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8 de junio de 2021

El 9 en la madrugada Julián va a viajar a jugar la copa América porque scaloni lo convocó y no puedo explicar lo orgullosa que estoy por el y todo lo que está logrando.

Hoy iba a ir a su casa porque mañana ya se iba y lo voy a extrañar un montón, si todo sale bien el volvería el 11 de julio a la madrugada.

— Te voy a extrañar mucho — digo abrazada a él.

Estábamos acostados en el sillón mientras veíamos Netflix.

— Yo también Zo — dice y me abraza más fuerte — estoy nervioso, vas a ver los partidos no?

— Obvio ju, más si juegas vos y tranqui que todo va a salir bien — le sonrió y le doy un beso.

El beso es suave al principio, pero rápidamente se vuelve más intenso, de un momento a otro me subí encima de él y sus manos van hacia mis caderas, siento su piel caliente contra la mía y una ola de calor me envuelve cuando me saca el top dejándome en corpiño.

Siento sus manos explorando mi espalda, subiendo y bajando con una intensidad que contrasta con el beso. Mis dedos se enredan en su pelo para acercarlo más a mi.

No pierde el tiempo y empieza a besar mi cuello, mientras llevo mis manos al borde de su jogging. Julián se quita la remera, descubriendo su abdomen perfectamente trabajado y libre de tatuajes.

Julián me baja de encima suyo y se baja su jogging junto su boxer, lo empuje levante hacia atrás para poder agacharme frente a él, poniéndome de rodillas y finalmente empezar chupársela, poco a poco voy succionando y usando mi lengua. En un momento lo escucho jadear.

Me obliga a levantarme y me acerca a él buscando mi boca otra vez. Le correspondo enseguida. Mis manos se deslizan por su espalda, siento la tensión y la urgencia en cada movimiento.

Julián me levanta y me lleva hasta su habitación, me desabrocha el corpiño y me empuja levemente hacia la cama recorriendo todo mi cuerpo con su mirada. Me ayuda a sacarme el pantalón y mi tanga.

Su boca no para de recorrer todo mi cuerpo mientras sus dedos están en mi parte intima.

El contacto de sus dedos me hace arquear la espalda y soltar un suspiro tembloroso, Julián sonríe y continúa sus caricias mientras su boca no para de recorrer mi cuerpo.

— Juli por favor — digo buscando que me toque más.

— Estás segura? — me pregunta Julián y yo asiento.

De un solo movimiento me pone boca abajo, apoyo mis rodillas y mis antebrazos en la cama.

Sale un gemido de mi boca por sorpresa cuando me la mete de golpe. Muerdo mi labio inferior arrugando las sábanas. Me agarra las caderas y se empieza a mover. Dentro y fuera. Una y otra vez. Podía sentir cada centímetro suyo en mi interior, todavía no me acostumbraba a su tamaño y él lo sabía. Pero después ese pequeño dolorcito fue reemplazado por placer y los gemidos empezaron a llegar por sí solos. Una ola de calor me recorría constantemente.

Siento sus manos deslizándose por todo mi cuerpo, tocándome por todos lados mientras se mueve. Cada rincón del cuarto haciendo eco de lo que estábamos haciendo.

Cada embestiada me hace arquear la espalda y gemir. El ritmo se hace más constante y frenético. Siento sus manos explotando todo mi cuerpo como si quisiera memorizar cada centímetro de mi piel. Hasta que no puedo más y me empiezan a temblar las piernas, Julián se da cuenta y no para, haciéndome acabar y luego acaba el.

Julián me mira sacándose el preservativo y va al baño a tirarlo. Cuando vuelve se agacha para agarrar su bóxer y me pasa mi ropa interior y un remeron de él, mientras yo seguía intentando recuperar mis respiración y todavía me temblaba un poco el cuerpo.

Los dos nos vestimos y él se sienta en la cama con la espalda pegada al respaldo indicándome que vaya con él y eso hago.

— Te amo mucho, te voy a extrañar — me dice mientras acaricia mi espalda y luego deja sus manos descansar en mi cadera.

— Yo más Juli — digo y le doy un beso.

INESTABLE - Julián Álvarez✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora