Capitulo 31

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Stefan

Había abandonado el territorio de Miguel Moreno con éxito, aunque sentía un gusto amargo por haber dejado atrás a Ana. Sabia que ella tenia razon su perspectiva para analizar era correcta no hubiera podido salir con ella pero igualmente estaba inquieto.

Mire el numero que me había dado y ahora sostenía, me  debatía en mi corazon.  Estaba a punto de llamar a Zafiro y contarle todo, pero me había detenido las palabras  anteriores de Ana. No estaba seguro por que ella no quería involucrar a su familia en esto, pero había una seguridad en sus acciones que me llevaban a preguntarme ¿Que rayos le había pasado? ¿Que fue lo que le hicieron en ese secuestro que la convirtió en una persona completamente diferente? Aunque no había que escarbar mucho para encontrar a la pequeña hermanita en el fondo, muy en el fondo pero ahí estaba.

Zafiro, Diana, yo y hasta Martín, sufrimos enormemente su perdida, fueron días oscuros. Pero de todos nosotros Zafiro, sufrió mucho mas, ella se sentía culpable por la vida de esa chiquilla. Bueno yo también lo hacia.  

Suspire y decidí cumplirle este pedido por ahora. Tome el celular y marque el numero, tal vez así obtendría algunas respuestas.  

- Diga - La voz masculina se escuchaba ronca -

- ¿Marc Tormes?-

- Con el -

- Ana, me dio tu numero, ella necesita ayuda - Espere el interrogatorio pero nunca llego-

- ¿Donde estas? Espera ya se donde estas. Tomare el primer avión, te llamo cuando este allí- 

 Y con eso me corto sin mas, parecía estar muy acostumbrado a estas conversaciones. 

Me encargue de solucionar mis propios asuntos y tomarme una larga, licencia pensaba en supervisar  toda la operación de rescate yo mismo.

Así que informe a mi supervisor del agente desaparecido, que ahora estaba de baja temporalmente,  de la agente Nicol Armida y su fuga y de la falta de pruebas contra Morenos.

La verdad que mi misión era encontrar y de ser posible rescatar al agente Ramírez, aquel que estaba colgado en la celda frente a la de Ana y intentar recoger alguna evidencia de que Moreno, tenia lazos con la mafia.

Por supuesto que Moreno no estaba limpio, pero sin evidencia era mi palabra contra la de el, no tenia sentido informar a las autoridades sin ellas. Era mejor esperar que la agente Armida se pusiera en contacto y que ella informara y luego de eso la mataría por haber entregado a Ana, a esa gente. No por el echo que fuera un ser cercano a mi, sino por que era desleal entregar a un camarada, los agentes con esos valores eran una bomba de tiempo para todos nosotros. 

Apenas termine con todas mis obligaciones decidí descansar un poco después de  una semana tan ajetreada. Pero los dioses no parecían estar de acuerdo con mis necesidades ya que apenas cerré los ojos unos golpes en la puerta me hicieron ponerme nuevamente en pie.

Me encontraba en un hotel así que calcule que seria alguien de la recesión, grande fue mi sorpresa cuando abrí  la puerta con molestia y fui recibido por dos cañones de pistolas. Si podía asegurar que hoy no era mi día de suerte.   

- Entra guapo - Una rubia muy pero muy sésil me hizo retroceder - Siéntate-  

Mientras ella me mantenía a su disposición un hombre moreno revisaba mis cosas.  

-Si me dicen que buscan tal vez pueda ayudarlos- El tipo se guardo mi arma en la espalda, se cruzo de brazos y me miro fijamente-

- Dímelo tu, me llamaste hace cinco horas -

- Eres Marc, pensé que me avisarías cuando llegaras -El tipo se encogió de hombres con desdén-

- Llegue ¿Mejor así? Habla - 

- Parece que todos los miembros de K.Y.S tienen esa actitud de mierda - El cañón del arma de la rubia se poso en mi cien mientras me daba una mirada ofendida- Bien, bien .....

Les di una explicación de todo lo sucedido hasta el momento, también les conté de mi relación con Ana. En conclusión quería hacerle ver que yo no era el enemigo sino un aliado.  

-Eres el amigo de la diabla- Lo mire sorprendido por estar al tanto de ese tema- No te sorprendas Ana y yo somos muy unidos conozco su pasado-  

-¿Como tu ...-Decidí cambiar mi pregunta ya que era inútil - ¿Entonces tu sabes que la hizo convertirse en quien es ahora?- 

- Claro que si lo se, pero esa información es confidencial. Ahora tomas tus cosas tenemos un lugar seguro -Ellos salieron y me esperaron en la puerta mientras yo empacaba mis pocas pertenencias.

Sali con mi mochila a mis espaldas y camine en su dirección, sin decir mas las dos figuras avanzaron al estacionamiento. Marc se sentó al volante mientras la chica aun desconocida para mi, se sentó en el asiento trasero dejándome a entender que mi lugar seria como copiloto.

- ¿Como esta realmente ella?-La rubia no se contuvo en preguntar y note la preocupación palpable en su voz -

- No es que ella demuestre abiertamente sus emociones, parecía segura y confiada en si misma- Conteste con la verdad -

- Si no pudiste leer sus emociones es que no la conoces lo suficiente - El moreno parecía recriminarme- 

- Conocía a la niña de hace cuatro años, esta Ana es completamente diferente para mi- Tenia que admitir la verdad, así que me expresé con sinceridad en mis palabras - Pero mi cariño por ella no disminuirá por ese detalle -

- Ana, puede parecer muy dura y antipática pero es solo una fachada, cuando tienes su confianza no hay mejor compañera para cuidarte la espalda - La rubia hablaba emocionada -

- Carina, basta - La chica bufo por la orden de Marc-

- El también es un buen tipo - Me susurro Carnina, mientras sonreía- -

El viaje se hizo largo después de eso  ya que la chica se concentró en una laptop y el chico en conducir, me quede reflexionando por mucho tiempo. Era notable cuanto apreciaban estos dos jovenes a Ana, la forma que hablaban de ella despedía un cariño profundo y una lealtad latente no era como la que tienen los compañeros sino como una hermandad así como Diana y Zafiro en el pasado. 

Discípula de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora