Capítulo 19

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Como Philip le ordenó a su soldado, este le apuntó directamente a la cabeza a Fernanda, quien alzó el mismo cuchillo con el que planeaba matar a Graves, casi haciendo un esfuerzo sobrehumano al hacerlo.

— No te atrevas — lo amenazó alzando el cuchillo.

El Shadow rió y le arrebató el cuchillo a Pantera, la cual miró en la dirección hacia la que el cuchillo fue lanzado. El primero le puso el pie en el brazo a la española, impidiéndole cualquier movimiento y logrando un quejido ahogado en ella.

— Últimas palabras — le ordenó.

Gallardo no dijo nada, se limitó a mirar al Shadow en silencio, mirándolo fijamente a los ojos.

El enemigo rió al ver la mirada que le daba la teniente, para luego volver a apuntarle con el arma a la cabeza.

Ella recostó la cabeza al suelo y cerró los ojos, dejando ir un suspiro y pensando que esos serían sus últimos momentos.

El balazo sonó, y Fernanda apretó la mandíbula. Sin embargo y para sorpresa de la mujer, no sintió dolor, pero si el cuerpo del Shadow que iba a matarla hace unos segundos caer sobre ella sin vida.

Abrió los ojos de golpe y apartó rápidamente el cuerpo del soldado, haciéndose a un lado ella también con una expresión de shock.

Alejandro y Soap apareciendo por un esquina, arrodillándose al lado de Pantera con una expresión de pura preocupación. Y Alejandro lucía más preocupado aún.

— ¿Estás bien? — le pregunta rebizando su cuerpo en busca de heridas.

— Si — logró articular la mujer para luego enderezarse con ayuda de Alejandro —. Que no escape.

— Yo voy — avisó MacTavish.

El sargento comenzó a correr tras Graves, y el coronel tomó el brazo de Fernanda para colocarlo alrededor de su cuello y la otra mano colocarla en la cintura de su contraria.

— Puedo continuar — gruñó Pantera.

— Estás herida — el hombre la miró a los ojos con preocupación.

Que no, que estoy bien.

Alejandro suspiró por la maldita necedad de la mujer, sintiéndose derrotado ante la terquedad de Fernanda. Una terquedad extrañamente irresistible.

— Bien, pero trata de no recibir más daño, ¿okay?

— Hecho.

Vargas la ayudó a caminar hasta que ella consiguió salir de su mareo y pudo mantenerse en pie para caminar sin dificultad. Luego, Gaz se les unió.

La española, el británico y el mexicano disparaban a los enemigos, limpiando la zona de los Shadows que quedaban junto al equipo.

Avanzaron hasta unos contenedores, donde los tiros seguían. Fernanda no fallaba ninguno, y Alejandro tampoco.

Y de repente, un Shadow oculto saltó hacia Gallardo con un cuchillo en la mano, con intención de apuñalarla.

— ¡Fernanda!

Ante el aviso del coronel, Fernanda se dio la vuelta y empujó al enemigo a tiempo contra un contenedor, en donde lo llenó de plomo.

— ¿Hola? — una voz femenina sonó en el interior del contenedor. Era Valeria.

— Yo me encargo — habló la española antes de acercarse a la puerta.

Mientras que Fernanda se encargaba de abrir las puertas, Alejandro y Kyle estaban en guardia por si algún enemigo se acercaba.

La novia del coronel 『Alejandro Vargas』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora