— Lamento interrumpir su plática de... ¿enamorados?
Era nada más y nada menos que el comandante de la Shadow Company, Philip Graves.
Venía acompañado de dos de sus hombres, y obvio, con el arma en manos.
— ¿Qué quieres ahora, Graves?
Fernanda sólo miraba en silencio y dejando notar su ceño fruncido al gringo, qué se acercaba y la miraba de reojo con tranquilidad.
— Vengo a ofrecerte un trato, Pantera — el Shadow 1 miró a la mencionada.
El mexicano y la española quedaron perplejos ante esas palabras de Graves. ¿Ofrecerle un trato? ¿Acaso era un mal chiste? Si era así, es un chiste muy malo.
Sin embargo, ella no mistraba ni la más mínima expresión en su rostro, sino que sólo miraba en silencio a Philip.
— Únete a nosotros — fue directo al grano —. El general me dio acceso a tu historial, y me di cuenta de que tienes habilidades buenas.
— Literalmente me jodiste el pie más de lo que ya lo tenía, ¿y ahora me vienes con esto de que me quieres de tu lado? — preguntó levemente molesta.
— Si — dijo sin rodeos —. Te queremos de nuestro lado porque de verdad serías útil, Pantera.
— ¿Esto es una broma?
— No lo es.
Fernanda miraba a Graves con seriedad, mirándolo directamente a los ojos. Esa mirada de ella, esa mirada que le penetraba el alma a todos y sería capaz de quebrar hasta el más duro corazón.
Parecía que quería matar a Graves. Y es que así era.
Philip obviamente la miraba con seriedad también, pero la suya no era penetrante ni nada por el estilo. La mirada de Graves era más bien tranquila.
— Ni siquiera tú te crees eso — se burló tratando de convencerse de que era una broma.
— No hay bromas, Pantera — aclaró seriamente.
Sin más, Philip abrió la puerta de la celda, dejándole el camino libre a Fernanda. Ella se apoyó con una mano de la pared al dejar de tener los barrotes como apoyo y miró a Graves sin emoción alguna en su rostro.
— Únete a nosotros y no saldrás más lastimada — aseguró Graves.
— ¡Fernanda, no lo hagas! — pidió un Alejandro casi desesperado.
Gallardo lo miró unos segundos, antes de elevar lentamente la mano lo suficiente para luego proporcionarle una bofetada a Philip en la mejilla.
— ¡Eres un puto traidor de mierda, Graves!
Y como era de esperarse, Fernanda iba a lanzarse sobre Graves para atacarlo, pero los hombres de este retubieron a la mujer por los brazos con un poco de fuerza.
Philip suspiró y soltó una risita, para luego incorporarse y mirar como Fernanda luchaba por soltarse del agarre de los Shadows y volver a lanzarse sobre él.
— Déjenla — ordenó y los Shadows atacaron la orden, soltándola para luego cerrar la puerta.
— Puto traidor — volvió a acusar agarrándose con algo de esfuerzo de los barrotes.
— Sólo sigo órdenes, Pantera.
— Claro, como el maldito dejado sumiso de mierda que eres.
Philip miró a Fernanda directamente a los ojos, con un semblante serio. La mujer obviamente se la devolvió y lo miró fijamente a los ojos. Parecía que la guerra de miradas no iba a tener fin.
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La novia del coronel 『Alejandro Vargas』
Fiksi PenggemarFernanda Gallardo, una teniente española, fue plantada en el altar y humillada frente a media ciudad en España, jurándose a sí misma que nunca volvería a confiar en el amor. Pero diez largos años después, el coronel Alejandro Vargas llegó a su vida...