Ana
Había pasado tres semanas desde que llegue a esta casa. Hacia cuatro días que no veía a Miguel, ni a sus acompañantes, precisamente desde ese horrible sueño. Estaba inquieta recordaba claramente llamarme Ana Trinidad, sabia que no era estudiante pero aun no recordaba que era, ni por que tenia una identidad falsa, todas las opciones se me habían cruzado por la cabeza en especial ser una fugitiva de la ley como había mencionado Zafiro, en unos de mis sueños. " Recuerda que somos fugitivas"
Faltaba una parte importante de mi memoria y temía que al recordarlo fuera peor de lo que esperaba ¿Y si yo fuera cómplice del secuestró de Noelia? aunque los hechos no me involucraban con ello, por que no podía ser así de todos modos.
La abuela Valentina, se me había pegado como una sombra todos estos días, Noelia también aprovechaba para verme luego de sus clases. No podía quejarme nadie me preguntaba nada referido a ese día. Pero parecían esperar que fuera yo quien quisiera hablar de los hechos, algo que estaba segura que yo no aria por mi propia iniciativa.
Una de las empleadas se adentro en la habitación con una bandeja de comida en las manos. Me mantuve en silencio ya que la reconocí como la mujer que me tiraba dagas con la mirada en varias o casaciones. Y hoy no parecía ser de otra manera ya que apenas entro frunció el seño pero al mismo tiempo divise como observaba atentamente toda la habitación en busca de personas.
- ¿Cuanto tiempos piensas jugar este jueguito? - La mire desconcertada y mantuve silencio " Escuchemos que tiene que decir "pensé- Sabes que va contra las reglas infiltrarse en el campo de trabajo de otro colega sin dar aviso del mismo- Dejo la bandeja en la mesita frente al sillón y se paro frente a mi con soberbia, mientras en mi cabeza me hacia un millón de preguntas - ¿Aparte de la memoria perdiste la voz?- Escupió con resentimiento -
- No, tengo ni la menor idea de lo que estas hablando - Ella cerro los ojos casi por completo con la duda en ellos-
- ¿Estas de coña verdad? Esto no es gracioso , aunque tu pandilla de críos no sean muy apegados a las leyes tampoco se les permite hacer lo que quieran- La mujer cada vez se veía mas enojada y yo comenzaba a irritarme -
- Te lo repito, no tengo ni idea de que me estas hablando, pero como tu si pareces saberlo te invito a que me lo espliques -
- Entonces enserió no recuerdas..... Mmm Escucha niña te daré un consejo sal de esta casa en la primera oportunidad que tengas si quieres vivir - Con esas palabras salió de mi espacio como si nunca hubiera estado aquí -
Y yo estaba confundida, analizando las palabras de la rubia malhumorada. "Dios era tan difícil hablar claro " Respira y analicemos ella dijo "Va contra las reglas infiltrarse en el campo de trabajo de otro colega sin dar aviso del mismo" "Sabes que hay un protocolo a seguir" " Tu pandilla de críos no sean muy apegados a las leyes tampoco se les permite hacer lo que quieran"
-!!!Haaaaa ¡¡- Rodee en la cama y me tape la cabeza para gritar de frustración- !! Maldición¡¡ -
- Cof cof - Me paralice al escuchar la toz falza -
Miguel se encontraba apoyado en el marco de la puerta mirando mi pataleta de lo mas divertido.
- No te cortes por mi - Acaso en tipo encontraba divertida mi situación, fruncí el seño con molestia -
Miguel
Contuve la carcajada al encontrar a la chica rodando por la cama, pataleando y sacudiéndose, con una almohada en la cabeza gritando y maldiciendo. Me recordaba a Noe, en ocasiones donde se le negaba algo.
Ella parecía sentirse ofendida por mi intromisión y a mi mas gracia me hacia, aparte que se veía preciosa con el cabello desparramado y los cachetes rojos como manzanas. Había que admitir que la mujer era hermosa y algo mas. Eso ultimo era que desde esa posición podía apreciar el inicio de su escote y sus notable forma.
Deje de burlarme de ella cuando la vi hacerme un puchero en resinación y para que negarlo, todo mi cuerpo se encendió, quería follarla, quería hacerla gritar mi nombre y en algún momento sin percatarme me acerqué a ella como un depredador.
Ella noto mi cambio repentino pero no retiro su mirada de la mía y juraría que dejo de respirar cuando me coloque sobre ella sin ninguna explicación. Mire sus labios que parecían llamarme con intensidad y sin previo aviso los devore con necesidad, el gemido ahogado de sorpresa que dio me permitió meter mi lengua dentro de su boca y saborear su sabor.
Ella mostro resistencia a lo primero, pero fue vencida en el momento que coloque mi mano en lo bajo de su espalda pegando mi duro amigo en su intimidad que solo era cubierta por un fino short piyama , dejándola entender mi posición en este momento.
El calor se fue elevando y yo al igual que ella estábamos extasiados, deje sus labios y tome su cuello sin contenerme en dejar rastros en el. Ella gemía mas para mi propio placer y comencé a bajar mis besos a su escote sin ninguna vergüenza, su olor corporal me estaba volviendo loco.
- Ah .. para Miguel Ah- Su mano se coloco en mi pecho en un intento de resistencia -
- Quieta - Tome su mano y la coloque detrás de mi nuca mientras daba la orden con voz severa -
Baje su blusa de tirantes y tome su pezón como mi rehén, ella apretó mi nuca sin dejar de suplicar con deseo. No había forma de dejar escapar esta mujer, tenia la necesidad sofocante de hacerla mía y mientras mas la exploraba mas confirmaba ese hecho.
Cuando perdió el control en su totalidad sus piernas rodearon mi cintura y eso me dio pase libre para meter mi mano dentro de su ropa interior. Ella se arqueo dejándome ver el mejor espectáculo de mi vida, sus labios apenas abiertos lleno de suspiros, sus ojos cargaban una mirada completamente de placer y su cara roja. Seguí manipulando mi dedo sobre su clítoris esperando su liberación, pero no espere que un maldición con voz masculina cortara todo el momento.
- !Carajo¡- Cubrí rápidamente a Ana, con una sabana mientras miraba a Antonio, con la clara amenaza el la mirada. El sabia lo molesto que estaba y rápidamente se escuso- Las puertas están para algo-
Era correcta su explicación yo me había dejado llevar y no seré la puerta. Ana me empujo a un lado y se metió en el baño con la sabana aun cubriéndola.
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Discípula de la mafia
RomanceSe recomienda leer antes mi diabla. Ana Trinidad, una joven que conoció la maldad desde su edad temprana, fue vendida por su padre a la mafia rusa, rescatada por una ex agente Zafiro Martines para al final ser secuestrada y dada por muerta. Nada de...