CAPITULO 20: L DE LOCURA, LAS LAGRIMAS DE CERA DE LA DAMA CARMESÍ

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- ¡Serás miserable! ¡Más de 20 años, más de 20 jodidos años sin saber de ti, valiente hijo de puta! Mataste a mi padre, también a mi madre y me dejaste a mi suerte en las calles de Moscú, Rusia, fui adoptada por una familia de Madrid, y ganándome la vida como prostituta y sugar mommy de quién hoy es mi pareja, y ahora tienes los cojones de llamar! ¡Largo de mi vida hijo de puta, ojalá y te pudras en el infierno! - dije colgando el teléfono a mi tío y rompiendo en llanto.


- ¿Estas bien mi amor? - me preguntó Adam, mientras se acercaba a abrazarme.



Sus brazos me envolvieron, su calor, derritió mi congelado corazón y aquel beso en el cuello, desmonto mi rabia y mi dolor, reconstruyendo mi calma. Mi corazón y mi mente, ahora envenenados de rabia, solo podían pensar en el castigo más cruel para mi tío.



Finalmente, optaría por volver a mis raíces escandinavas, y ejecutarlo, mediante la tortura conocida como "el águila de sangre", cuando se lo dije a los demás, ellos me apoyaron y Lina, ella me dijo que tenía un cuchillo especial, que quería que yo usase para esta ocasión, que me lo entregaría cuando llegase el momento.



- Perdón por mi ignorancia, pero ¿en qué consiste el águila de sangre? -preguntó David.


- El águila de sangre, se ejecutaba, dejando a un preso, con los brazos en cruz, abriendo a la víctima desde la columna vertebral, cortando y abriendo las costillas de forma que parecían alas manchadas de sangre, y sacando los pulmones hacia afuera, así completando la figura de un águila con alas abiertas. La herida abierta se cubría con sal. - le contesté a David.


- Ahora, no sé si fue buena idea almorzar, me has revuelto las tripas. - dijo David a punto de vomitar.



- Raquel se el odio que sientes, y créeme, una vez acabas con aquella persona que te hirió, ni los que se fueron por su culpa volverán ni cambiará el mundo, solo te sentirás vacía sin motivaciones. - dijo Eclipsia apoyándome la mano en el hombro.



- Lo sé, créeme que soy consciente, pero en los pocos recuerdos felices que tenía con mi tío, se han ido. -dije suspirando lentamente y jugando con la mirada desviándola hacia la pared y cruzándome de brazos.



- ¿Por qué tanto odio? Es tu único familiar vivo, y si acabas con el acabarás con todo. -dijo Nayara.



- Eso es falso, mi familia ahora sois vosotros, prefiero erradicar el problema de raíz a dejar un pequeño rastro y que se infecte, ya os tengo a vosotros y con eso ya me vale. -dije con frialdad y seriedad de manera cortante mientras miraba a Adam directo a los ojos.



- Entiendo tu punto de vista, pero si lo matas, te convertirás en aquello que juramos destruir, además los antihéroes solo matan en casos extremos y no por venganza- añadió David.



- David, querido ahí te tengo que quitar la razón, algunos antihéroes matan por venganza mientras hacen lo correcto, y la verdad que tanto Raquel como yo, tenemos razones para querer matarlo, yo perdí a toda mi familia a manos de su tío, y Raquel ha perdido todo incluyendo la seguridad en sí misma después de volver a hablar con alguien que la abandonó y dejó huérfana. -dijo Lina mientras me abrazaba.



- Raquel, como psicóloga del grupo y por haber tratado casos como el de nuestra amiga Maryan, bajo mi experiencia solo te puedo decir que sigas a tu corazón, que hagas lo que hagas siempre estaremos contigo para apoyarte. -dijo Nayara abrazándome.



- Gracias por todo chicos, me siento agradecida por el hecho de que me habéis acompañado en esta aventura para ayudar a nuestra amiga y también me habéis ayudado a explorarme emocionalmente y romper mi cáscara de inseguridades, os quiero muchísimo. -dije fundiéndome con todos los chicos en un abrazo grupal mientras mis ojos derramaban lágrimas incontrolablemente mientras rompía en llanto.



- Tranquila cariño, aquí nos tendrás a todos - me dijo Adam, a punto de besarme y acariciando mi cabello carmesí.



Ya había encontrado a mi verdadera familia, y me había liberado de las cadenas del engaño que me retenían. Y compartía en común, muchas cosas con ellos.



Gracias a Maryan y Adam, aprendí que el dolor, la venganza, y la aceptación, siempre van de la mano.



También, gracias a David y Lina, aprendí, que este mundo apesta a corrupción de poder, que la única opción para ser libres, sería, revelarse contra el sistema.




Cuando me quise dar cuenta, el sol, estaba saliendo, nos habíamos pasado la noche entera compartiendo nuestros sentimientos,


de repente, un golpe brutal y estruendoso, nos alertó a todos, dándonos cuenta de que Eclipsia, ella no se encontraba con nosotros.



Corriendo y asustados, fuimos al cuarto de Eclipsia, de donde provino el golpe, la puerta, estaba entreabierta, y nuestra amiga, tendida, bocarriba en el suelo, junto a un poco de sangre, que brotaba de su cabeza, aún respiraba, significando que solo la estaba inconsciente.



Al cabo de un rato, nuestra amiga comenzó a dar signos de vida,, lentamente giró la cabeza abrió los ojos y se intentó incorporar algo desorientada.



- Dios mío, mi cabeza -exclamó nuestra amiga llevándose la mano a la frente.


- ¿Que te ha pasado? -pregunte visiblemente preocupada.


- No lo sé Raquel, había ido un momento a mi habitación, empecé a notar un zumbido ensordecedor en los oídos y me caí de espaldas, la sangre me la debí hacer tras el impacto. -dijo nuestra amiga agarrándome la mano e intentando levantarse.

- ¿Raquel estás bien?-me preguntó Eclipsia.


- Sí, molesta por lo que me ha hecho mi tío y por todo lo que ya habéis oído pero sí, sin embargo lo importante ahora eres tú, no yo -dije mientras le daba un abrazo.


- Quería ir un momento a la habitación, porque tenía un regalo para mi hermano, no quería que se diese cuenta, al salir de la habitación, note el mareo y por eso oísteis el golpe y me encontrasteis así. -dijo nuestra amiga Eclipsia, así sacándonos de dudas de su situación.


- Vale eso aclara algunas cosas -dijo Nayara.

El sol, se elevaba en lo más alto, anunciando el mediodía, y el sudor, empapaban nuestro cuerpo y rostro, las horas pasaban muy lentamente, y mi mente, estaba siendo testigo de un conflicto entre la preocupación por el estado de nuestra amiga, y el sentimiento de venganza, rencor y repugnancia que sentía hacia mi tío, con el único deseo de destriparlo y acabar con su existencia.


Ahora Adam y compañía eran mi única familia, a mi tío no lo iba a contar, pues él me abandonó y me dejó a mi suerte, pero pronto yo le pagaría con la moneda de la muerte.


Nuestra amiga Eclipsia, se quedó dormida, descansando y todos nos quedamos velando por su seguridad.



LAS DOS CARAS DE UNA MISMA CARTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora