23. Yo también

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Ambas le dan vueltas al mismo suceso, pero de maneras muy distintas.

Violeta se siente en una nube, no puede dejar de reproducir ciertas imágenes en su cabeza y sonreír pues aún puede sentir el hormigueo en el estómago y la electricidad que recorrió su cuerpo en cuanto sus labios entraron en contacto. Aún no puede creerse que fuese ella la protagonista de ese suceso.

Chiara lo vive todo de una forma distinta. Mientras la pelirroja ha podido disfrutar en primera persona del suceso, la otra chica se siente como si lo estuviese viendo en tercera persona. Sabe que su cuerpo está presente pero su mente está en otro lugar, incapaz de encontrar palabras para describir lo que siente. Sabe que debería estar feliz pues ha podido experimentar algo que pensó que nunca se iba a dar otra vez. Es curioso como la primera vez que se besó con Violeta pensó que sería la primera de muchas, aún recuerda lo mucho que le costó asumir que sería la última. Y, sin embargo, ahora que ha podido probar sus labios otra vez ya no siente que tenga que asumir nada. Empieza a pensar en cuantas veces habrá hecho cosas sin saber que era la última vez que las haría. Ahora se encuentra en una situación diferente. Ahora sabe que la de hoy será la última.

- Llegamos - dice Violeta mientras gira su cabeza para mirar a Chiara que sigue sin apartar la vista de la ventana - ¿estás bien?

- Si, perdón, me había quedado pillada - dijo Chiara mientras intentaba quitar su mano del agarre de la pelirroja.

- Kiki, ¿Quieres que hablemos de algo? - preguntó Violeta al ver la incomodidad de la menorquina.

- No, está todo bien, vamos dentro.

Las dos chicas se adentraron nuevamente en la clase donde sus amigos las recibieron algo molestos.

- La próxima vez que queráis fugaros nos lleváis, capullas - dijo Álvaro sonriendo.

- Tranquilo, no hemos hecho nada interesante tampoco - respondió Chiara seriamente tomando asiento al lado de Juanjo.

Violeta sintió una punzada en el pecho con las palabras de Chiara. Nada interesante. ¿De verdad pensaba eso o estaba intentando disimular?

Chiara se sentía fatal. Había intentado evitar mirar la cara de la pelirroja durante todo el trayecto. Sin embargo, cuando se sentó no puedo evitar ver su rostro y la decepción que este mostraba.

-¿Me vas a contar ya que habéis hecho? - preguntó Ruslana mientras entraba cerraba la puerta del piso.

En cuanto el profesor dio la clase por terminada, Chiara se levantó rápidamente de su asiento sin despedirse y fue en busca de Ruslana y Martin para emprender el camino de vuelta al piso.

- Nada, hablar - dijo Chiara no queriendo indagar en el tema.

- Ya tenía que ser una conversación interesante para haberte fumado tres horas de clase - contestó Ruslana algo molesta - ¿Te contó algo de lo de Julia?

- Solo me ha dicho que no tienen nada serio - explicó Chiara queriendo cambiar de tema - ¿A qué hora es la fiesta?

- A las 10 hemos quedado en casa de Lucas - dijo Martin.

- ¿No le piensas decir nada a tu amiga? - volvió a insistir Ruslana.

- Mi amiga, a diferencia de ti, ya es mayorcita para saber dónde le conviene o no meterse - dijo Martin haciéndole una mueca divertida a Ruslana.

- Vale, vale, ya lo he captado, perdón Kiki - dijo la ucraniana - es que toda esta situación es rarísima y solo quiero entenderla.

Yo también.

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