Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮

☆Cσϝɾҽ☆

Los meses habían pasado, nuevamente la habitación y la ropa de Louis pasó por su etapa de protección para el invierno, había pasado los días llenos de nieve en su habitación junto a Harry. Admiraba como a pasar de la nieve, siempre llegaba y se iba al reino. Las comidas eran más calientes, calentando su pancita y su cuerpo. Los días estaban siendo tranquilos, menos sus celos, tenía dolor, sentía sus huesos calientes y sus músculos pesados.

Pero ahora no se preocupaba por eso, hoy era un día especial. Hoy, Harry cumplía veinte años. Sabía que llegaría un poco tarde, ya que le había contado sobre su obligación de estar presente en los bailes de su cumpleaños que su padre preparaba para él. Lo notaba, aunque estaban lejos, se podían ver luz del castillo hasta tarde. Así que, solo le quedaba esperar.

─ ¿Así qué tu hijo será un matón? Si no es por alianza, debe de ser por miedo, ¿no Had?

Los reyes rieron, Haden negó. ─ No es así... simplemente en ese momento hizo lo que debía hacer, lo que cualquier rey haría.

Los alfas asintieron. Uno de ellos preguntó.

─ ¿Acaso sus omegas actuaron en contra de sus leyes? Es la única forma que podría ser la razón para matar a los omegas.

─ Sí, justamente fue eso. ─ Haden asintió. ─ Ellos querían estar en contra de las palabras de su rey, así que... tuvo que hacerlo. En parte es buena señal, tiene la sangre para poder hacer lo que se debe.

─ Hemos escuchado también que tiene a un Tu'ub. ¿Sigue vivo?

Haden tomó su vino apretando su mandíbula. ─ Ese Tu'ub... seguramente no le quedan muchos años de vida. Escuché que tiene algunas complicaciones. ─ No creo que sea sano, nunca lo fue.

Uno de los reyes miró a Harry y lo llamó animado.
─ Ahí está tu hijo. ¡Príncipe de Had, ven!

A unos pocos metros, Harry se disculpó con alguien para ir junto a Jesfe, hasta esos reyes.

Al estar con ellos, de ambas partes hicieron una reverencia. ─ Es un honor su compañía.

─ El honor es para nosotros, príncipe.

─ Cada año ansiamos este baile en su honor.

─ ¿Ha notado los regalos qué le hemos traído desde nuestro clan?

─ Por supuesto, se lo agradezco mucho.

─ El rey nos estaba contando sobre esa criatura que usted ha criado, príncipe. ¿Es verdad qué no le queda mucho tiempo de vida?

Harry miró a su padre y después a los reyes. ─ Si lo hubiera visto alguna vez en su vida, sabría responder con la verdad a ustedes. Lo siento, pero tengo que irme. Gracias por reunirse hoy con nuestro Clan.

Haciendo una reverencia los dejó.

─ Sé que no puedo hacer nada en contra del rey. Pero me dan ganas de darles su merecido a todos los demás.

─ Lo sé Jesfe, pero no son dignos de conocer la verdad sobre Louis.

─ Tiene razón Majestad. ─ Jesfe sonrió. Hoy tenía una abundante dicha. Después de tantos años, hoy, por fin se cumpliría su propia promesa. Tenía algunas pequeñas cosas listas, un lugar al otro extremo del reino, con unas velas que esperaban tener ese fuego para darles luz y ser testigos de su declaración.

Por fin, con veinte y veintiún años, su promesa debía hacerla realidad.

─ Jesfe, quiero salir, ¿está bien qué me desaparezcas unas horas?

─ Omh... ¿usted solo Majestad?

Harry sonrió. ─ Iré a ver a Louis, puedes venir si tú quieres.