Prólogo

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6 de enero, 2013

Londres, Gran Bretaña

Helena

—¿Estás segura de esa decisión? —medio doblo la blusa y la meto a la maleta, no tengo ganas de ordenar nada, solo meto ropa que no estoy segura de que funcionen para el lugar a donde voy.

—No lo sé.

—No es la respuesta que espero oír —aprieto los labios.

Miro la maleta y me doy cuenta de que todo está en desorden, los pantalones ni siquiera están doblados, parece que estoy metiendo mi ropa en una bolsa de basura, creo que ahí estarían mejor acomodadas.

Harry Bennett es mi hermano y un tipo muy entrometido, aunque es así como lo llamo, solo se preocupa por mí y estoy feliz por tenerlo en mi vida, ha sido mi confidente y uno de los dos hombres que aprecio con toda mi vida.

Me tiembla el labio inferior y me es difícil ocultar que quiero llorar.

Más cuando lo único que he estado haciendo los últimos días es llorar.

—Mira hermanita, te amo con todo mi corazón y es por eso por lo que voy a volver a preguntártelo, no quiero que tomes una decisión precipitada, no quiero que te arrepientas después de esto.

—Tal vez... si me arrepienta, pero... tengo que hacerlo.

Me giro cuando una lágrima sale sin previo aviso, finjo que me gire para sostener dos suéteres y echarlos a la maleta.

—Mentirosa —dice y me llega a la cabeza las veces que él me llamaba de esa forma— mírame, te irás a unas horas de aquí, sabes que cuando lo hagas, papá y yo tendremos que lidiar con él.

Levanto mi rostro para ver a mi hermano y me acerco a abrazarlo, me envuelve en un abrazo que me reconforta.

Tiene razón, para cuando el regrese, yo no estaré en Londres sino en Bedford. La solicitud de la universidad me llego hace 3 días y fui aceptada para iniciar en el semestre de febrero.

Su mano sube y baja por mi espalda y comienzo a llorar como una niña pequeña, comienzo a soltar todo lo que llevo reteniendo desde hace días.

—No quiero frenarlo —digo entre sollozos—, no quiero que pierda está oportunidad, si me quedo, lo voy a detener —miento.

Lo quiero conmigo, pero después de haber visto eso y lo que me sucedió, no quiero que se quedé cerca.

—Eso no lo sabes y es una decisión de él.

—Pero tú y yo sabemos que me va a elegir, no quiero que me odie en el futuro por haberme escogido, quiero que escoja su sueño y sea... tenga lo que siempre quiso y lo que siempre soñó desde que era pequeño, me volveré una carga. Ni siquiera sé lo que quiero ser ahora —me limpio con mi manga de la sudadera— creí que iba a dedicar mi vida al futbol y veme —me separo para que vea hacia abajo—, estoy perdida, no tengo idea de que hacer o que quiero ser.

—No eres una carga —me reprende y sus manos van a limpiar mis lagrimas que resbalan en mis mejillas.

—Es como me siento. Así que, por favor, ayúdame con mi maleta, no quiero seguir aquí, no quiero estar para cuando él regrese.

Asiente y seguro de que cuando Isaac Henderson regrese a la ciudad, me detestará como a nadie en el mundo por no dejarlo decidir con lo nuestro.

Estoy dispuesta a soportar su odio, porque yo también lo odio, lo odio por lo que hizo. 

El karma de Isaac (E.C #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora