-12. Just keep breathing...

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Puedo reafirmar nuevamente que en osadía no se descansaba nunca.

Después del mega fiestón que se lanzó la noche anterior, está mañana fuimos llamados para otra "celebración".

La celebración era ayudando a los cordiales.

Se podría decir que habían más muertos en vida que sobrios entre mis compañeros y varios de esos eran Willow y Jace.

Después de qué Cuatro nos despertara, noté como Willow se escabullia detrás de él con una gran botella de agua, un muffin y sus gafas de sol.

Jace había llegado segundos antes que Cuatro en casi en las mismas condiciones.

Lo que me llamó la atención fue que segundos después de qué llegara Willow, Eric se apareció detras de Cuatro.

Extrañamente callado y tranquilo.

Sospechoso.

Pero ahora estábamos en cordialidad recogiendo los sacos y llevándolos a los camiones.

De fondo escuchaba algunas quejas y burlas, más hice oidos sordos al no ver a mis camaradas.

Luego recordé que aquí estaba el eterno amor de Jace, Clarissa. Así que posiblemente se haya escabullido para verla.

Y Willow, bueno, podría estar en cualquier lado.
Tal vez durmiendo en algún lugar, disociando con un saco, las probabilidades eran muchas.

Por mi parte seguí trabajando hasta que escuché un suave silbido.

Con curiosidad seguí aquel sonido a pesar de que aquello no era nada cuerdo.

Lo seguí y lo seguí, hasta parar detrás de todos los camiones, lugar en el que el silbido pareció desaparecer.

Antes de dar media vuelta e irme, algo me empujó hacia atrás, inmovilizadome contra el camión. Encontrándome aquellos ojos oscuros tan característicos.

—Bajaste la guardia. — dijo.

—Si bueno, no esperé encontrarte por estos lados. — dije con voz seca, eso me había tomado por sorpresa.

—Que lástima, tienes que esperar cualquier cosa y estar atenta. — me regaño entre dientes.

—¿Tengo? Tengo que morirme y aún no es mi hora, ni lo será. — le dije con molestia, todo iba tan bien y tenía que arruinarlo.

—No cambias nada, agradece que fui yo quien vino a este lugar y no... — dejo la frase en el aire, pero no era necesario terminar para saber a quien se refería.

—¿Que pasó? — pregunté dejando el tema, no era algo que me apeteciera seguir hablando. — Estás muy lejos de casa.

—Estoy arreglando unos asuntos y casualmente estás por acá. —dice vagamente mientras miraba alrededor. — Abre tus ojos Arlette, hay mas cosas y personas involucradas. Y quien menos piensas está allí.

¿Allí? ¿Allí donde?

—Hiciste bien en confiar. Cuida sus espaldas como ellos cuidan la tuya. — Me dice acariciando suavemente un rizo de mi cabello. — Recuerda que el sol no ha muerto y está despertando. No es momento de flaquear, Arlette.

—¿Como se que no estoy fallando? ¿Que voy por el camino correcto?¿Que estoy haciendo lo correcto? — pregunté con voz entrecortada.

—Por que lo sientes desde el interior, por qué está en tus huesos. Por una vez en tu vida sigue moviendote y sigue tu corazón hasta que todo explote. — dice apretando mis hombros, mientras miraba en lo profundo de mis ojos que estaban llenos de lágrimas que quería salir, pero no era momento.

¹ 𝐑𝐔𝐋𝐄𝐒 - 𝐓𝐨𝐛𝐢𝐚𝐬 𝐄𝐚𝐭𝐨𝐧/𝐅𝐨𝐮𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora