Capítulo XXIX

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Capítulo 29 |"Medias con luces" 🧦|

Death.

Londres.

Este es el momento más raro de toda mi vida. Me siento demasiado incómodo en un funeral y al ver a todos mis hermanos tristes o llorando. Recordando la mayoría sus oscuros pasados.

Lastima que yo no pueda hablar o pensar como ellos, no tuve un mal pasado, de hecho me atrevo a decir que tuve un pasado en extremo sano.

Mis padres me adoran, mis abuelos igual, no tengo hermanos ni hermanas así que soy la adoración de mi familia. Así que no sé ni por poco lo que se siente todo esto, sin embargo si siento mucha empatía con Aleixander porque si mi madre se llega a ir yo estaría devastado.

Ah y hablando de cosas raras, Aleska salió corriendo al auto de Asher hace media hora. Y según él nos informa fueron al aeropuerto a buscar a un amigo de ella para ayudarla a resolver las pistas de Mason. Al parecer ya estaban en camino a la FMAE para poder identificar lo que se haya dentro de la caja de regalo que dejó Mason.

Y ya los antropólogos estaban trayendo las cenizas de Emilia. Creo que Aranza está en un shock ya que no se mueve y ahora empiezo a dudar de si está respirando y Aleixander está inmerso en sus pensamientos.

Me debato entre sí debo intentar sacar o no a Aranza del transe hasta que ella misma parpadea y da media vuelta para hablarle a su hermano supongo.

—¿Por qué te volviste esto, Aleix? ¿Ser asesino solo por una chica?—murmura haciendo que todos prestemos atención a la conversación.

Alek me mira y yo me encojo de hombros. Aleix sale de sus pensamientos y suspira sonriendo antes de acercarse a ella para que ninguno escuche.

Me acerco un poco más para poder oir lo que dicen

—Yo nací para ser de ella, Aranza. El diablo me creó con un único propósito y ese es amarla y protegerla, lo entendí, tarde, pero lo hice. Desde que me enamoré perdidamente de ella a los 12 creo que ya lo sabía. Y a pesar de lo que hizo sé que me ama, el problema es que teme dañarme...—dejo de escuchar el resto porque habla mas bajo.

Esa chica sí que nos tenía mal, y nada más con oír las palabras de Aleixander se podía deducir. Suspiro y necesitando pensar yo mismo veo mis posibilidades de huir de este círculo.

Tratando de que no me vean me alejo de ellos para caminar por el cementerio. Fuera de lo que todos pensaban yo tenía una opinión muy diferente de un cementerio, mi abuelo dice que el cementerio es el paraíso más bello donde todas las almas hacen fiesta al poder descansar por fin de la dura vida.

Por esa razón nunca le tuve miedo, más bien me gusta, el frío del cementerio lleva consigo la calidez de aquellos muertos que se reencuentran y que pueden volver a ser felices para cuidar a sus familiares.

Pasa que la gente tiene ideologías y pensamientos vagos del cementerio por el dolor que trae consigo perder al familiar, convirtiéndolo en un lugar fúnebre y deprimente. Si supieran que ellos están mejor en el otro mundo que aquí no les llorarían tanto, ellos están más que bien, viven sin miedos, es decir ¿A qué le van a temer si ya están muertos? No hay nada que pueda herir sus almas así que ellos viven con plenitud deambulando entre nosotros.

Las flores son símbolo de felicidad, traer flores simboliza para ellos la felicidad plena de poder ver a sus familiares en su lugar de descanso.

—¿Qué haces?

Volteo a ver al mini Alek que me mira como si fuera un loco. Maldita copia de él, ambos tienen la misma mirada juzgadora.

—Enviándole mi felicidad a los muertos ¿Quieres hacerlo?—escondo la risa que quiere escapar al ver su cara.

Blue Queen [#2] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora