Capítulo VIII (Parte 2) 🔞

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Capítulo 8 |"El consultorio" 🔞|

Maratón 3/3.

🔞 Advertencia de contenido fuerte, queda bajo tu completo consentimiento leer el siguiente texto🔞

Axel.

Alemania.

Gruño acercándome poco a poco a su zona íntima, reparto un par de besos sobre su zona haciéndola temblar y cerrar lo ojos.

—Ojos abiertos, Bambi—ordeno con la voz ronca del deseo.

Se retuerce y vuelve a abrir los ojos mirando fijamente cada uno de mis movimientos. Su pecho se agita  salvajemente del cansancio por intentar derribarme.

Intenta moverse nuevamente pero la jugada le sale al revés porque pone su coño a centímetros de mi cara casi haciéndome reír.

—Supongo que gracias venadito —hablo sobre su coño haciéndola estremecer.

El olor dulce de su exitación llena mis fosas nasales haciéndome gemir, era como un néctar prohibido que necesitaba ser absorbido.

Estaba molesta podía sentirlo en el ambiente, no le gustaba que presionara su control pero eso sería exactamente lo que haría hasta que me diera la maldita gana.

Mis ojos devoran la extensión de su húmedo centro casi haciéndome reír, por más que esté molesta tambien estaba exitada y yo necesitaba llevarla al límite.

«Hazlo, llévala al borde del precipicio».

—Hueles tan jodidamente dulce, tal como recordaba—me inclino y beso suavemente uno de sus labios cubiertos de la humedad chorreante que brotaba de su centro.

Arquea su espalda, soltando un jadeo ahogado por la camisa que aún estaba dentro de su boca. Ella era una jodida droga era tan adictiva como una y una vez que la probabas no había forma de escapar y yo ya me había vuelto un jodido adicto a todo de ella, necesitaba volver a probar un poco de su sustancia para cobrar vida.

Agarro con fuerza su muslo para tener mejor acceso a su coño y dejo un suave beso sobre su clítoris causándole un escalofrío que queda en sintonía con el gemido que choca contra la tela de la camisa.

Relamo mis labios probando un poco del dulce líquido que se quedó impregnado jadeando sobre su zona caliente mientras se estremece. Suspiro sobre su área sensible y su pierna intenta atraerme más contra ella en contra de su voluntad.

Acatando el pedido de su propio cuerpo saco mis dientes raspando su hinchado botón haciéndola gritar con fuerza y traspasar la suave tela. Se agita contra mi boca mientras las dulces lágrimas vuelven a escurrir por su rostro limpiando la sangre en sus mejillas.

Me acerco y esta vez juego también con mi lengua deslizandola contra su clítoris, un fuerte gruñido se libera de mi garganta mientras bebo cada gota que me ofrece.

Subo la vista sin querer perderme sus expresiones, hago temblar a mi lengua sobre su clítoris causando que ponga los ojos en blanco y lleve su cabeza hacia atrás gimiendo desesperada por más.

―Mierda—murmuro.

Ella lloriquea y eleva sus caderas buscando más contacto. El sonido de su llanto era una perfecta melodía que calmaba a las voces haciéndolas bailar de satisfacción.

―Estas tan cremosa― hablo en su coño haciéndola temblar.

Los jugos de su exitación brotaban de su coño hasta deslizarse por sus muslos. Lamo la totalidad de su abertura, moviendo mi lengua 
antes de chupar su clítoris entre mis dientes y morder con fuerza. Este era el inicio de los tantos castigos que recibiría y no solo de mi parte.

Blue Queen [#2] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora