2. Suficientes encontronazos

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Chiara dirigió la mirada hacia donde el chico gritaba y entonces la vio. Una chica pelirroja apoyada en la ventana de la clase fumando que mientras apagaba su cigarro, se levantaba de la mesa donde estaba sentada y se quitó las gafas de sol que llevaba puestas. Miró fijamente a Chiara durante medio segundo que a ella le pareció una eternidad y al fin contestó.

- Álvaro, amore que tienes el horario de fondo de pantalla para algo- volvió a dirigir su mirada a Chiara- Perdona que este no sabe ni que carrera estudia, tenemos fundamentos en esta clase, ¿tú también?

- Sí, eso creo, la verdad que estoy tan perdida como tu amigo- respondió sorprendiéndose de su facilidad para formular una frase en esos momentos -soy Chiara.

- Violeta- respondió la chica con una sonrisa - Ven siéntate conmigo que si no las malas influencias de Alvarito llegarán a ti.

- Oye, pero que cabrona, ¡yo la vi primero! - dijo Álvaro cogiendo a Chiara del brazo – Ven anda que en este sitio no se nos ve tanto y podemos cotillear tranquilos.

Muy a su pesar se dejó llevar por Álvaro a su sitio y se sentó junto a él. Antes de que pudiera formular alguna palabra entró el profesor por la puerta y empezó la clase. Chiara intentó concentrarse con todas sus fuerzas, pero solo podía pensar en la chica de antes ¿cómo se puede ser tan guapa?.

- Me estoy quedando sopa, ¿nos echamos un "stop"? - Álvaro le sacó de sus pensamientos pasándole un folio y un boli.

Después de tres partidas Chiara sintió una mano en su espalda y se giró sutilmente para ver quién le llamaba. Una chica de pelo corto rizado le preguntaba si podía unirse al juego.

- Vale Bea, pregúntale a Violeta si quiere- respondió Álvaro sin dejar hablar a Chiara quien le pasó un folio en blanco.

La pelinegra vio como Bea le susurraba algo a Violeta, pero esta la mandó a callar mientras seguía cogiendo apuntes sobre lo que el profesor decía. Bea rodó los ojos y le hizo una mueca a Álvaro que se empezó a reír.

Después de un par de partidas más la clase acabó. Chiara miró su móvil y tenía varios mensajes de Ruslana avisándole que habían acabado las clases y la esperaban en la entrada del edificio. Se apresuró a recoger sus cosas y al darse la vuelta para recoger el bolso que tenía colgado en el respaldo de la silla se topó con Álvaro que tenía una botella de agua en la mano y esta acabó esparcida por todo el suelo de la clase.

- Fuck, shit, mierda! Perdóname, joder siempre me pasan estas cosas, te la relleno, es que de verdad que lo siento muchísimo....

- ¡Pero Chiara! – le gritó Álvaro entre risas – no te preocupes alma de dios, si solo es agua, lo que si tendremos que secar todo esto.

- Venga, os ayudo que así acabamos antes – dijo Violeta. Chiara ni se había dado cuenta de que la chica seguía ahí y se regañó mentalmente por haber hecho el ridículo.

Entre todos cogieron varios pañuelos y entre risas consiguieron secar el suelo. Al salir de clase se dirigieron a la entrada del edificio y ahí se encontraban Ruslana y Martin acompañados de un chico moreno de ojos verdes y una chica rubia que sonrió ampliamente y se acercó corriendo a Violeta que la recibió con los brazos abiertos.

- ¿Tanto me has echado de menos, rubia? – preguntó la pelirroja.

- Se ha sentido una eternidad, mis clases no pueden ser más aburridas, te necesito para distraerme- respondió Denna

- Uy si, Violeta es el alma de la fiesta en clase, cuando no está cogiendo apuntes está mandándonos a callar a los demás, la policía de la diversión es mi amiga aquí presente – Se reía Álvaro

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