La Crítica del Arte.

Capítulo 24.

La decisión de revelar su relación a sus amigos y colegas no fue tomada a la ligera. Tanto Alexander como Sophie sabían que, al hacerlo, estarían abriendo una puerta a la curiosidad, la opinión y el juicio de los demás. Pero también entendían que mantener su vínculo en la sombra ya no era una opción; su conexión era demasiado fuerte para seguir ocultándola.

El día comenzó con un desayuno tranquilo en el apartamento de Alexander. La luz suave del sol matutino iluminaba la estancia, creando un ambiente cálido y acogedor. Sophie estaba sentada en la mesa, hojeando una revista de arte mientras Alexander preparaba café.

-Hoy es el día, ¿verdad?- comentó Sophie, su voz llena de una calma determinada.

-Así es- Alexander le ofreció una taza de café y se sentó frente a ella. -Es hora de que el mundo sepa-

Después del desayuno, se dirigieron al estudio de Alexander. La pared estaba cubierta de sus últimas obras, cada una reflejando una parte de su viaje emocional junto a Sophie. Tomaron algunas fotos juntos, abrazándose frente a sus pinturas, sus expresiones reflejando la serenidad y la certeza de su amor.

-Estas son perfectas- Sophie revisó las fotos en su cámara. -¿Estás listo para compartirlas?-

-Más que listo- Alexander tomó su teléfono y comenzó a subir las imágenes a sus redes sociales, añadiendo breves descripciones que capturaban la esencia de sus momentos juntos.

Sophie hizo lo mismo, seleccionando con cuidado las fotos que mostraban su felicidad compartida. Una imagen en particular, de ellos besándose frente a un lienzo, era su favorita. La subió con la leyenda: "En el arte y en el amor, hemos encontrado nuestra verdad."

Las reacciones no tardaron en llegar. Los amigos cercanos y colegas comenzaron a comentar y a enviar mensajes de felicitación. Había alegría y apoyo en sus palabras, reflejando el afecto y la admiración que sentían por ambos.

-No puedo creerlo, ¡finalmente se decidieron a hacer público su amor!- comentó Laura, una amiga de Sophie, en una de las fotos.

-Ustedes dos son la pareja perfecta- añadió un colega de Alexander, su tono lleno de entusiasmo.

Pero no todas las reacciones fueron positivas. Un par de comentarios reflejaban sorpresa y, en algunos casos, una envidia mal disimulada.

-Nunca pensé que Sophie se enamoraría de un artista tan excéntrico- escribió alguien, el tono del mensaje impregnado de escepticismo.

-¿De verdad están juntos? No parece su estilo- otro comentario, que Sophie leyó con una leve sonrisa irónica.

-¿Te molestan esos comentarios?- preguntó Alexander, observándola con atención.

-No- respondió Sophie con firmeza. -Esos son los menos importantes. Lo que realmente cuenta es lo que nosotros sentimos y cómo hemos llegado hasta aquí-

Pasaron la tarde en el estudio, trabajando en sus respectivos proyectos, pero con la tranquilidad de haber dado un paso significativo. Habían compartido su verdad con el mundo, y eso les había fortalecido aún más.

Por la noche, decidieron ir a cenar a uno de sus restaurantes favoritos, un pequeño bistró conocido por su ambiente íntimo y su exquisita cocina. La noche estaba clara, y la ciudad vibraba con la energía de la vida nocturna.

-Este lugar siempre me ha gustado- comentó Alexander mientras entraban al restaurante. -Es como un refugio en medio del caos-

Se sentaron en una mesa junto a la ventana, disfrutando de la vista de la ciudad iluminada. La conversación fluía con facilidad, sus palabras llenas de anécdotas, risas y momentos compartidos.

-¿Qué piensas del futuro ahora que hemos revelado nuestra relación?- preguntó Sophie, su mirada fija en Alexander.

-Pienso que el futuro es nuestro- respondió Alexander con una sonrisa. -Y que, sin importar lo que venga, lo enfrentaremos juntos-

La cena fue un éxito, y después de pagar la cuenta, decidieron dar un paseo por las calles tranquilas. La noche estaba fresca, y el aire tenía un toque de brisa marina que resultaba refrescante.

-Este es solo el comienzo- murmuró Sophie, tomando la mano de Alexander mientras caminaban. -Hay tanto por descubrir, tanto por vivir-

-Y lo haremos- Alexander la atrajo hacia él, besándola suavemente bajo la luz de una farola. -Juntos-

La revelación de su relación había sido un paso significativo, pero sabían que aún había un camino por recorrer. Los días y las noches siguientes estuvieron llenos de planes y sueños compartidos. Había momentos de duda, pequeños destellos de inseguridad, pero siempre prevalecía el amor y la comprensión que habían cultivado.

Al llegar a casa, Sophie revisó una vez más los comentarios y mensajes que habían recibido. Algunos de los más críticos la hicieron sonreír con ironía. Sabía que nunca podría agradar a todos, y tampoco lo deseaba. Lo único que importaba era lo que sentía por Alexander y la certeza de que estaban en el camino correcto.

-No vale la pena preocuparse por lo que piensen los demás- comentó Sophie mientras se preparaba para dormir. -Lo que tenemos es real, y eso es lo que cuenta-

-Exactamente- Alexander la abrazó, sintiendo la calidez de su cuerpo contra el suyo. -Estamos construyendo algo hermoso, y nada ni nadie puede cambiar eso-

Esa noche, durmieron profundamente, sus sueños entrelazados con visiones de un futuro lleno de amor, arte y aventuras compartidas. Habían dado un paso importante, pero sabían que cada día traería nuevas oportunidades para fortalecer su vínculo y explorar el profundo y complejo mundo de sus emociones.

Con el tiempo, la aceptación de su relación se fue asentando entre sus amigos y colegas. Las voces críticas se volvieron menos relevantes, eclipsadas por el apoyo y la admiración de aquellos que realmente importaban.

Un día, mientras caminaban por la ciudad, encontraron a algunos de sus amigos en un café. La reunión fue espontánea, llena de risas y conversaciones animadas. Sus amigos los recibieron con cariño, celebrando su relación y la felicidad evidente en sus rostros.

-Siempre supe que ustedes dos tenían algo especial- comentó Laura, levantando su taza de café en un brindis improvisado. -Salud por el amor y la valentía de vivirlo-

El grupo aplaudió y brindó, sus risas llenando el aire. Alexander y Sophie se miraron, sus ojos brillando con una complicidad profunda. Estaban rodeados de personas que los amaban y apoyaban, y eso les daba una fuerza inmensa.

Más tarde, de regreso a casa, Sophie reflexionó sobre todo lo que habían logrado juntos. No era solo la revelación de su relación, sino la manera en que habían crecido y evolucionado como pareja. Habían enfrentado desafíos, superado dudas y construido una base sólida de confianza y amor.

-Hemos recorrido un largo camino- comentó, mirando a Alexander con una sonrisa tranquila.

-Y aún nos queda mucho por recorrer- respondió él, tomándola de la mano. -Pero lo haremos juntos, paso a paso-

Esa noche, mientras se acurrucaban en el sofá, viendo una película, la sensación de paz y felicidad era palpable. Habían hecho una elección valiente, y el mundo había respondido con una mezcla de sorpresa y apoyo. Pero lo más importante era lo que sentían el uno por el otro, una conexión que seguía fortaleciéndose día a día.

-Gracias por estar a mi lado- susurró Sophie, sus ojos llenos de emoción.

-Siempre- respondió Alexander, besándola suavemente. -Siempre estaré aquí para ti-

Habían comenzado una nueva etapa, una donde el amor y el arte se entrelazaban, creando una sinfonía de experiencias y emociones. Juntos, estaban listos para enfrentar cualquier cosa que el futuro les deparara, seguros de que su vínculo era inquebrantable y eterno.

¡Eso, así me gusta! No le hagan caso a esos idiotas de internet. Eso también va para ti, lector, no tengas en cuenta las críticas que no sean constructivas, irrespetuosas y/o, que notes que tienen una intención negativa.