Capítulo IV

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Capítulo 4 |"Munch" 🎨|

Aleska.

Luxemburgo.

Guardo las últimas armas en el equipaje y cierro el bolso. Había llegado el momento de viajar al psiquiátrico. Tenía que preparar mis papeles y fingir ser otra persona, pues iba a Berlín y si registraban mi nombre tanto real como el anterior podrían avisarle a Death.

Así que no me arriesgaría. Hans y Liam serían nuestros niñeros durante este tiempo y confiaba literalmente mi razón de vivir en ellos dos.

—¿Cuánto tiempo?—pregunta la suave voz de Atlas a mis espaldas.

—Aún no lo sé, pequeño, pero prometo no tardar más de una semana—beso la punta de mi dedo meñique y lo extiendo.

Él sonríe y hace lo mismo estrechando el mío.

—Te quiero muchísimo, cuida a tu hermana ¿Vale?—revuelvo su cabello y el asiente.

—Buen viaje, Ale—sonríe y deja un beso en mi mejilla como despedida.

—Anda a despedirte de Ethan—sonrió y el asiente saliendo de la habitación.

Aún no tenía la confianza para llamarnos mamá y papá. Pero lo entendía, estaba adaptándose a su propio ritmo y aunque me dolía un poco tenía que dejarlo tomar su propia decisión.

Camino hasta la cama dónde el pequeño Uriel está jugando con sus pies.

—Hola bebé Uri, ¿Te portaras bien mientras mamá no está?—pregunto mientras lo levanto en el aire.

—Si—rie y los pequeños dientecitos se asoman.

—Muy bien, vamos a despedirnos de papá.

—¡Papá!—balbucea riendo.

Uriel era una extraña mezcla de Atlas y Lilith. Tenía la forma de analizar de Atlas y el modo de estar mucho más avanzado que un niño de su edad. Ya Uriel sabía hablar fluido solo que no le gustaba hablar con todo el mundo, es bastante selectivo. En cambio tenía esa capacidad de reír con facilidad de Lilith y de cuando entra en confianza armar el mayor espectáculo. Sin embargo no era un niño llorón gracias a la Diosa.

Tomo el bolso y lo guindo en mi hombro para después rodar la maleta. Muy bien, era hora de partir. Bajo las escaleras y allí está Lilith aferrada a una de las piernas de Ethan.

—¿Por qué no puedo ir con ustedes?—hace un puchero.

—Ya hablamos de esto Lilith, es peligroso—le recuerdo.

Gira la cabeza mirándome con mala cara.

—Pero ustedes podrían cuidarnos y además yo sé defenderme—intenta convencerme.

—No me harás cambiar de opinión señorita.

Ethan ríe y la carga llenandola de besos para despedirse.

Aún recuerdo aquella primera vez que lo conocí y se presentó como el líder Croata. Mi mente en ese momento hizo un click inmediato y en ese momento supe que él podría ayudarme a sacar a Lilith de su propiedad. Mason había decidido dejarla encerrada en propiedades croatas al ser sus aliados principales.

Blue Queen [#2] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora