6- Demasiadas Dudas.
Día 8.
Jason.
Fruncí el ceño al ver a Charlotte saliendo a toda velocidad del departamento. Le entrecerré los ojos a Maddie cuando salió de la cocina con una sonrisita traviesa.
Me levanté del sofá y fui directo hacia ella, cruzándome de brazos.
—¿Qué fue eso?
—No sé de qué hablas.
—Si que sabes —le espeté —. Suéltalo.
—¿Tanto te interesa? —sonrió, alzando las cejas.
Fruncí el ceño. No caería en su jueguito.
—Como una amiga.
—Entonces no va a interesarte nada de lo que hizo anoche y lo que fue a hacer ahora. —se encogió de hombros, volviendo a la cocina.
Oh, lo que hizo anoche...
Cuando Maddie le preguntó ella sonrió de una manera muy..., no lo sé, solo no la había visto sonreír así. ¿O tal vez eran cosas mías? Ni idea, pero sentí mi sangre caliente por ese corto período de tiempo.
Suspiré, frustrado y seguí a Maddie hasta la cocina.
Sentía la absurda necesidad de saber lo que hablaron.
—Maddie... —advertí.
—Si insistes... —sonrió ampliamente. La miré mal —. Anoche salió a un bar y tuvo un momento íntimo con un chico. Pero no se acostaron. Aunque, él dijo que la llamaría, supongo que para terminar lo que no pudieron anoche.
¿Por qué volvía a sentir la sangre caliente?
Apreté los dientes, tenso.
—Pero como no te importa...
—¿Fue a verse con él ahora? —le espeté.
—Yo creo, no lo sé. Aunque no me lo dijo con certeza.
—¿Qué te dijo?
—¿No era que no te...?
—Maddie.
—Le llegó un mensaje, le sonrió a la pantalla y luego se fue.
¿Por qué de pronto tenía el impulso de ir por ella?
Tal vez porque no era sano que anduviera por ahí con un desconocido. Si, era por eso. Por nada más. Era la mejor amiga de Maia y si le pasaba algo por mi culpa mi novia jamás me lo perdonaría.
Volvimos a la sala. Yo con mi mejor cara de palo, y Maddie con una de esas sonrisitas de demostré mi punto.
—Esa chica..., Baker, no es muy sociable ¿cierto?
Fruncí el ceño y miré a Sasha. Ni siquiera me acordaba de que estaba con nosotros, y eso que yo la había traído. Eso me pasaba por andar distrayéndome por estupideces.
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60 Días Para Enamorarse.
RomansaTener lo que necesitas, no es tener lo que quieres. Decir que no necesitas algo, a veces, es decir que lo quieres.