El sol brillaba en lo alto cuando Yoongi regresó al palacio, con el corazón lleno de preocupación y pensamientos tumultuosos. A pesar de la aparente calma en el reino, él sabía que las cosas estaban lejos de ser perfectas. Desde esa reunión de Jungkok con el consejo, las cosas iban a empeorar de a poco, los ojos sobre ellos iban a ir en aumento en sobremanera; cada vez el salir iba a costarles más que la primera vez.
Al llegar al palacio, la atmósfera estaba tranquila, ajena a las cosas que estaban pasando y estaban por pasar esos días. Los guardias y sirvientes iban y venían, ocupados con sus quehaceres diarios.
Yoongi caminó silenciosamente y se dirigió hacia los aposentos de su padre, el general real del ejército, encontrándolo absorto en sus tareas administrativas. Cuando este sintió una presencia ajena en el mismo lugar, levanto la mirada y lo vio en el marco recostado con cierto desinterés.
- ¿Qué haces aquí, Yoongi? ¿No deberías estar con el príncipe? - preguntó con curiosidad
Yoongi mantuvo la compostura, aunque su mente estaba en otro lugar.
- Padre, he regresado para asegurarme de que todo esté en orden. Jungkook me dijo que las cosas no estaban yendo tan bien. Creí que hoy estarías con el rey en el día de la caza - el hombre asintió
- Es cierto, las cosas no son fáciles. El reino enfrenta desafíos y tengo que estar preparado para poder defender a la corona de la mejor manera - volvió su mirada a sus libros evitando el último comentario de su hijo- Príncipe
- ¿Qué?
- Es príncipe, Yoongi, no Jungkook. Recuerda eso si no quieres meterte en problemas
- Padre ... debemos ser cautelosos en cómo manejamos esta situación. Si necesitas cualquier ayuda, sabes que puedes contar conmigo
- Tu trabajo y cuidar del príncipe no de mí - el general se puso de pie, colocando una mano en el hombro de Yoongi.
- Entiendo tus preocupaciones, hijo mío. Haré lo que esté en mi poder para proteger al reino y a nuestra familia, pero necesito que recuerdes cuál es nuestro lugar aquí y nuestro propósito.
Solo pudo asentir y se giró para salir de los aposentos de su padre, pero a medio camino se topó con la reina, la madre de Jungkook, quien estaba por entrar al lugar de donde estaba saliendo. Ambos se sorprendieron al verse, y un momento de silencio tenso llenó el pasillo. La reina rompió el silencio primero.
- Yoongi, ¿qué haces aquí a esta hora? ¿Dónde está Jungkook? - preguntó con voz preocupada.
Yoongi vaciló por un momento, antes de responder con cuidado.
- Estoy aquí para asegurarme de que todo esté en orden, majestad. Jungkook está bien, pero hay asuntos que requieren toda su atención y por eso no está conmigo como normalmente lo está.
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UN REY Y UN PRINCIPE
Ficção AdolescenteLo único que sabían era que se amaban con todo su corazón, aun cuando el mundo los condenara por eso. Un amor puro y sincero en medio de tanta oscuridad, en una ciudad en donde amarse era pecado ... donde era su propia destrucción. El tendrá que el...