Capítulo 15: Inevitable

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Jungkook caminaba de un lado a otro en el salón, sus pasos resonando contra las paredes de piedra

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Jungkook caminaba de un lado a otro en el salón, sus pasos resonando contra las paredes de piedra. Hace ya dos horas que su madre lo había encerrado junto a Yoongi, y la espera se volvía insoportable. Sentía el peso del tiempo acumulándose sobre sus hombros, cada minuto estirándose como una eternidad. Se sentía intranquilo, una sensación que solo se acrecentaba con la falta de noticias sobre lo que pudiera estar ocurriendo en ese momento.

Yoongi, por su parte, estaba sentado en una silla cerca de la ventana, observando con expresión seria. No habían intercambiado muchas palabras, pero Jungkook podía ver la preocupación reflejada en los ojos de su amigo. Sabía que, al igual que él, Yoongi estaba pensando en Taehyung.

El joven príncipe se detuvo un momento, frotándose la sien con una mano, tratando de calmarse. Lo único que sabía era que todo esto tenía que ver con Taehyung, y eso lo ponía más ansioso. Taehyung había llegado al castillo bajo circunstancias misteriosas, y ahora parecía estar en el centro de la atención de la reina.

- ¿Qué crees que estén haciendo? - preguntó Jungkook, rompiendo el silencio que había dominado la sala.

Yoongi levantó la vista, mirándolo con un gesto tranquilo aunque sus ojos traicionaban su calma exterior.

- No lo sé - respondió Yoongi - Pero si ellos de verdad me siguieron, entonces solo es cuestión de tiempo que encuentren a Taehyung

- Taehyung no puede volver aquí

- Lo sé, por eso mandé a alguien a vigilar cuando llegaran y nos avisara inmediatamente, sea lo que sea que quieran con Taehyung, también lo sabremos

Jungkook asintió, aunque la incertidumbre seguía quemándole por dentro. Se volvió hacia la puerta, deseando con todas sus fuerzas que ese alguien apareciera con noticias. Cada segundo sin saber lo que le ocurría a Taehyung era una tortura, y la idea de que pudiera estar en peligro le era insoportable.

La puerta se abrió de repente, y ambos se volvieron hacia el sonido, sus corazones saltando en sus pechos. Un sirviente entró apresuradamente, con la respiración agitada y la cara pálida.

- Mi príncipe, consejero Min - dijo con una reverencia apresurada - He traído noticias.

- Mi príncipe, consejero Min - dijo con una reverencia apresurada - He traído noticias

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UN REY Y UN PRINCIPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora