Necesito sentirte 🔥

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+18.....




Creo....






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Sergio

Esas palabras, saliendo de sus dulces y castos labios provocaron que un pequeño nudo se formara en mi vientre bajo, toda la sangre que bombeaba mi acelerado corazón pareció dirigirse al sur de mi cuerpo, algo que sin duda Maxi y yo pudimos sentir.

Sus juveniles ojos se abrieron más, al igual que sus labios, formando una "o" perfecta, fue un gemido silencioso, que solo lo hizo ver más deseable. Desde que lo conocí se mantenía rodeado de un aura de pureza, castidad,y para mí, casi divinidad. Y no mentiré, durante estas últimas noches mi sueño más frecuente y anhelado era romper esa aura, quería corromper su inocencia.

Mi cuerpo, mi mente y mi corazón me piden que haga de Max alguien más mío, y que yo, me haga más suyo.
Volví a capturar sus labios entre los míos, coloque mis manos en su cadera obligándolo a realizar un vaivén que resultaba placentero y torturador para ambos, sus mejillas se tiñeron del más deseable color carmín que había visto, sus manos buscaban aferrarse a mi espalda, sin embargo a falta de una tela que la cubriera, recibía el contacto directo de sus uñas en ella.

-Mierda Max, quería que nuestra primera vez fuera en un bello y romántico lugar, pero, no quiero parar.

-Sergio en cualquier lugar esto será especial, porque es contigo y porque te amo.

Coloque mi dedo índice sobre sus labios, "inocentemente" Max lo beso, lanzándome una mirada sugerente, continúe bajando mi dedo sobre su piel, deteniéndome un poco en su cuello, ejerciendo un poco de presión para ayudar a que Max quedará recostado sobre la barra de mi cocina.

Sin duda alguna después de esta noche, debíamos cambiar esa barra.

-Max, luces tan, tan deseable, tan expuesto, tan mío.

Me incline sobre él para dejar besos regados sobre su cuello y parte de su pecho, tome sus manos y lo ayude a bajar para tomar las prendas que estaban regadas por el piso y después cargarlo al estilo nupcial, estaba bien que dijera que no importaba el lugar, pero no lo tomaré en mi cocina, a la vista de los pequeños o de su hermano y Alex.

Nunca había odiado tanto la larga distancia que abarcaba ese pasillo, podía sentir su mirada pegada a mí, y la verdad por más que quisiera negarlo era que estaba hecho un manojo de nervios.

Al entrar a la habitación empuje la puerta con mi pie para que se cerrara, deposité a Max sobre la cama con sumo cuidado, y me aparte un poco.

Quería guardar esa imagen en lo más profundo de mi corazón, pero sobre todo quería que se siguiera repitiendo, tener a Max adornando mi colchón, quería descubrir cada centímetro de piel de él.

-Eres perfecto.- Me coloque entre sus piernas y volví a mi labor de besarlo, sus dedos otra vez estaban enredados en mi cabello, intentando que los pocos milímetros que nos separaban desaparecieran, poco a poco quite las ultimas prendas que lo cubrían.- Gracias por dejarme hacer esto, quiero que sepas que te amo y que en el momento que quieras que esto pare, me detendré.

-También te amo pequitas, pero en este momento necesito sentirte dentro de mí.- Exclamo con un suspiro y un gemido escapando de sus labios ahora más hinchados por tantos besos.

Esas palabras, cargadas de tanto deseo y amor me llenaron de adrenalina y tomé posesivamente la cadera de Maxi dándome más comodidad para poder rodear su glande con mi otra mano, comencé un ligero masaje, subiendo y bajando, apretando un poco el pene. Continúe un par de minutos más hasta que sentí un líquido pegajoso empapando mi mano.

Me incline aún más sobre ese rubio de hermosos ojos azules y tome sus labios entre los míos en un beso aún más salvaje ahogando los gemidos que involuntariamente salían de él.

-Me encanta escucharte, habías dicho que mi voz era como la de un ángel, sin embargo, oírte gemir es algo tan celestial Maxi.- Susurre cerca de su oído con un tono tan sensual que logré hacer que Maxi temblara lleno de excitación y deseo.

-Sergio, por favor, ya no me hagas sufrir, te necesito.- Suplico Max moviendo sus caderas y bajando una mano a mi trasero apretando ligeramente haciendo que nuestros cuerpos rozaran aún más.

Con mis manos recorrí su pecho, dando pequeños masajes y uno que otro apretón en sus ya sensibles pezones, ahora fue mi mano la que bajo de la cadera al trasero de Max, lamentablemente tuve que separarme de él unos segundos para sacar un bote de lubricante que tenía en la mesita de noche.

-Con que ya estabas preparado.- A pesar de la situación, Maxi se burló un poco de mí.

-Lo compré hace tiempo, uno no sabe cuándo tendrá al sensual Max Verstappen entre sus brazos.- Solté en el mismo tono divertido que él.

Deje caer un poco de lubricante sobre mis dedos, enfocándome en dos de ellos, Max volvió a dejarse caer en la cama, poco a poco separe sus piernas y cuidadosamente introduje aquellos dedos en la entrada de Max arrancándole un sonoro gemido que temí hubiera sido demasiado fuerte.

-Cariño, recuerda que si en algún momento te duele o te sientes incómodo con toda confianza dilo y yo me detendré. Lo último que quiero es lastimarte.- Le susurre viéndolo con ojos de amor.

A su vez, Max me regreso la mirada con ojos soñadores y se acercó a mí dejando un dulce beso en mis labios.- Te amo, pequitas.- Exclamo con una sonrisa.

Maxi demostraba estar tan maravillado por las nuevas sensaciones que está descubriendo recorrer todo su cuerpo, me dedique a dejar suaves toques aquí y allá, algunos besos. Soltó un sonoro gemido cuando saque mis dedos de él y lo alargo cuando poco a poco acomode la cabeza de mi pene en su entrada.

Parecía que Max estaba a punto de estallar, susurraba que un delicioso cosquilleo le recorría el cuerpo, y la verdad, yo no estaba distinto a él. Me sentía desfallecer, Max era tan estrecho, apretaba justo en el punto indicado para volverme loco.
Sentir eso, las uñas de Max marcando mi espalda, sus ojos cerrados y sus labios entreabiertos, los gemidos que dejaron de ser tímidos hace rato y los te amo que dejaba salir entre embestidas hicieron que poco a poco pudiera tocar mi orgasmo con la punta de mis dedos, me aferre aún más a esas caderas y sus piernas rodearon las mías.

Entre gemidos y el sensual ruido que hacían nuestros cuerpos al chocar llegamos al ansiado orgasmo, caímos agotados sobre la cama, y acomode a Maxi sobre mi pecho a la para que mis manos recorrían la hermosa piel de su espalda.

-No sabes lo feliz que soy desde que te conocí, nunca pensé encontrar mi propia felicidad, te amo Maxi, eres esa luz que le faltaba a mi vida y no sabes cuánto agradezco que mi familia sean tú y mi pequeño canguro.- Le dije con la voz más suave que pudo salir de mi pecho, mirando el cabello dorado de un sonrojado Maxi que se acurrucaba aún más cerca de mí.

-Yo también te amo pequitas, me haces tan feliz, encontrarte fue lo mejor que la vida pudo darme, te amo a ti y al pequeño Oscar.

El Maxi inocente volvió, se sonrojo y se incorporó para darme un tierno beso de esquimal.



N/A Holiiiiiiiis 🍃

Volviiiiiii💕

Antes de otra cosa, muchas gracias solecito Minki_vandort sin ti este capítulo seguiría a menos de la mitad🛐

Espero que les haya gustado 🥹💞

Esta semana y media voy a desaparecer poquito, mañana cumplo años entonces tomé vacaciones del trabajo 🤓 y aprovechar mi descanso 🫡

Quejas dudas aclaraciones ideas de todooooo ya saben que en comentarios 💕

Lxs quiero 🧡

2x1 ChecoxMax ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora