ha pasado, solo te has desmayado y te has caído brutalmente en seco contra el suelo, Nayara, te ha tumbado en la cama. —dijo mi hermano Adam.

-Bueno, lo importante es que ya estoy de vuelta, por cierto ¿cuánto tiempo he estado así? —dije por curiosidad.

-Aproximadamente veinte minutos. —me aclaró Raquel.

Ahora, ya nada nos iba a detener, todos los recuerdos de mi mente que yacían dormidos, habían sido desbloqueados permanentemente, y el saber que mi hermana no estaba muerta y también contar con el apoyo de mis amigos, me daba fuerzas para saber que podríamos convertirnos en los dioses del nuevo mundo.

Aún así, recapacitando,  me juré a mí misma, que no me iba a convertir en aquello que juré destruir, nuestro objetivo no era ser los dioses del Nuevo mundo y acabar como mi padre corrupto y creyéndose superior.

No, en su lugar solo queríamos erradicar todas las impurezas e injusticias de este mundo podrido para que luego la gente de buen corazón llevase el mundo hacia algo mejor. No queríamos entrar en los libros de historia como los villanos del mundo, sino más bien como una especie de antihéroes.

Algo en mi interior me estaba gritando, que esto acabaría muy mal, como en aquel anime que vi sobre un cuaderno sobre natural con el que el protagonista quería convertirse en un Dios del Nuevo mundo erradicando toda la criminalidad de la faz de la tierra.

De cualquier manera, ya era demasiado tarde para echarse atrás, el cielo nocturno adornado por las estrellas y la luna de sangre en lo alto de la noche, eran los únicos testigos del combate que estaba por venir.

Todos reunidos, el frío nos abrazaba, el viento aullaba, Lina, ella llamaría a Christian, bajo una identidad falsa para que viniese a Vitoria, donde allí al no tener refuerzos sería su final, y ahora en mi mente solo tenía mil y una maneras de cómo quería acabar con él.

Sin duda la que más me gustaba era la idea de convertirlo en una bomba con patas, le haría tragarse una bomba a control remoto de un solo puñetazo y lo reuniría con los funcionarios del gobierno en el ayuntamiento así acabando con dos pájaros de un tiro y sin dejar testigos.

Soy consciente de que soy algo sádica en cuanto a las ejecuciones, pero soy de esas personas a las que les gusta ver el mundo arder cuando se trata de un bien mayor. 

Lina, llamó a un contacto suyo, para que el, nos facilitase el contacto de Christian, para así, dar comienzo al inicio del fin.

Christian, el, sabrá de una vez por todas, que jamás debió haberse aliado con mi padre, mi corazón, había dejado de latir desde la muerte de mi madre, hace 12 años y ahora, volvía a hacerlo, sí, pero endurecido por el odio e impulsado por mi sed de justicia y venganza.

El momento, había llegado, Lina, obtuvo el número, y llamando con numero oculto y con un modulador de voz bajo una identidad falsa, Lina, con la excusa de quererle comprar cocaína, lo llamó, la tensión, estaba palpable en el ambiente, y nuestros corazones, como un subidón y al borde de la explosión, el tiempo, parecía haberse ralentizado lentamente hasta detenerse por completo.

Tras unos minutos de tensión e indecisión, Lina, llamó decidida, usando un modulador de voz para cambiar su voz y que Christian no la descubriese, al cabo de unos segundos, Christian, contestó desde el otro lado.

-¿Hola? — dijo Lina siguiendo el plan.

-Hola ¿quién eres y que quieres? — preguntó Christian.

-Me llamo Lorena, Lorena Santa Rosa, y le llamo porque necesito cierto producto que usted distribuye, para unos asuntos personales, se comenta que su mercancía es de la mejor y llamo por recomendación de un cliente suyo. —dijo Lina siguiendo el papel tal y como estaba previsto.

-Así es, pero dime ¿Más o menos para cuando la necesitas y dónde podemos hacer la entrega? —dijo Christian.

- Si puede ser para el mes que viene a mediados, sería bueno, más o menos entre el quince y el veinte, sobre el lugar pues quizá en la Plaza de la Virgen Blanca, Vitoria.  Nos veremos en solitario en una cafetería cercana, ya te daré más instrucciones sobre cómo iré vestida cuando se acerque el momento.

-Entiendo, nos iremos coordinando, pero de momento hasta pronto. —dijo Christian para luego colgar.






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