Capitulo LIII

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Capítulo 53 |"Odio"🔪|

Aleska.

Londres.

Está de más decir que no pude dormir ni un poco, especialmente porque no me fío de estos psicópatas que ahora tengo como esposos.

Según lo que logré escuchar de Alek, Ethan, él y yo viajaremos antes a la isla, no sé más nada porque creo que nadie más sabe tampoco.

De lo que sí estoy satisfecha es que Aleixander sigue en el hospital con todos los demás. Un aplauso para mí, gracias.

Salgo de la limosina a trompicones y me sorprende que mis bellos tacones sigan intactos hasta ahora la verdad. Impresionante. Ignoro la mano de Ethan y considero la posibilidad de darles a ambos una patada en los huevos pero no hasta que coja. ¿Qué? Hay necesidades, corazón.

Empezando con que las estúpidas ganas de llorar por nada volvieron, en serio ¿Qué mierda me pasa? ¿Por qué quiero llorar? Literalmente no lo sé, solo tengo ganas de llorar hasta quedarme dormida. Cosas de mujer, entendible.

También me duele hasta el culo, estoy rodeada de dos psicópatas y de unas docenas de guardias. Siempre podría tirarme del jet...es broma, dah.

Suspiro pasando de largo y montándome en el maldito jet, técnicamente lo que es de ellos es mío y lo mío es mío, que bendición.Me siento en uno de los asientos al azar y me cruzo de brazos mirando por la ventanilla.

Ver el anochecer y la luna me da un gran sentimiento de paz...eso y ganas de llorar. Estoy considerando ir al psicólogo, siempre supe que estaba mal pero tampoco para estar así por ver la luna. Una parte de mi quiere llorar y la otra está pegandome por ser estúpida, ¿Quién llora solo porque sí?

Unos cuantos minutos después Alek y Ethan me acompañan. Ethan se va al baño a quitarse el traje y no sé qué más mientras Alek se para en frente mío. Volteo a verlo con una ceja alzada.

—¿Qué quieres?

—¿Estás bien? Estas un poco pálida, voy a buscarte comida—sus cejas se hunden con preocupación.

—Quiero una copa de vino.

—No.

—¿Disculpa? ¿Cómo qué no? ¿Qué parte de dejar de preocuparte tanto...

—No, porque no hay vino en el jet, no hay alcohol, lo saqué por los niños si en algún momento llegan a viajar con nosotros.

—Ah, bueno, entonces quiero un jugo de manzana—eso sale de la nada y frunzo el ceño.

¿Qué? ¿Desde cuándo pido jugo de manzana? Hola, cabeza, ¿Se te safo otro tornillo?

—¿Jugo de manzana? No sé si haya eso aquí, Muñequita.

Ethan sale con una toalla alrededor de sus caderas y creo que estoy babeando justo ahora. Maldita mierda.

—¿Qué cosa no hay aquí?

—Jugo de manzana—responde Alek.

—Mmm, podríamos conseguirlo al llegar, o pedirlo antes de despegar.

Alek asiente y yo solo espero cuando sale a decirle a los guardias. No lo pienso detener por alguna razón mi boca se hace agua por el jugo.

—¿Puedes ponerte algo? Me distraes y tengo que tratar un tema serio—miro mal a Ethan y él me sonríe divertido.

—Siempre puedo andar desnudo para ti, Mariposita.

—Es una oferta tentadora, me la pensaré, por ahora ponte algo, hablo en serio, Ethan.

Blue Queen [#2] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora