9- Patético.

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9-

Día 14.

Charlotte.

Terminé de enviarle a Emily las fotos que correspondían a la galería de las Vegas. En dos días estaríamos allá, y estaba bastante emocionada dado a que nos quedaríamos más tiempo para salir y divertirnos. Emily dijo que lo merecíamos

Apagué todo rápidamente y salí del estudio. Bajé las escaleras y me puse la chaqueta que había dejado en el perchero. Maddie me esperaba frente a el ascensor.

Íbamos al centro comercial a comprar ropa. Yo necesitaba un bonito vestido para la galería de las Vegas y Maddie simplemente quería llenar su armario.

—Estaba enviándole las fotos a tu mamá. —le informé al meternos a el ascensor.

Asintió con la cabeza. Luego sonrió ampliamente, mirándome.

—Cinco días en Las Vegas —dijo con un brillo en sus ojos —. Tenemos que salir, al menos, a dos vares.

—Estoy de acuerdo. —asentí al salir del ascensor.

—¿Nunca has ido?. —negué con la cabeza al subirnos a el auto —. Yo fui una vez, a una de las galerías de mamá, pero no nos quedamos.

—Es la ciudad de los pecados. —sonreí.

—¿Y sabes? Tiene un dicho bastante bueno...

—Lo qué pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. —dijimos al mismo tiempo.

—Imagino que tú planeas usar ese dicho a tu favor.

Sonreí maliciosamente.

Por supuesto que si. No podía ir a la ciudad del pecado y no pecar. Seria absurdo en su totalidad.

—¿Ya tienes pensado que te quieres poner? —me preguntó Maddie.

—Si —asentí —. Lo tengo todo en mi mente. Quiero que sea algo negro. ¿Y tú?

—Si..., pienso en un vestido naranja intenso —dijo —. Me gustan los colores intensos. Tiene que ser elegante. Los chicos irán de traje.

Asentí con la cabeza.

—Mamá amenazó a Jason con no ir por lo que hizo en Los Ángeles. Tuvo que irla a ayudar con mil cosas para que lo perdonara.

Oh..., lo qué pasó en Los Ángeles. Que noche tan caótica. Lo bueno, Jason no recordaba lo que me dijo. Lo sabía porque le preguntó a Maddie si yo le había comentado algo, y yo, como buena persona dije que me había dicho cosas sin importancia.

Pese a que me decepcionaba un poco que no se acordara, era lo mejor. Además, no era tan importante para él lo que dijo si lo olvidó. Y tampoco esperaba que fuera algo que le importara. A fin de cuentas, yo solo era la mejor amiga de Maia y el su novio. Lo que pasó en Los Ángeles debía quedarse ahí para siempre. Había sido un error, era obvio.

Como si no te hubiera gustado.

Dije que fue un error, no que no me gustó.

60 Días Para Enamorarse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora