Blue Queen [#2] [+21]

Capítulo LXIV

Capítulo 64|"Día de familia"💧🔪|

Maratón 1/2.

Axel.

Londres.

Diez malditas horas de tortura en el hospital. Diez y siento que estoy volviéndome más loco de lo que ya estaba.

«Lo mataremos, le daremos torturas, lo haremos sufrir, le quedaremos la cara...»

Las voces tampoco se callan, susurran y susurran sin parar miles de opciones mientras camino de un lado a otro frente a la camilla de Aleska prendiendo y apagando mi encendedor para mantenerme en calma.

Encender la mecha y la sensación de quemadura en mis dedos es lo que me mantiene cuerdo cuando ella no está cerca y necesito con todas mis fuerzas la llama de luz caliente justo ahora.

Si Aleixander no hubiera ido ella habría muerto, por culpa de una tal Andrea, Emma y específicamente por la General. Me detengo unos segundos cuando las voces gritan incoherencias y no puedo callarlas.

—Respira, te están agobiando.

Abro los ojos enfocándolos en los tranquilos de Hades.

—¿Qué dicen?

—Quieren que mate a la General.

Él asiente pensando y luego pasa su mirada a Aleska que aún duerme. Aún duerme por culpa de su irresponsabilidad.

—Aleska podría despertar—murmura mirando el reloj en su muñeca.

—Quédate, iré yo.

—No te voy a dejar Axel, eres un peligro cuando estás así.

—Nosotros nos quedaremos, quédense tranquilos—Ashton sonríe tranquilizador.

Suelto el resoplido de una risa.

—Que Dean y tú la cuiden no me deja exactamente tranquilo—digo con mala cara.

La puerta se abre y Death entra con cara de pocos amigos.

—Ya termine de trabajar en el club, me quedo, vayan ustedes Alek llega en unos minutos con Aleix y Asher.

—¿Aleix? ¿No se supone que debería estar reposando?

Asiento ante la pregunta de Ashton y miro a Death que solo se encoge de hombros.

«Axel, ella se va a ir y luego tú no podrás matarla ¿No quieres eso o si?». Cállate. Ya voy.

—Hades—gruño.

El me mira y asiente, intercambia unas palabras con los chicos que quedan difuminadas en mi mente y luego apoya su palma en mi hombro empujandome por todo el hospital hasta la salida.

En otras circunstancias le rompería la mano y el me daría una paliza pero ahora no es el momento, no cuando las voces hablan.

Me subo en su auto en silencio mientras juego con el encendedor y me quemo un poco los dedos regresando a la realidad. Estoy furioso y las voces también, quieren matarla por herir a Bambi, ¿a quién se le ocurre hacerlo? Ah sí a Mason ese es uno que está en mi lista negra y más despreciable, sufrirá.