Capitulo 8

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- No te mueras, no puedes morirte ....- 

- Vas a estar bien .... -

- Tuvo mucha suerte, las balas no tocaron ningún órgano imprescindible....-   

- Debemos esperar a que despierte, el impactó que recibió en la cabeza podría ser el causante....- 

- Si no despierta el las próximas veinticuatro horas recomiendo llevarla al hospital a realizar una tomografía..... -

- Mmmm .....- 

- Señorita? Señorita me escucha -

- Mmm... Duele - Apenas pude abrir mis ojos sin encandilarme - ¿Donde .... - Mire inquieta a una señora a mi lado que me sonreía con calidez-    

- Espere un segundo señorita voy por el doctor - La señora salió casi corriendo por una gran puerta de madera, mire a mi alrededor muy confundida, levante la mano y encontré una vía intravenosa en ella -

 !! Ana ¡¡- Una joven niña corrió hacia mi con una sonrisa y lagrimas en el rostro, tomo mis manos - Yo pensé, yo ... pensé que te había matado yo .... lo siento ... por mi culpa .... tu - Hablaba entrecortadamente y me hacia difícil entender que estaba pasando-

De repente la habitación comenzó a llenarse de gente que no sabia quienes eran, un hombre en bata blanca seguido por una mujer igual vestida, tres hombres con aspecto severos y una anciana que sonreía,  

La mujer de bata fue la primera en actuar y le pidió a la niña espacio para revisarme. Cuando termino le dijo a todos que parecía encontrarme bien y la niña anterior volvió a pegarse a mi. 

- Ana, escuchaste te mejoraras - 

- ¿Quien eres?- El rostro de la niña perdió su sonrisa - ¿Quienes son todos ustedes y por que me duele tanto la cabeza?-

- !Usted dijo que estaba bien¡ - La niña apunto a la mujer de bata, como una gata enfurecida - 

-Por favor déjenos revisar a la señorita mas afondo- Esta vez fue el hombre de bata que hablo y todos salieron en silencio - 

- Señorita, soy el Dr. Tejeria y ella es la Dra. Ramos, somos quien la a tratado en estos días, dígame ¿Como se llama?-  

- ¿Mi nombre? Yo me llamo ... No lo se ¿Como me llamo?- No podía recordar nada, estaba en blanco- 

El medico me hizo barias pruebas en la vista y revisó dos heridas que tenia en mi espalda, mas otra en el hombro. Cuando termino llamo de nuevo a toda la gente de antes y comenzó a explicar la situación a ellos. 

- Su estado no es malo las heridas de bala están cicatrizando bien , parece haber una inflamación en el cerebro que pudo haber sido causado por el impacto al caer o la gran perdida de sangre, esto es común en estos casos. La perdida de memoria es causada por esa inflamación que sedera con el paso de los días no hay de que preocuparse, igualmente seria bueno hacer una tomografía para salir de dudas.  

- ¿Heridas de bala?- Eso fue lo único que me quedo en la mente y no me aguante en preguntar ya que el medico no me hablaba a mi sino que se dirigía a los tres hombres -

- Todos salgan- Uno de ellos hablo y todos obedecieron sin titubear. Mire al hombre frente a mi, era alto, musculoso, pelo castaño corto  y ojos celestes todo un semental pero tenia un rostro de pocos amigos que daba ganas de salir corriendo.  

Me miraba como si buscara algo mientras yo  me ponía cada vez mas nerviosa, estuvimos en silencio por mucho tiempo hasta que tomo una silla y se sentó a mi costado.

- Te voy a resumir lo acontecido- Su voz no cargaba un gramo de simpatía -  Tu nombre es Roxana, aunque tu misma te haces llamar Ana. Te secuestraron en un club junto con mi hermana y la policía las rescato. En ese proceso alguien le disparo a mi hermanita y tu la cubriste con tu cuerpo así que por esa razon estas en mi casa - Una voz en mi cabeza gritaba "Miente" - 

- ¿Y por que estoy aquí y no en un hospital? Alguien debe estarme buscándome, mi familia por ejemplo-

- Nadie te busca y estas aquí por que el hombre que te secuestro aun no fue capturado. Digámoslo así te estoy protegiendo mientras esto se resuelve y por que Noe, mi hermana lo quiso así- Esas ultimas palabras eran claras, estaba obligado a darme alojamiento por pedido de su familiar-

- Pero ... - Tapo mi boca con un dedo y me miro ferozmente pero en vez de sentir miedo me enfurecí aunque no hice mas que mirarlo mal- 

-Esa mirada me dice que me traerás problemas- Se acercó a mi rostro demasiado y no pude retroceder gracias a los almohadones en mi espalda - Se buena niña, compórtate bien y no me traigas problemas. Así cuando te recuperes te daré una recompensa por tu ayuda y podrás irte a donde quieras. -  Después de decir eso se alejo sin mas dejándome mas confundida- 

Fije mi mirada en un punto fijo mi cabeza era un lio y las palabras del hombre que ni el nombre sabia me dejaron en un caos. ¿Secuestro ? Ni siquiera me había explicado la razon . Dijo que nadie me buscaba ¿Como era posible? Todos tenemos a alguien aunque no sea familia, un amigo, un jefe, un conocido. 

Mire un espejo grande en una esquina de la habitación, no recordaba ni mi rostro entonces me levante con la bolsa de suero y camine para ver como era. Me mire fijamente, era joven y podía decir que muy bonita aunque me veía pálida. Mi cuerpo estaba bien estructurado y podía asegurar que me mantenía en forma solo con ver mis piernas y brazos.     

Tenia esa sensación de que algo estaba muy mal, como si en el fondo supiera que no debería estar aquí.  También podía asegurar que ese hombre me había mentido, no podía explicarlo con exactitud pero habían gestos que no coordinaban con sus palabras ¿ Como podía saber eso? Ni yo lo entendía. Pero si sabia que tenia que irme de este lugar lo antes posible.  

Discípula de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora