Capitulo 25

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Stefan 

La mantuve presionada contra la pared, mientras una marea de sentimientos me consumían, ira, rencor, alegría ....  

Me habían encomendado buscar a un agente que desapareció, se había infiltrado en un casino de un mafioso de alto rango y su ubicación estaba en este punto. Nunca espere encontrar a la chica que considere una hermana menor por mucho tiempo y que al final enterré con el corazon destrozado. Tantas veces me culpe por no haberla salvado, yo maneja el auto ese día cuanto se la llevaron a ella y a Martin. El peso en mis hombros fue insoportable y agrio.   

Pensé que me había vuelto loco cuando la vi en el balcón, dude por un minuto ya que era idéntica pero con rasgos mas maduros. Solo lo confirme cuando sentí que llamaban su nombre "Ana" que posibilidades había de llamarse igual a ella.

- Entiendo que estes molesto, pero me estas aplastando -

- Molesto estas de coña, estoy furioso ¿por que ....- Ella puso un dedo sobre mis labios -

- SSSS baja la voz - Su mano se movió desde mi boca a mi mejilla - 

- Lo siento, realmente lo lamento ..... Es una larga historia que ahora no hay tiempo para contarte -Susurraba mientras estaba atenta a cada movimiento a su alrededor - Contéstame con un si o no ¿ Aun trabajas para la fuerza inglesa?- 

- Si -

- ¿Estas aquí en una misión verdad? ¿Trabajas con la agente Armida?-

- Si y no -Aunque estaba oscuro la vi fruncir el seño-

- Explícate-  

- ¿Por que? - Ella suspiro - 

- Solo te diré, trabajo para la KYS, mi misión termino mal y termine aquí por casualidad, la historia es larga y complicada, solo te diré que necesitó salir de aquí -   

- Es una broma la KYS son delincuentes con placa - Ella se pego a mi molesta y de repente note cuanto había crecido  ya no era la niña que recordaba en especial su pechos eran mucho mas grandes de lo que recordaba- 

- No creas todo lo que escuchas, no juzgues un libro por su portada - Ella tomo una actitud  altanera y sensual. Maldije para mis adentro que le había pasado a la joven extrovertida y tierna que conocí-

Sus movimientos eran lentos pero retadores, como si estuviera preparada para atacar en cualquier momento. Por unos segundos vi a Zafiro, delante de mi con su conocida característica de mujer peligrosa y sensual.  

- Bien ya tendrás tiempo para explicarme que demonios te sucedió - Mi voz salió con mas recelo de lo que me hubiera gustado - Te ayudare a salir de aquí pero debes esperar cuatro días -

- ¿Cuatro? - Ella me interrogo solo con gestos -

- Tengo que encontrar el paradero de un agente que desapareció -

- ¿La agente Armida?-

- No, pero como la conoces -

- Trabajamos un caso de cerca, el mismo que me trajo aquí -

- No puedo darte detalles, pero solo te diré que el agente que busco fue traído aquí. Tal vez tengas alguna pista para mi - 

- Ya se lo dije a tu compañera no se nada de esta familia solo salve a la niña de esta casa y salí herida no tengo mas información ... - Su mirada se concentro en la puerta y ella me arrastro para que me metiera debajo de la cama-

Sentí que ella se lanzaba a la cama  y como no saberlo si el cochón me golpeó en la cara. Tenia que admitir que tenia muy buenos sentidos. El sonido de una llave abriendo la cerradura me obligo a bajar el ritmo de mi respiración, mientras tanto unos pasos pesados se habría camino hasta la cama. Con calma saque mi cuchillo de mi cintura para prepararme para cualquier acontecimiento.

Los zapatos de cuero negro se detuvieron al borde de la cama y de mi rostro y solo se quedaron allí por cinco minutos. Luego se movieron hacia el balcón y cerraron las dos hojas sin hacer el menor ruido. Llegue a divisar como el hombre tomaba asiento en un sillón y maldije.    

Parecía que no había intenciones de retirarse y llegue a pensar que pasaría el resto de la noche bajo la cama. Por suerte veinte minutos después se retiro entre resoplidos. 

Me quede quieto ya que Ana, tampoco se movía, probablemente aun no se había alejado lo suficiente o eso fue lo que pensé pero la realidad es que la chica se había quedado dormida en esta situación. Lo supe cuando sentí su respiración pausada y constante,  pensé que era increíble que pudiera dormir tan plácidamente con un hombre mirándote y otro debajo de tu cama.  

Decidí irme por el momento. 

Lo que Stefan no sabia que apenas el se fue la chica abrió lo ojos aliviada, ella solo no quería seguir explicando, escusándose y mintiendo.    

Mientras esto sucedía en un sótano de la mención un hombre de alrededor de treinta años estaba colgado de sus brazos por cadenas. Sus piernas habían sido amputadas, su toras tenia varias quemaduras, en su cara faltaba un ojo, la parte superior de su labio. Cualquier persona normal que hubiera visto esta imagen seguramente vomitaría hasta la bilis, pero no la mujer que estaba parada frente a el.   

Para su desgracia ella había visto muchas veces a hombres en tal estado, era su trabajo. Ya no le afectaba si el hombre frente a ella era un compañero o un amigo cercano, lo importante para ella era no terminar igual o peor que el y para eso tenia que estar justo enfrente de el.   

- Evan - El hombre abrió con pereza su único ojo visible con gran esfuerzo - Lo siento mucho compañero- Lo mejor era mostrarle un poco de solidaridad si quería que el fuera útil para ella-

- Nicol huye- Si no tuviera un papel que representar Nicol Armida, se hubiera reído del hombre que a pesar que estaba con un pie mas del lado de los muertos que de los vivos, se preocupara mas por ella que por el mismo- 

Ella se había acostado con un guardia que cuidaba este sector y le había contado con lujos de detalle como habían torturado al agente para que delatara a sus compañeros. El problema era que su única compañera en esta misión era ella y lo positivo era que el agente sentía adoración por ella y sus encuentros sexuales por eso no la había delatado aun. Esa fue la razon de por que se arrastro a este sucio lugar

-Evan lo siento tanto..... pero tengo una solución ... mañana cuando vengan a interrogarte tu solo dirás ..... 

Discípula de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora