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─ Bururubumburu. ─ Tarareaba el pequeño omega mientras veía el campo. Harry decía que tenía total libertad de salir al pueblo, pero le gusta ver todo desde la altura de su habitación.

Podía ver a los omegas pasar, a los niños jugar y reír. Entre todos los omegas que pasaban, vio llegar el carruaje, ese que siempre traía a Harry. Sin esperar, bajó de su habitación para ir con él, esta parte del día siempre era mejor.

─ Harry, Harry.

─ Hola Lou. ─ Se inclinó un poco para tomarlo en sus brazos. Rió enternecido al sentir la esponjosa colita de Louis golpeando cada lado de su cadera.

─ ¿Estás feliz? ─ Le preguntó al bajarlo.

─ Sí. Me gusta cuando vienes, y Jesfe claro. ─ Lo saludó sacudiendo su manita con una gran sonrisa.

Jesfe lo saludó igual.

─ Te tengo un regalo, cachorro. ─ Acomodó su cabello detrás de sus orejitas. ─ ¿Quieres ir a Rilu para ver qué es?

─ Sí, por favor. ─ Tomó su mano con una sonrisa alegre.

─ Vamos entonces. -
─ Miró a Jesfe, indicando que debían caminar.

Gafe y Ezel los miraron irse, mientras ellos llevaban la comida para los padres de Louis.

Le preguntó al ir caminando y sentir el adorno de su muñeca dar vueltas. ─ Te gusta, ¿verdad? ─ Miró a Louis asentir.

─ Es muy brillante y tiene un diseño muy interesante.

─ Mi madre lo hizo con ayuda del dios Bactu. Claro que fue un movimiento rápido de ellos, lanzó el oro derretido en agua y crearon este brazalete, bueno, es más alto que un brazalete.

─ Tu mamá hizo un genial trabajo, junto a Bactu.

─ Sí, eso creo. ─ Entre todo el camino, Harry recordó algo que tenía curiosidad por preguntarle a Louis. Se espero a llegar a su lugar y tener lista la sorpresa que traía Jesfe, para que Louis no la notará.

─ Bien, puedes abrir tus ojos, cachorro.

Louis abrió sus ojos y miró un tipo de cofre plano, parecía una tabla, pero llena con un gárigoleado hermoso y detalles que brillaban igual que los adornos de Harry.

─ Muchas gracias Harry, gracias Jes. ─ Les agradeció con alegría en su sonrisa.

─ Puedes abrirlo, cachorro. Espero que te guste.

─ ¿Hay algo más? ─ Se preguntó él mismo con un pequeño murmuro. Harry siempre le daba sorpresas que no pensaba.

Al abrirlo, esos pequeños cuadros de colores le dieron una agradable sorpresa. Con emoción le preguntó. ─ ¿Para qué sirve esto, Harry? Me gusta mucho.

Harry rió suavemente. ─ Son pinturas... olvidamos el papel para que hicieras dibujos ahí. Pero puedes hacerlo en tu piel por ahora, se quita con el agua, así que no tenemos problema.

Se inclinó hacia el agua, metiendo su dedo meñique solamente. ─ Con una gotita de agua, es suficiente. La pones en el color que quieras usar y le das unas pequeñas y suaves vueltas. ─ Lo miró e hizo unos pequeños puntos de color amarillo sobre el dorso de su mano.

─ Guau, es... mágico. ¡Me encanta, Harry! ─ Dejó con cuidado las pinturas y lo abrazó. ─ ¡Gracias, Harry!

Suavemente rodeó su pequeña espalda. ─ Espero que las disfrutes. Mañana te traeré las hojas.

─ ¿Ahora puedo pintarte a ti?

─ Por supuesto, Lou. Me quitaré esto para que tengas espacio, ¿sí?

Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora