☆ƈơŋɛʝơ☆

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Entre su sueño, Louis empezó a sentir su respiración cada vez más sofocada. Se despertó, sintiendo su corazón lento y con algo de dolor en cada latido. Su sueño, era demasiada real como aquella vez en su celo. En su alma sentía una angustia gigante, un miedo que entraba a su corazón. La más extraño es que todo eso estaba unido a Harry, eso le asustaba más.

Miró por su ventana, habían salido temprano y regresado algo temprano, así que el sol seguía aquí. Posiblemente serían las tres o cerca de las cinco. Pero su Omega lo sentía llorar, llamando a ese Alfa hermoso que le daba todo su amor, sentía que debía buscarlo, ¿pero cómo? No sabía por dónde buscar, los omegas no le darían su ayuda para buscarlo.

Tomando entre sus brazos a su corazón asustado, decidió bajar de su habitación. Podía no llegar y dar la noticia de su Harry, pero podría encontrar paz al menos en intentarlo, que manteniéndose aquí con el miedo viajando por cada poro de su piel. Al tener distancia de su pueblo, se quitó su ropa y rápidamente estaban sus cuatro patitas presentes, tomó su ropa entre sus dientes y empezó a correr, necesitaba llegar temprano, a pesar de la dificultad para respirar que sentía. En todo el camino pedía un milagro, una protección, no sabía si llegaría al menos cerca del castillo. Tenía miedo, pero no sé detendría.

Su pequeña nariz, después de unos minutos de camino, le hizo llegar una nube de aromas. Con estos aromas, era seguro que anunciaban a kilómetros que este, era el Clan más poderoso entre todos. Al detenerse para vestirse detrás de unos pequeños árboles, agradeció, al menos esto era una buena señal. Salió detrás de los árboles y caminó hacia ese imponente castillo, lleno de riqueza, los grandes y elegantes jardines, por primera vez podía ver donde vivía su hermoso Harry.

Al estar a la vista, un fuerte aullido le hizo quedarse quieto. Su Omega se sentía erizado al empezar a ser rodeado de unos aromas furiosos de alfas.

Ahogando un grito, sintió su cuerpo ser puesto en el suelo y ver una cantidad de flechas clavarse en la arena.

─ ¡Ugh no disparan! ¡Detengan los disparos!

Mirando solo la arena con todos sus sentidos ligeramente aturdidos, una pequeña paz llegó a Louis. Reconocía esa voz.

─ Jefe Gafe, levántese y déjenos matar a este intruso. Está herido por culpa de este animal.

─ No fue su culpa, ¡ustedes fueron! No me voy a mover, él no es un intruso. ─ Agitado, Gafe habló. En su hombro y el costado de su espalda, tenía dos flechas clavadas. Mantenía a Louis debajo de su cuerpo.

El alfa y al menos y unos diez, llegaron apuntando para estar listos en cuando Gafe se levantará. ─ Jefe Gafe, esta atrasando nuestro trabajo. Déjenos hacer nuestro trabajo.

─ No lo haré. Llamen a los reyes y entonces podré quitarme.

─ Llamar a los reyes solo es necesario cuando necesitan darles un mensaje, este no es momento.

─ Conozco a este omega, es el cachorro de nuestro príncipe. Así que... ¡llamen a los reyes! ¡Es una orden!

Los alfas se miraron, el que estaba al frente asintió y uno de ellos corrió al interior del castillo.

Gafe bajó su cabeza y miró a Louis. ─ ¿Qué haces aquí?

─ Harry... siento... siento que sufre. ─ Lo miró con sus ojos húmedos. ─ ¿No está aquí?

─ No. Pensé que estaba en su habitación, mandó a Jesfe a contar su bodega de oro... ¿sabes a dónde fue?

─ No lo creo, dijo que tenía que estar aquí temprano por un asunto.

Gafe asintió.

Louis miró la arena, subió un poco su mirada y ahí pudo notar que del costado de Gafe, bajaba una y otra gota de sangre pintando la arena. ─ Estás herido.

Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora