Capitulo 33

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Ana

Bueno no siempre tengo la razon y muchas veces las cosas no salen como lo planeo. Ya había trascurrido una semana de la visita de Miguel, espere que ese trato que le había ofrecido me diera mas tiempo y poder refutar mi identidad pero por lo visto había fracasado. Aunque las torturas habían disminuido en cantidad ahora eran mucho mas agresivas.

Solo quedaban dos semanas mas si todo seguía mi plan, solo que ahora mismo no estaba segura de soportarlo por mucho. Había notado que mi temperatura corporal estaba extrañamente alta, seguramente alguna infección en mis heridas lo provocaban. 

Había intentado vendar mis muñecas por las quemaduras de corriente pero cuando las ampollas aparecieron era imposible que la tela no se pegara a la piel causando mas dolor. Cuando esto paso Antonio, cambio mis muñecas por mis tobillos y la misma situación le paso a ellos.

Me comenzaba a resinar poco a poco en que no recibiría ni una pisca de piedad de los hombres Moreno. 

" Dos semanas, quince días, ciento sesenta y ocho horas, estaba jodida" Me volví a levantar del cochón y camine por la celda, necesitaba tener mis músculos en movimiento, repetía este ritual todos los días, de esta manera evitaría que mis músculos se entumecieran.   

Antes que terminara se escucharon los pasos, me mantuvo parada en mi lugar. 

- Gracias adiós aun te mantienes en pie - Estaba espantada -

- Pero que rayos haces aquí, este lugar no es para una niña como tu - Los llorosos de Noe, no se hicieron esperar, me acerqué a la reja para calmarla -

- Pero es mi culpa .... Por mi culpa estas aquí ..... Yo te sacare lo juro .... - Entre tanto llanto y tantos Hipo apenas entendí sus palabras -

- Noe, estoy bien enserio - Trate de calmarla -

- No mientas te vez como la mierda - Ella seguía siendo muy honesta- 

- Gracias - Fue mas un reproche que un agradecimiento - 

- Solo me dejaron verte cinco minutos, pero te juro que te sacare de aquí ¡ No me importa que seas una agente !  !Tu me salvaste, te lo debó¡- Suspire hondo -

- Noe yo no soy Nicol Armida ..... Tampoco soy  Roxana Monarca, pero en especial yo no soy un enemigo solo espera tu hermano lo descubrirá tarde o temprano- Me sincere con la niña ella siempre lograba sacar lo mejor de mi - 

- Entonces como te llamas en realidad - Lo pensé una y otra vez, por mas que les digiera mi verdadero nombre no podrían rastrearme ya que según mi verdadera identidad había fallecido hace cuatro años. Perdí el hilo de la conversación al distraerme con una jugosa y gran cucaracha que caminaba por la pared. Suspire con pena no podía agarrar el insecto y comerlo delante de la niña, definitivamente arruinaría mi buena reputación. -  

- Mi nombre ... que mas da. Mi nombre es Ana Trinidad - 

-Eso servirá - Contesto con una gran sonrisa, levante las cejas con curiosidad ¿Que estaba planeando esta pequeña demonio?- Te saquere lo juro - Y con eso se fue corriendo sin mas - 

Me quede mirando el espacio vacío por mas tiempo que el necesario, solo pensando que tal vez había sido una ilusión el haber visto a Noelia, aquí. No seria extraño si enloqueciera de un día para otro pero que mas da. Luego recordé que mi cena debería estar cerca y me apresure a encontrarla.

Se que para cualquier persona común esto seria repugnante pero esa cucaracha me garantizaba nutrientes suficientes para sobrevivir sin debilitarme por completo. La tome y sin pensarlo me la comí sin una pisca de dudas. 

No paso mucho tiempo cuando mi verdugo se posiciono frente a los barrotes con esa sonrisa que lograba irritarme de sobremanera.

- Antonio, ya vienes a joderme ¿ Acaso crees que soy inmortal o que?-

- Veo que no aprecias mi compañía - El idiota me extiende un puchero -

- Preferiría la compañía de una manada de lobos hambrientos -

-Ten cuidado con lo que deseas no seria difícil ponerte algunos lobo dentro de la celda - Solo me calle por que sabia que podía hacerlo sin una pisca de remordimiento, no por miedo " Bueno tal vez un poco, los animales salvajes con dientes me dan cosita "- Vamos levanta ese lindo trasero hoy tenemos algo diferente - Lo mire con una mirada asesina, por que diferente en el vocabulario de este psicópata era igual a dolor - 

- Hum .. ya - Sin protestar me acerqué al sujeto- 

Al llegar a la conocida habitación me encontré un poco perdida con lo que se hallaba dentro. Miguel, dos hombres con bata y una silla en el medio de ellos. Le di una mirada a la mesa detrás de ello y no me gusto para nada lo que en ella había, parecían pequeños tarritos con medicación, jeringas y agujas. 

Recule por puro instinto aparte de los dientes afilados odiaba las agujas al extremo, la ultima vez que tuve que vacunarme contra el tétanos tuve que ser sujetada por Marc. Era una agente que ponía su vida en constante peligro pero también era humana no me gustaba nada esta situación.

-Ven aquí - El cabrón de Miguel, me hablaba suavemente como si de una niña se tratara - No me hagas ir por ti -

- Que te jodan, tío - Sin pensarlo hable en un tono español notable -

- Pero mira nomas y nosotros creyéndola una rusa - Definitivamente Antonio, no podía mantener el hocicó cerrado-

-ТРАХАЙТЕСЬ ТОЖЕ, FATTI SCOPARE ANCHE TU- Escupí con ira -

- ¿Que fue lo que dijo? - 

- Dijo que te follen a ti, en Ruso y en italiano - La molestia de Antonio, fue evidente mientras Miguel, le respondía -

- También te lo puedo decir en Alemán si lo prefieres -  Dije altanera -

- Tu mocosa - El, amago a darme un golpe pero la mirada de Miguel fue severa y imponente haciéndolo retroceder un paso, casi me rio -

Estaba tan entretenida viendo la cara de reproche de Antonio, que no vi venir la mano de Miguel en mi dirección. El hombre me sentó en la silla y esposo mis muñecas en los posa brazos con tal rapidez que no pude reaccionar como hubiera querido. 

Discípula de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora