Capitulo 3

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Ana

El animo del equipo se podía sentir con cada hora trascurrida dentro de la oficina de planeación, no era por que no tuviéramos un plan bien organizado sino por el hecho que el nuevo capo que había entrado a la ciudad estaba indagando por los negocios de Némesis y no queríamos que su interrupción nos hiciera fallar en nuestro objetivo.

Lo poco que los informantes habían podido averiguar fue que buscaba a alguien, pero tuvimos que frenar la investigación ya que dos de ellos habían desaparecido mientras intentaban indagar mas. Sospechoso, por su puesto, pero era mas peligrosos para nosotros ser descubiertos, lo que causaría el fracaso de  misión.  

Esta noche me haría pasar por una estudiante de intercambio y entraría al club Keos, ya sabia por Carina, que habían meseros específicos que indagaban  a las jovenes que entraban al local. Esos hombres lo apodábamos pescadores, si llamo la atención de uno de ellos será suficiente para lograr ser arrastrada a uno de los galpones. 

En el sistema ya figura una identidad nueva y tuve que estudiarla y memorizarla antes de entrar en el juego, aunque me preguntaba quien había sido el gracioso que me había puesto como estudiante de diseño y moda, claro Carina, ¿Quien mas podía tener este sentido de humor? 

Dentro de mi sandalia y broche de pelo llevaría un rastreador, según victimas anteriores los secuestradores solían quitarles la ropas y decoraciones comunes por esa razon el calzado y broches de pelo eran lo mas seguro para no perder el contacto con mi gente.  

Dos horas después me encontraba fuera del club, según mis compañeros " Vestida para matar".  No tuve problemas para ingresar ya que después de una mirada descarada del seguridad en la puerta, pase sin tener que hacer cola.

El lugar no era lo que esperaban  la mayoría de los clubs bailables la música esta alta a extremo, destaca el olor a humo y alcohol, pero para mi sorpresa todo parecía tranquilo, la gente hablaba y reía  sin escandalizar y la música no estaba alta mas bien era del tono perfecto que no impidiera la alegres charlas. En la pista algunas parejas bailaban y un cartel alado de una escalera mostraba la zona de fumadores.

Le di un pequeño vistazo a Carina que servía una mesa con una sonrisa deslumbrante, había que admitir que la rubia sabia encantar. De repente sentí una fuerte mirada sobre mi que me dio un pequeño escalofrió pero la ignore por el momento. Me senté en la barra frente a uno de los chicos  que había sido marcado como pescador y no tardo mucho en estar frente a mi con un coctel de frutas según el, cortesía de la casa. 

- Lo siento pero no soy buena con el alcohol- Dije tímidamente mientras recalcaba un asentó extranjero notorio para luego alejar la copa colorida de mi- 

- Tranquila es mucho mas fruta que alcohol ¿Extranjera?- El volvió a arrastrar la copa hacia mi. Detrás de el Carina, se movía con unas botellas y me dio un asentamiento leve con la cabeza dándome a entender que la bebida estaba limpia de drogas o algo mas -

- ¿Se me nota mucho? A si es - Los ojos del individuo brillaron, era notable la emoción de saber que hoy conseguiría algunos billetes estrás por mi-

- ¿Y que te trae por aquí? - Se supone que debó dejar que el me preguntara y yo solo contestar, pero de verdad no tenia ganas de fingir simpatía, así que le dije lo que quería saber de una sola vez-

-Soy estudiante de intercambio, ya sabes me ofrecieron la oportunidad de estudiar en Australia y ya que no tengo familia, ni seres cercanos en Canadá acepte sin mas - La sonrisa del sujeto se agrando, repugnante pensé.-

Tuve que soportarlo un rato mas, mientras indagaba mas y mas sobre mi persona. En todo momento una mirada se ceñía sobre mi, la sentía como una niebla oscura y cada tanto buscaba al culpable con la mirada pero no la hallaba cosa que me incomodaba cada vez mas. 

El mesero que ya sabia que se llamaba Nicolas, se había perdido de mi vista hacia un rato y aproveche para mezclarme con la gente como una joven cualquiera.  Baile con algunos surfistas y descubrí que parecía que solo sabían charlar de olas, corrientes marítimas y tablas de surf. 

Cuando note a Carina, volver a trabajar a la barra volví por un trago, ella que me vio se apresuro a atenderme.  

- Algo anda mal - Me dijo casi en susurro - Algunos hombres se están movilizando con discreción por el salón, están buscando algo -

- O a alguien - Dije en el mismo tono - ¿Cres que me hayan descubierto?- 

- No podría afirmarlo - Extendió una copa colorida hacia mi - Pero seria mejor abortar el plan ahora, tengo un mal presentimiento - 

Si algo había aprendido en todos estos años era en confiar en nuestros sentidos y si un compañero presentía que algo iba mal, era seguro que así era.

Pero como hoy mis chacras no parecían estar alineados, la suerte no me favorecía. Sentí un pequeño pinchazo en mi muslo mientras el mesero Nicolas se colocaba a mi lado con una bandeja vacía. Carina, que era audaz e inteligente noto mi movimiento extraño y calcule que ya sabia lo que estaba pasando -¡¡ Me habían drogado!! - Grite en mis adentro.  

- ¿Y la estas pasando bien? - Tal vez no disimulé mi rostro de molestia, ya que rápidamente se despego de mi excusándose de que me pudo haber pinchado sin querer con la cadena que llevaba en su pantalón - 

- No hay problema, igualmente ya me iba mañana tengo práctica temprano - Fingí una sonrisa e intente bajarme del banco- 

- Pero dejaras tu trago lleno, sabes es de mala suerte no terminar tu copa - El maldito estaba haciendo tiempo para que la droga hiciera lo suyo. Evalué la situación si escapara ahora no seria fácil volver a ser pescada, pero también había un riesgo al no saber que tan potente seria la droga que navegaba por mi cuerpo ahora. Bien, el que no arriesga no gana, le sonreí al tipo, tome la copa y le di un fondo blanco con dificultad ya que este trago al ser preparado por mi compañera no contenía alcohol y la fruta licuada era espesa.   

- Listo - Dije coqueta y en cuestión de segundos comencé a sentir hormigueos en manos y pies. Mi cerebro comenzó a trabajar, esta droga seguramente no era de las que te da felicidad ni te pone cachonda según los síntomas era del tipo que te nublaba la mente y atacaba tu sistema nervioso-

Estaba jodida

Discípula de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora