Capítulo XXV (Parte 1)

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Capítulo 25 |"Carreras" ⏱️|

Aleska.

Londres.

Theo entra a la habitación con Aranza y con Dean. La castaña corre hacia su hermano y ambos se abrazan pero esta vez Aleixander no derrama ni una sola lágrima, supongo que está siendo fuerte por Aranza yo haría lo mismo por mis hermanos.

—Te traje ropa—Theo levanta una bolsa de compras y casi puedo sentir el cielo en mi palma.

—Joder, gracias—tomo la bolsa y corro al baño de la habitación.

Estaba llena de cenizas, escombro, sangre, sudor, lágrimas, maquillaje en el vestido y sustancias que no creo que quiera saber por mi paz mental.

Empiezo a bajar el cierre pero no puedo y me debato entre sí debo o no debo llamar a alguien.

—¡Theo!—me terminó rindiendo pidiendo ayuda.

—Dime—abre la puerta.

—¿Puedes ayudarme con el cierre?

—Claro, Beleza—cierra la puerta.

Levanto mi cabello para que no le estorbe y él baja el cierre rozando levemente sus dedos con mi piel haciéndome estremecer...por el frío claro.

Dejo mi cabello libre y él me ayuda a sacar el vestido que ya estaba hasta roto en algunas partes. Salgo de él quedando en el maldito traje que usé con Aleix.

—Ayuda—pido señalando los broches en mi espalda.

Él me da la vuelta y suspira sin tocarme.

—¿Qué?—pregunto cuando noto que no lo ha desabrochado.

—¿Cómo que qué?—me mira con obviedad y exasperación.

Miro el espejo y luego niego con la cabeza.

—Ah no, no es que no quiera porque en realidad si quiero y bastante pero el funeral—me acorrala contra el lavado trazando mi abdomen—. Y...Lilith...Hades—su mano empieza a jugar con el liguero.

Mierda, no, no, no. Estoy jodida ya.

«Quien te manda de pendeja a llamarlo».

§

Theo.

Londres.

Escondo las ganas de reír al ver sus mejillas al natural sonrojadas. Usualmente no haría esto en el baño de un hospital, no por moral, más porque me da asco los gérmenes que pueden haber en el lavado o en el baño en general.

Me daría un montón de asco y probablemente un ataque de pánico si llego a tocar una gota del puto lavado. Así que muevo su cuerpo para que tampoco la contamine a ella, pongo la pequeña toalla que le había traído sobre la cerámica del lavado y la siento sobre esta.

―Theo, joder es en serio...―me mira suplicando que pare pero no escucho.

Sus pupilas dilatadas eran la clara señal de que definitivamente esto no le molestaba en lo absoluto. Alza sus manos poniendolas en mi pecho para detenerme y bajo levemente la mirada para ver sus pequeñas manos presionando.

—¿En serio?—bufo tomando sus manos con una sola de las mías—. Al menos finge que hablas en serio—sonrío.

Con mi mano sobrante la deslizoen el pliegue de sus muslos y los separo de un tirón. Me mira pero aún así no dice nada ni intenta pelear contra mí, incluso cuando separo sus muslos a una gran distancia.

Blue Queen [#2] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora