CAPÍTULO 10: UN VOTO DE CONFIANZA

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Maxine se llegó a imaginar un montón de cosas que en el mundo real estarían clasificadas como ciencia ficción. Pensó que sería un traje de acero como aquel superhéroe, o quizá un arma letal de rayos láser como en otra película de acción que vio, incluso se imaginó una especie de terminator con inteligencia artificial que terminaría por acabarlos a todos.

Mientras esperaba que Jackson abriese la puerta, su corazón latía a toda velocidad, expectante y emocionada por lo que encontraría del otro lado.

Cuando por fin lo hizo y entró se decepcionó un poco con lo que vio.

Solo era un laboratorio común, con un hombre dentro que llevaba bata blanca y unos lentes de seguridad.

El lugar se veía bastante tecnológico, pero nada fuera de lo que había visto otras veces.

Jackson la guio hasta una repisa donde se encontraba un pequeño dispositivo del tamaño de la palma de una mano. A simple vista parecía una especie de control, como esos que se usan para algunos autos, pero un poco más grande.

—Te presento al SAEM —le anunció con orgullo.

—¿Eso? ¿Eso es por lo que intentan secuestrarte? —preguntó con incredulidad.

Jackson la miró con el ceño fruncido.

—No te dejes llevar por la apariencia de su diseño minimalista, esta cosa va a revolucionar el mundo militar para siempre.

—¿Qué es lo que hace?

Jackson tomó aire y entonces comenzó a explicar:

—SAEM es solo las siglas, en realidad es el sistema de anulación de armas electromagnéticas.

Maxine abrió los ojos con sorpresa al escucharlo, pues ella sabía de primera mano lo que eso podía significar.

—¿Qué? Eso es imposible.

—No es imposible. Este es el prototipo, pero aquí mi colega el ingeniero David y el ingeniero Cristhian están ayudándome a hacer el definitivo.

En ese momento, David la saludó con una mano y volvió a lo suyo. Al parecer Cristhian no estaba.

—Puede neutralizar y anular de manera efectiva las armas basadas en tecnología electromagnética, como sistemas de misiles guiados por radar, cañones electromagnéticos y sistemas de defensa aérea avanzados. Es un dispositivo portátil que utiliza una combinación de campos magnéticos y electromagnéticos altamente especializados —explicó.

—¿Y de verdad funciona? —cuestionó ella con incredulidad.

—Por supuesto que funciona, yo lo hice.

Ella lo miró con una ceja enarcada y se echó a reír.

—Por eso lo pregunto, recuerdo muy bien que cuando éramos niños no podías ni hacer un castillo de arena —le bromeó.

Jackson intentó hacerse el ofendido, pero se echó a reír también.

—¿Qué más puede hacer? —le incitó a que le contase más, pues sabía que a su amigo le apasionaba el tema.

Cuando él empezó a hablar, comprendió por qué le había dicho que se relacionaba con ella. Y es que algo así podría ser muy significativo en el campo de batalla, les daría una ventaja enorme, y, por ende, más posibilidades de sobrevivir.

—La tecnología detrás del SAEM permite la detección y anulación de las señales electromagnéticas emitidas por estas armas, desviando los misiles y desactivando los sistemas de defensa aérea.

—¡Wow! Es increíble, esta vez sí que te luciste —halagó.

—Lo sé —respondió con exceso de confianza.

La Guardaespaldas del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora