Capítulo 4: Cada sábado desde muy temprano ...

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- Su alteza está aquí - Se escucha al general hablar del otro lado de la puerta y luego abrirla dejándose ver a la reina con uno de esos tantos vestidos ostentosos que portaba uno diferente cada día

- Creí que papá te había prohibido estar en un rango de 10 metros del general para evitar que ambos ... ya saben - Abrió una pequeña caja en donde tenía una serie de joyas que normalmente usaba

- No seas irrespetuoso Jungkook con tu madre, tu padre me mandó con él porque-

- No me interesa en lo absoluto madre, si se estan acostando o no, es su problema - termino de colocarse sus joyas en sus dedos, volteo con el semblante serio hacia las dos figuras detrás de él - Solo asegúrense de no darme un hermano y que padre no los atrape, no queremos que lo mate igual que al anterior.

Jungkook dio una última mirada a su madre y al general, su mirada reflejaba burla hacia ellos y a lo que podrían estar pensando o haciendo. Observó sus rostros preocupados y sintió un leve atisbo de satisfacción por mantenerlos en la incertidumbre. Sin decir una palabra, se dio la vuelta y salió de su habitación, sin darles ninguna señal de hacia dónde se dirigía.

Decidido, se encaminó hacia los establos, donde sus caballos aguardaban impacientes. Sabía que necesitaba un momento a solas para reflexionar y aclarar su mente. Montó en su corcel negro, uno de sus favoritos, y partió a galope hacia el bosque cercano.

El viento fresco acariciaba su rostro mientras cabalgaba entre los árboles, sintiendo la libertad que solo la velocidad y la naturaleza podían ofrecerle. A medida que avanzaba, su mente divagaba, pensando en todo lo que estaba en juego y en las decisiones que debía tomar.

Después de un tiempo, llegó a un claro en el bosque, donde la luz del sol se filtraba entre las ramas, creando un ambiente mágico y sereno. Jungkook se detuvo y bajó de su caballo, sintiendo la paz y la tranquilidad del lugar. Se sentó en el suelo, apoyando la espalda contra un árbol, y cerró los ojos, dejando que los sonidos y aromas del bosque lo envolvieran.

- ¿Te encuentras bien? -una voz conocida lo sacó de su ensimismamiento.

Abrió los ojos y vio a Yoongi acercándose, montado en su propio caballo. La presencia de su amigo lo reconfortó, y una sonrisa se dibujó en su rostro.

- Necesitaba un momento de paz y claridad -respondió Jungkook, mientras Yoongi se sentaba a su lado.

Los dos amigos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad del lugar.

- Por alguna razón mi padre detuvo a dos de los hombres que envió tu padre a seguirte, así que no pudieron seguirte hasta aquí y tampoco te seguirán hasta allá

- Gracias amigo, por todo

- Siempre dices lo mismo como si fuera una despedida, cuando en realidad te vayas no te voy a creer

- ¿Cómo esa historia que la nana nos contaba de niños? - asintió y rieron al recordar viejos tiempos

- Si algo sale mal

- Sabes donde encontrarme

- Si, solo que

- Que pasó

- A veces pienso que deberías de detenerte, esta mentira no durara para toda la vida, y cuando hablo de mentira, me refiero a todas. La mentira a tus padres, la mentira que le dices cada día a él, todo. En unos meses una de ellas caerá y no quiero saber que pueda pasar después

- Lo sé, quiero decirle, quiero confesarle quien realmente soy, pero luego esta esa sensación con él, que me quiera por quien soy en realidad y no porque soy el príncipe

UN REY Y UN PRINCIPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora