Capitulo 23

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-¿Explorando los alrededores? - Era difícil no notar la hostilidad contenida en su voz. Pase por su lado con tranquilidad ignorándolo por completo - Prima, por que me ignoras - ¿Prima? Me encrespe como un gato molesto con esa palabra -

- Antonio, no finjamos que nos caemos bien, es inútil -

- Ja, ja, ja por lo menos eres sincera en esto - Lo mire con sospecha y no era para menos  el hombre nunca me hablaba a menos que fuera necesario ¿Que se traía? Mi instinto me gritaba que tomara distancia-

- ¿Que insinúas que no soy sincera en lo demás? Realmente no se por que no te agrado pero realmente no me molesta-

- No insinuó, lo afirmo estas escondiendo algo, lo supe desde la primera vez que te vi ¿Que es lo que ocultas? -  

- Estas trastornado colega - Sin pensarlo esquive, dos golpes que se dirigieron a mi con una velocidad realmente impresionantes - 

El sonrió como un zorro al ver mi rápida ración y continuo. Me lanzaba uno tras de otro como si tuviera la confianza de que yo podría esquivar todo sin problema. Comencé a retroceder y el a avanzar con firmeza !  Mierda, quería darle una paliza pero entonces no podría explicar la situación.  No me quedo mas que esquivar y retroceder. 

- Vamos se que tienes mas audacia que esta - "!! Hay bastardo te lo estas ganando ¡¡-

Realmente me estaba costando mas contenerme que evitar sus golpes, pero no tarde demasiado en notar dos figuras a la distancia, era Miguel. Dolió, dolió saber que me estaba probando, dolió pensar que no me veía de otra manera que no fuera sospechosa y mierda que dolió darme cuenta de esto después de haberlo follado con la intensidad y pasión que lo hice.    

Así que si a mi me dolía a el le dolería mas. Antonio, me lanzo una patada que no era difícil de esquivar pero preferí recibirla con gusto. El impacto me dio de lleno en el pecho, lanzándome como muñeca de trapo dos metros de distancia. La sorpresa en su cara me dio ganas de reír a carcajada.

Me deje caer en seco sin intención de reducir el daño y vi como las dos figuras corrían en mi dirección.

- !!Ana¡¡- Quise reírme al escuchar el grito de desesperación de Miguel - Ana, me escuchas - "Si pedazo de imbécil te escucho aunque verte es mas complicado" Pensé en fingir un poco mas,  ya que mi visión estaba borrosa-  

- Sr no la mueva puede ser peligroso esta sangrando en el pecho- Bien mi objetivo era precisamente ese, que una de las heridas ya casi cicatrizadas se abriera, solo para que mi aspecto lamentable les hiciera bajar la guardia conmigo un poco mas. 

- Te advertí que no te pasaras, solo tenias que probarla - Grito Miguel, acercándose a su primo el que aun no reaccionaba por completo -

- Ella, mierda ella estaba esquivando todos mis golpes como una profesional .... No espere que ... Mierda - 

Pero ser lamentable no dejaría que mi orgullo no reflotara, aproveche la discusión de los primos para ponerme de pie con una apariencia tan lamentable como un cachorro bajo la lluvia. 

- Sta. No se mueva puede ser peligroso - Darío, me hablo cortésmente llamando la atención de los dos imbéciles -

- No me toques - Me aleje cuando el secretario trato de sostenerme -

- Ana, te llevare dentro - Esta vez fue el cucaracho mayor quien hablo-

- No te me acerques - Mi voz no tenia un tono amigable - Mantente lo mas lejos posible de mi - El detuvo su avance y me miro sorprendido - 

Sin intención de continuar con la conversación, presioné la herida y me abrí camino atreves de los hombres sin mirarlos ni una sola vez. "Y el premio a la mejor actriz es para Ana Trinidad" Por suerte mantuve la cabeza agacha sino hubieran notado la sonrisa que no podía evitar.

Entre a la propiedad bajo la mirada de espanto de las empleadas y algún guardia también demostró lastima por mi estado, ignore nuevamente a la gente a mi alrededor y entre en mi habitación cerrando la puerta detrás de mi.   

No me consideraba una persona dramática pero no tenia muchas mas opciones ya que con lo sucedido y las cámaras ahora puestas en mi habitación no podía mostrarme como realmente era. Para ser honesta había pensado decirle la verdad a Miguel, pero esperaba que el me lo preguntara no que me preparara tal treta.

Saque un botiquín del baño y siguiendo mi papel de chica delicada di unos cuantos gemidos de dolor mientras curaba mi herida. Lo extraño era que sin notarlo las lagrimas cayeron por mi rostro dejándome sorprendida ¿Tal vez fueran por el dolor de la herida? No en el fondo sabia que no era por eso - Tonta - Me susurre para mi misma- 

¿Que podía esperar? Desde el principio sabia que esto no funcionaria, me deje llevar por el cariño y respeto que me dieron los miembros de esta familia y me olvide que yo solo soy una extraña aquí. 

Ja y pensar que siempre fui adulada por mi mente fría y calculadora y ahora estaba encariñada con  gente que era mas que sospechosa. Estaba decidido, tenia que largarme de aquí lo antes posible y dejar de jugar a la casita, yo no era esta chica que lloraba, yo soy una mujer fuerte que sobrevive a las peores situaciones.   

- Ana, abre el medico esta aquí - Ahora le preocupaba que me viera el medico después de compincharse con su primo para ponerme a prueba.-

- Largo, ya me cure -

- Ana, deja que te revisen podrías agarrar una infección- Se estaba impacientando, lo podía escuchar en su voz, abrí la puerta sin darles lugar para entrar - 

- Ahora te importa - 

- Escucha solo queríamos ver si estabas capacitada para ....

- ¡Que te jodan! A ti, a tu primo y al medico. Solo quiero largarme de aquí - Le cerré la puerta en la cara -

Discípula de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora