Capítulo I

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Aleska.

Luxemburgo.

2 años después.

Estoy terriblemente agotada pero aún así me levanto. Tengo que buscar a los niños en el colegio y no puedo llegar tarde o la profesora volverá a citarme por "irresponsabilidad".

Arreglo un poco la peluca sobre mi cabeza la cuál ya se había convertido en un accesorio más para mí, fuera de la casa con peluca y dentro con mi cabello normal. Además de que los lentes de contacto solo me los quitaba para dormir.

Agarro las llaves y salgo al porche para buscar el auto. Una vez dentro arranco a uno de los mejores colegios de Luxemburgo. Era extremadamente bueno, no solo en su rendimiento escolar sino en todas las cátedras que enseñaban. Y me complacía que mis hijos estuvieran allí teniendo la mejor educación.

Hace dos años había llegado a Luxemburgo a tomar un respiro de toda mi anterior vida. Prácticamente para huir de mi pasado por temor. Pero no por lo que pudo haberme o no pasado. Sino por dejar a la luz de mi vida sin una madre.

Mi pequeña Lilith, producto de una de las tantas violaciones de Mason. Y aunque él es su padre biológico ella nunca lo tomó como tal y eso me da un inmenso alivio. Pero la razón de que ella no quisiera a Mason es porque no solo la inyectó con HAVAS si no que inyectó en ella la droga QUEEN.

Y ahora mi hija no solo tenía dos drogas en su sistema causándole un gran cambio físico y arruinando con solo 6 años su autoestima sino que también sufría muchos daños internos en la mayoría de sus órganos. Sin embargo habíamos logrado salir adelante y ahora a pesar de todas las pesadillas que sufría mi pequeña día y noche eramos una familia.

Ahora Ethan era el padre de Lilith no oficialmente ya que aún no podíamos quitarle la custodia a Mason pero para ella si lo era.

Mi pequeño Atlas también sufría de muchas pesadillas, así que la mayoría de las noches dormía conmigo o con Ethan, había crecido tanto. Ahora ya tiene 7 años y se llevaba muy bien con Lilith que era lo importante.

Pero aún mejor ambos se llevaban bien con bebé Uriel. Si, resulta que Mason inyectó alguna mierda la última vez que me drogó para aumentar mi fertilidad y con su última violación había logrado quedar embarazada de un precioso niño a quien junto con Ethan decidimos ponerle Uriel.

Nuestro pequeño bebé tiene ya un año y a pesar de que sacó los mismos ojos de Mason su cabello era del color original del mío, un castaño oscuro pero con la particularidad de un mechón blanco por un pequeño porcentaje del HAVAS que logró traspasarse a él cuando Mason me inyectó.

Aparco el auto afuera de la institución y salgo para poder buscar a los niños. Primero busco a Atlas y a Lilith y luego voy a almorzar a la oficina de Ethan y me llevo a Uriel mientras dejo allá a los otros niños.

A pesar de tener el dinero suficiente para subsistir toda una vida, no podíamos usar nuestras tarjetas o ellos nos encontrarían así que ambos decidimos trabajar. Yo daba entrenamiento de artes mixtas a niños pequeños y Ethan daba clases de guitarra además de ayudarme a mi.

El clima hoy estaba bastante fresco y eso sería bueno para poder entrenar. Atlas ya estaba sentado en el jardín dibujando en su cuaderno y hecho un vistazo buscando a Lilith.

—Hola pequeño, ¿cómo te fué?—saludo con una sonrisa y me acerco dejando um suave beso en su frente.

—Normal—se encoje de hombros y deja un beso en mi mejilla.

Suspiro, ya me había acostumbrado a sus excasas respuestas y aprendí con el tiempo que estas siempre traerán una gran explicación detrás.

—¿Con normal te refieres a que enviaron bastante tarea, entrenaste, dibujaste y aprendiste un nuevo idioma?—trato de sacarle un poco más de conversación.

Blue Queen [#2] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora