Adentrándose las calles de Las Almas, Soap vio algo que lo hizo entrar en alerta y que a Fernanda la hizo recordar cuando ella reaccionó igual.
Un auto blanco transportando cuatro hombres armados.
— Camioneta blanca, cuatro armados — el sargento llevó su mano al arma.
— Oye, tranquilo, calma — Alejandro llamó su atención —. Aquí es normal. Las armas en la calle son jurisdicción de la policía.
— ¿Dónde está la policía? — consultó Ghost.
— Bueno, Las Almas tienen problemas graves — respondió el coronel —. Aquí hay pocos que ejercen la ley y los que se oponen a la corrupción... desaparecen.
— ¿Qué hay del ejército?
— Cómo estamos bien entrenados, a los soldados noa reclutan los narcos.
— ¿Y a ustedes no? — entró en escena la pelinegra.
Tras su pregunta, Alejandro y Rudy conectaron miradas. Hasta que Alejandro decidió hablar.
— Crecimos aquí, nos apodan 'Los Vaqueros' — miró por la ventana —. Nos aman, y amanos este lugar. Y moriremos defendiéndolo.
Alejandro volteó y conectó la mirada con la de Fernanda, quien asintió una vez entendiendo la determinación de Alejandro por defender su nación. Él le puso una ligera sonrisa a la hermosa teniente, quien se la devolvió apenas un segundo antes de apartar la mirada.
La vista de Soap se posó en algo que no se veía en ningún lado: narcos vendiéndole un globo a un niño. El hombre de cresta miró a Ghost.
— Niños, armas y globos. Que novedad.
— ¿Eso también es normal aquí? — habló la mujer.
— El narco usa la generosidad para ganarse al pueblo — aclaró Alejandro.
— ¿Hasta a los niños?
— Sobre todo a los niños — Rudy entró en escena.
Fernanda hizo una mueca de desagrado ante eso. Odiaba la idea que gente tan peligrosa usara hospitalidad fingida solo para ganarse a los más pequeños.
Se estacionaron momentánemente, e inevitablemente la mirada de todos fue dirigida a una escena caótica: cadáveres cubiertos por mantas llenas de amenazas, rodeados de sangre.
— ¿Qué pasó ahí?
— Hostia... — maldijo Gallardo en shock, mirando la escena horrorizada.
— Narcomantas — Alejandro miró la imagen con desagrado.
— Son del cártel — agregó Rudy.
— Mensajes del Sin Nombre, advertencias, reclamos de territorios — el auto se puso en marcha justo después de las palabras de Alejandro —. La muerte está en todos lados.
— ¿Cuán cruel hay que ser para cometer tal atrocidad? — su voz era casi un susurro, por lo horrorizada que estaba.
— Esto no es nada comparado a lo que son capaces de hacer, Pantera, créeme.
— Dios...
Fernanda aún miraba los cuerpos con horror. Parecía que había visto un fantasma. Y tal y como ella dijo: ¿Cuán curel hay que ser para realizar tal atrocidad?
— ¿Quién es el Sin Nombre? — cuestionó el enmascarado.
— El Sin Nombre... el temible, es el líder del cártel de Las Almas.
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La novia del coronel 『Alejandro Vargas』
Hayran KurguFernanda Gallardo, una teniente española, fue plantada en el altar y humillada frente a media ciudad en España, jurándose a sí misma que nunca volvería a confiar en el amor. Pero diez largos años después, el coronel Alejandro Vargas llegó a su vida...