Discípula de la mafia

Capitulo 35

Ana

Cuando la droga comenzó su trabajo en primer instancia sentí  como si mi cuerpo flotara y en ese momento mi mente se nubló. 

-Ana resiste, recuerda el entrenamiento, solo nosotros podemos manejar nuestra mente - Levante la cabeza confundida y mire extrañada a Marc, frente a mi, detrás estaba Miguel, Noelia y Antonio. Me enfoque solo en mi amigo y compañero -

- Marc ¿Que rayos haces aquí? - 

- ¿Estoy aquí? Concéntrate Ana-   

- Estoy cansada -

- Lo se bonita, pero debes luchar recuerda que las drogas de este estilo solo confunden tus pensamientos y sentidos si logras enfocarte en una sola cosa podrás vencerla, tu puedes - La imagen frente a mi comenzaba a desvanecerse -

- ¡¡Marc, no me dejes!! - Grite lastimeramente -

- Ana ¿A quien llamas quien es Marc? Aunque trate de enfocar a la persona que me hablaba no podía y en ese momento llego el dolor y grite- 

Por malo que fuera el dolor me trajo de nuevo a la realidad y aunque no estaba del todo estable entendía mi situación.  Mi principal preocupación era que no tenia idea que tipo de droga estaban utilizando ya que muchos desarrollaban diferentes sueros de la verdad o mejor conocido como el tiopentato de sodio, una sustancia que obligaba a los reclusos en los años treinta a confesar crímenes terribles y aun se usan en países de tercer mundo. 

Aunque ese tipo de droga no causaba dolor, entonces podía arriesgarme a asumir que este seria un derivado mas potente y extremo. 

- ¿Como te llamas? - Quise morderme la lengua para mantenerme callada pero el dolor me mantenía ocupada y las palabras salían solas sin mi autorización- 

- Ana Trinidad - 

- Segura que no te llamas Nicol Armida - Quería callarme juro que quería -

- Yo no soy ella, ella es una de las empleadas de esta casa-

- ¿Dijiste que ella esta aquí? - Asentí - Es tu compañera - Me reí fuerte, maldición no podía controlarme y fije mi vista sobre el hombre frente a mi que ahora reconocía como Miguel-

- Ella me odia, jajaja ¿Como podemos ser compañeras? Tienes idea de cuanta veces amenazo con matarme - Los ojos de Miguel, me observaron con confusión-  Yo diría que somos enemigas o si no por que me hubiera  enredado en este problema sin tener nada que ver jaja, juro que la mataría si la tuviera de frente - Por extraño que fuera no podía callarme - 

 Vi como Antonio, salía de la habitación, como un rayo entro a la habitación cargando una carpeta y se la extendió a Miguel. 

- Dime quien es - Puso frente a mi muchas fotos de empleados, cerré mis ojos no quería seguir hablando-¡ Dime!- 

- Señor su presión arterial se esta disparando -En ese momento sentí mi cabello ser sujetado con fuerza, grite pero no por el tirón sino que la sacudida hizo que el dolor recorriera mi cuerpo con mas fuerza. Mire las fotos y ahí estaba -

- Tercera fila, segunda foto - 

- Llévasela a Darío y búsquenla - El guardia salió con la carpeta sin rechistar, luego se dirigió a mi nuevamente - ¿Por que te jugaría una mala pasada, si no te conociera? - 

- Salvarse el trasero, matarme ¿Quien sabe? Tal vez solo me vio como una amenaza ya que yo sabia que trabajaba para la FEI, ella me conoció antes  .....- Aprete los labios justo a tiempo-  

- Señor, ella esta luchando, su cuerpo colapsará  si continua- 

- ¿Quien eres?- Comenzaba a tomar el control pero no por completo tenia dos opciones callarme y aguantar o decir la verdad de mi punto de vista, por que mentir era completamente imposible así que tomaría la segunda opción-  

- No soy tu enemiga, no tengo segundas intenciones, no llegue aquí por que quise, no trabajo para la FEI, yo solo ...... - Me mordí la lengua para evitar delatarme, sentí el gusto a hierro en mi boca pero eso era mil veces mejor que decir que trabajaba para la  KAI -   

- ¡Deja de acerté daño! - Noelia grito desde algún lugar que no llegaba a visualizar, seguramente la sangre ya corría por la comisura de mis labios  - Miguel, detenerla-

En ese momento perdí todas las fuerzas de mi cuerpo y la oscuridad me tomo en un abrazo abrumador. Entre en un sueño profundo o mejor dicho un recuerdo que mantuve guardado muy dentro de mi, aunque fue una conversación simple y común con Zafiro ahora tomaba mas sentido.

- No lo entiendo Zafiro, me dices que después de ser torturada, ultrajada y maltratada por el, aun le quieres-

- Es enfermo lo se, pero uno no decide a quien ama, uff es complicado eres muy joven para entenderlo- 

- Explícamelo, por que lo dejaste entonces -

- Amar a alguien no significa que necesariamente debemos segarnos y no diferenciar el bien y el mal. Lo que esta mal lo esta y eso hace la diferencia de una mujer sumisa y una que se impone a su propio bienestar. Además mi prioridad era mi bebe y lo sigue siendo, me preguntaste por que decidí dejarlo ahí esta tu respuesta, Martin. 

- Significa que ante todo siempre tenemos que buscar nuestro bienestar, aunque estemos realmente enamorados - 

- Algo así Ana. Mira no importa cuanto ames a una persona si ese amor te daña de alguna manera solo descártalo y no mires atrás y si no puedes me llamas y yo lo are desaparecer de la faz de la tierra en un abrir y cerrar de ojos-  

-Ja, ja después llamamos a Diana para que me busque un candidato apropiado-  

- Ya lo vas entendiendo- Nos reímos - Bueno ya me voy la cita que Diana preparo para mi hoy es ¿Como decirlo? -

-Excitante- Dije con burla ya que sabia cuanto le molestaba estas citas coordinadas por Diana.-

- No lo creo ya que es abogado yo diría aburrida, pero perdí la apuesta esta vez así que no tengo salida - 

- Mírale el lado positivo, siempre es bueno tener un defensor de la ley de tu lado en especial con nuestro estado-  

- Nos vendría mejor un medico .... Ah que mas da, recuerda que Martin, debe dormirse antes de las nueve y me llamas cualquier cosa- La despedí con una seña militar  -

Abrí los ojos después de ese recuerdo ....