18- Las cosas cambian.

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Día 24

Jason.

Jace...

Jace...

¿Quieres que te eche un vaso de agua fría o que?

Fruncí el ceño.

No era un sueño ¿o si?

Abrí un ojo, y al verla mirándome desde arriba, abrí el otro. Me tomé un momento para parpadear y enfocarme. Estaba en mi habitación, en mi cama y... Me cayó un vaso de agua fría encima. No literal. Mentalmente.

Me acosté con Charlotte.

¿Cómo adivinaste? ¿Tu desnudez? ¿O la imagen de ella montándote llegando a tu mente?

Me. Acosté. Con. Charlotte.

Si, genio.

Y no me había gustado.

Cierto, te encantó.

Si, así es.

Dios, la mejor amiga de Maia me había hecho llegar tres veces al orgasmo en un hora. Quería abofetearme. ¿En qué lío me había terminado de meter? Y ni siguiera era Maia lo que me preocupaba, pero me convencí de que si, para no darle más tregua a mi mente. Para intentar no sentir cosas que realmente no debía sentir.

—Es temprano, lo siento... Solo quería... —Charlotte frunció el ceño. Parecía estar teniendo una batalla mental —. Nada, eh... Sigue durmiendo.

No fue hasta que se levantó que me di cuenta de que estaba vestida. Entonces las preguntas llegaron.

¿Por qué no se fue sin decir nada? ¿Por qué me despertó? ¿Porque no, simplemente, se marchó y ya? ¿O por qué no me estaba aclarando que ya se había acabado el jueguito?

Aunque, yo ya sabía sus reglas, ella las había dejado en claro en el yate. Y estoy seguro de que estaba bastante consciente de ello.

Por alguna razón, una punzada de decepción me recorrió el pecho.

—¿Ya... te vas? —le pregunté, apoyándome sobre mis codos.

—Ujum... —asintió con la cabeza —. Debo hacer algunas cosas antes de ir a casa.

—¿Quieres que te lleve?

—Pedí un Uber —negó con la cabeza —, ya está esperando abajo. ¿Nos vemos luego?

"¿Nos vemos luego?" ¿Eh? Casi puse una mueca, casi. En cambio, forcé una sonrisa.

—Cualquier cosa estoy a un tono de distancia.

—Vale.

—Vale.

Me miró unos segundos más y luego salió a paso lento de la habitación. Me dejé caer en la cama cuando escuché el pitido del ascensor.

No se había sentido incómodo, pero si extraño. Como si algo hubiese cambiado. O como si algo nuevo llenara el ambiente entre nosotros. Si... era muy extraño.

60 Días Para Enamorarse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora