El evento estaba al fin por comenzar. Genevive corría de aquí para allá terminando de organizar los últimos detalles antes de subirse al podio para dar la bienvenida a los benefactores y para felicitar a los estudiantes que se habían ganado las becas.
Maxine la seguía a todas partes ya sin disimulo. La madre de Jackson estaba enterada de que había un agente que la vigilaría todo el tiempo, pero su hijo no le avisó nada sobre ella, sin embargo, Genevive podía ser muchas cosas menos tonta.
En un momento se dio la vuelta y encaró a la guardaespaldas.
—Max, ¿Jackson te mandó a seguirme?
—¿Qué? ¿A seguirla? No, claro que no —respondió con una risa nerviosa que la dejó en evidencia.
—Niña, no me mientas —acusó con una ceja enarcada.
Maxine suspiró, no podía decirle mentiras a Genevive.
—Ok, sí, me pidió que la cuidase.
—Ese Jackson. Ya hay un agente vigilándome, mira, está allá —le dijo señalando a la esquina del salón. El hombre de traje y lentes oscuros parecía estarla mirando, pero no podía asegurarlo por los lentes.
—Lo sé, aun así, él quería que yo estuviese con usted.
—No seas tonta Max, anda a divertirte, yo te invité en calidad de acompañante de tus hermanas y tu padre, no para que me cuides.
—Lo siento, pero se lo prometí a Jackson, además no me cuesta nada, es agradable pasar tiempo con usted —admitió con una sonrisa. Lo que le decía era sincero, porque cuando estaba con Genevive, de algún modo sentía que era como su segunda madre.
La señora sonrió y se acercó a abrazarla.
—A mí también me gusta pasar tiempo contigo Max, te extrañé mucho cuando decidiste irte al ejército.
—¿Ya ve? Entonces no hay problema en que la acompañe.
—No me perdonaría si hago que te pierdas la fiesta, además, ¿no viniste con ese chico... Ryan? Sigo pensando que lo he visto antes, pero no me acuerdo dónde.
El comentario le pareció curioso a Maxine, no obstante, pensó que ella debía estar confundida.
—Sí vine con él, pero...
—Pero nada, corre y baila, disfruta. Yo estaré bien. Ese agente no se moverá. De todos modos, no sucederá nada, tranquila.
Maxine la miró con un poco de angustia, no se sentía bien dejar el trabajo que le había pedido Jackson, pero su madre era igual de terca que él. No la dejaría quedarse.
—Es que no me...
—Mira, al menos déjame hacer el anuncio sin que tengas que estar detrás de mí todo el tiempo, ¿está bien? Desde abajo igual puedes verme.
—Está bien, señora Genevive —aceptó a regañadientes.
La mujer se fue caminando por el pasillo hasta que sus pisadas dejaron de escucharse. Maxine por su parte, se regresó hasta la recepción donde estaban todos los invitados bebiendo y conversando.
Ubicó a Ryan entre la multitud, el pobre estaba con la vista clavada en el celular, parecía estar aburriéndose. Maxine se acercó a él por detrás y le tocó el costado.
—¡Ey! ¿Aburrido?
—No, en realidad estaba intentando donar un poco —le dijo guardando el celular en su bolsillo.
—Lamento haberte dejado botado, es solo que tenía... ya sabes... —intentó excusarse, pero no encontró palabras adecuadas, pues no podía decirle que estaba protegiendo a la madre de Jackson.
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La Guardaespaldas del CEO
RomanceJackson es el CEO más atractivo y codiciado de Washington D.C. pero no solo es perfecto físicamente, también es un genio; sus negocios van de la mano de la industria armamentista. Luego de estudiar ingeniería muchos años en el extranjero, regresa co...