Capitulo 24

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Dolida un poco, enojada bastante, decepcionada mucho, tenia todo esos sentimientos atorados en la garganta desde hacia dos días. 

Me había mantenido encerrada en mi habitación negándole la entrada a todos menos a los empleados, bueno lo importante era la comida que ellos me proveían.  Con la comida no se juega.

Estaba tan molesta que no me había parecido tan mala idea hacer mi salida nadando y llegue a pensar que podría con unas filas de  dientes afilados de algún tiburón hambriento.

 Seguramente aquel que me estuviera  viendo o mejor dicho vigilando por las cámaras pensaría que enloquecí, ya que llevaba horas mirando un punto fijo en la pared.

Mi cerebro había empezado a trabajar de manera estratégica, tenia unas cuantas ideas de fuga pero todas incompletas.  Realmente necesitaba a Marc, en este momento, el podía llenar los huecos que yo no. Extrañaba a mis compañeros, mi libertad y mi confianza en mi misma. También tenia claro que esta actitud no me ayudaría a salir de aquí pero estaba tan molesta que no me importaba.

Los golpes en la puerta me hicieron bufar, no era hora de comer así que las opciones no eran muchas o era Miguel, queriendo hablar y arreglar las cosas o era de nuevo Antonio tratando de disculparse con poca honestidad y eso ultimo era  claro solo con ver los golpes en su rostro seguramente regalo de su primo.

-Ana - Mire la puerta con molestia, genial así que Miguel, decidió sacar la artillería pesada. Camine hacia la puerta y la abrí-

- Noe - La niña se lanzo a mi cuerpo apenas abrí, detrás de ella la abuela Valentina me miraba con impresión de disculpas - 

- Lo siento .... lo siento mucho - La niña estaba desconsolada, seguramente Miguel, se había encargado de ponerla al día de los sucesos -

Me hice a un lado dejándolas entrar, ellas no me habían hecho nada y siempre me habían tratado con cariño y respeto, no podía descargar mi ira con ellas. 

Hablamos por mucho tiempo, por supuesto que hubo algunos intentos de convencerme de que lo sucedido era solo para saber mi tipo entrenamiento ya que la misma Noe, me había visto patear a Némesis con gran agilidad y su hermano solo quería comprobar mis habilidades. Y luego de eso bla, bla, bla, no puedes irte y mas bla, bla.

Intente no molestarme mientras escuchaba sus mentiras, sabia que no lo hacían con mala intención .... pero no me hacia sentir bien. Ellas apelaban a que Némesis aun fugitivo me encontraría para vengarse y no había que ser muy inteligente para saber que eso era un fraude. Estuve tentada a preguntar ¿Por que iría tras de mi y no tras de Neo, que aparte esta estudiando en la ciudad, muchos mas a su alcance que yo?   ¿Por que iría tras mis huesos si yo ni siquiera había atestiguado frente a ningún policía? A esta altura dudaba de todos ellos y mas que dudas eran certezas.

Me moví hacia el balcón solo buscando un poco de aire fresco mientras las mujeres seguían con escusas tontas.  

De repente mi mirada se estanco en una ojos verde avellana que había visto muchas veces en el pasado. Mi corazon comenzó a acelerarse y golpear con violencia mi caja torácica, no podía dejar de mirarlo mientras la voces a mi espalda se convertían en un eco lejano. 

El hombre que estaba en el jardín me veía como si fuera un fantasma y habría y cerraba la boca como pescado fuera del agua. "Maldije para mis adentro maldición aun no era el momento, aun no "

- !Ana, me estas ignorando¡- Grito Noe y el hombre frunció las cejas y en algún momento dudo a quien estaba viendo, ya lo confirmo al escuchar mi nombre -

- 1Que ¡ - Grite dándome la vuelta y dejando a las dos femeninas congeladas, tuve que componerme rápido - Lo siento, no estoy en mis mejores días - 

Valentina, se levanto de la cama y me abrazo tratando de darme consuelo. Pero eso era lo único que no necesitaba en este momento, solo quería volver a casa, tenia necesidad  de esconder la cabeza en la tierra como una avestruz.

Si creía que antes estaba en problemas ahora tenia la seguridad de que estaba muerta y hasta podía visualizar mi lapida con toda claridad "Estaba muerta" Y ni siquiera toda la KYS podía salvarme el culo ahora. 

-¿ Entonces que opinas ?- ¿Ah? ¿ De que ? Volví a mirar el jardín y ya no encontré a nadie - ¿Me escuchaste? - Me separe completamente de la abuela y sacudí la cabeza en negativa - Ponme atención por favor, te decía que hablare con mi hermano para irnos a la otra mansión mañana. Para despejarnos un poco la segunda casa cuenta con unos buenos saunas y además podemos relajarnos en el espay !! Un día de chicas ¡¡ - No dude y asentí-

Seria una ocasión perfeta para poder explorar el terreno, talvez lo que me había dicho Nicol Armida, no era tan extremista como me lo había pintado y mañana podía comprobarlo por mi  misma, era mi oportunidad.    

- Bueno esta anocheciendo, calculo que no bajaras a cenar, así que nos vemos mañana-

- Gracias y antes que salgan podría preguntar algo - Mi voz salió con inocencia- 

- Claro cariño- La abuela me dio una sonrisa radiante - 

- Al pasar tanto tiempo encerrada note esto - Señale la cámara escondida - ¿Es una cámara verdad? -  La sonrisa de la anciana desapareció - ¿También es para evaluar mis habilidades o solo es para mantenerme vigilada?- 

- Yo me encargo - Esta vez no hubo vacilación ni escusas tontas, solo despego el pequeño objeto del marco de la ventana y la guardo en su bolsillo-  Lo siento por esto -  Casi me rio ni ella ni Noe, pudieron mirarme a la cara antes de salir- 

Respire hondo cuando se fueron, no podía creer todo esto. No pensaba  advertirles que ya sabia de la vigilancia pero sospechaba que tendría visitas esta noche.  

Y no me equivoque, el hombre entro por mi ventana en la madrugada. Sonreí en la oscuridad, aun seguía siendo sigiloso y cauteloso pero muy ovio para mi. Había puesto admuadas en la cama para aparentar estar en ella, mientras yo me había acurrucado en un rincón camuflada con la oscuridad. Pude ver como dudo en tocar lo que creía que era yo y decidí terminar con años de ocultamiento de una vez.    

- Buenas noches Stefan, mucho tiempo sin vernos - El se giro en dirección de mi voz -

- Ana ... realmente eres tu - 

Discípula de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora