CAPÍTULO 47: CERRAR CICLOS

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Alguien carraspeó la garganta, lo que hizo que se separasen.

—Has despertado, ¡qué alivio!

Se trataba de Charlie. La chica los miró con curiosidad, pero prefirió guardarse las preguntas. Caminó hasta Max y la abrazó con más fuerza de la que debía, ella se quejó, pero tenía una gran sonrisa en el rostro.

—Me alegra verte bien —le dijo Maxine.

—No vuelvas a hacerme pasar por un susto como este —le recriminó en tono de broma a la chica convaleciente.

—Por fortuna, ya todo acabó. Qasim, Ryan y todos los que sobrevivieron están en prisión y enfrentarán a la justicia —dijo Jackson sintiendo una gran satisfacción, aunque le hubiera gustado acabar con Ryan con sus propias manos.

En ese momento tocaron a la puerta, el padre de Maxine entró con un nuevo ramo de flores, y con Georgia siguiéndolo de cerca. La rubia entró a la habitación con la cabeza gacha, se sintió como un pedazo de basura después de todo lo que había pasado.

Ella presenció todo lo ocurrido por la televisión en vivo, y realmente se sintió angustiada por su hermana. Estaba dispuesta a disculparse y olvidar todo lo pasado para comenzar de nuevo.

—Max, mira como te dejaron —se quejó su padre. El dolor que experimentó al ver a su hija a punto de morir lo había hecho reflexionar sobre muchas cosas.

—Estoy bien papá —aseguró.

—Debiste decirme que sospechabas de Ryan, lo hubiésemos atrapado mucho antes.

—No estaba segura, además, de no haberlo hecho así, tal vez Qasim se nos hubiera escapado.

Colt no estaba del todo de acuerdo, pero no iba a discutirle más el asunto. En cambio, besó la frente de su primogénita y se sintió aliviado por verla a salvo.

—Max, me alegra que estés bien —le dijo su hermana con timidez.

Ella le sonrió y extendió su mano para que Georgia la tomase. Todo el dolor y el miedo que había pasado la hizo reflexionar también. La vida era demasiado corta y las cosas podían cambiar en cuestión de segundos. No podía pasar el resto de sus días enemistada con Georgia, además, por la forma en la que reaccionó Jackson al verla, le había quedado claro que entre ellos no iba a ocurrir nada nunca más.

—Gracias hermanita. —Sonrió. Georgia se echó a llorar y la abrazó con fuerza.

—Bueno, será mejor que te dejemos descansar —comentó su padre luego de un rato en el que estuvieron conversando sobre lo ocurrido.

Colt fue el primero en salir, seguido de Charlie. En cambio, Georgia y Jackson se quedaron. La rubia cerró la puerta y carraspeó su garganta para llamar la atención de ambos.

—Después de lo que vi en la televisión, la forma en la que corriste a salvarla y como tú llorabas por él, me queda muy claro que se aman.

Jackson se tensó, pero intentó mantener la compostura y no entrar en pánico.

—Georgi... —empezó a decir Max, pero ella levantó una mano para interrumpirla.

—Quiero que me escuchen —exigió. Los dos se quedaron en completo silencio—. He cometido muchos errores, pensé solo en mí y no pude ver tus sentimientos hermanita —dijo mirándola—. Tampoco me di cuenta de que quizá te obligué a aceptar cosas que no querías. —Esa vez vio a Jackson, quien le devolvió una leve sonrisa—. En fin, quiero disculparme con ambos, sé que lo que hice estuvo mal.

—¿A qué te refieres? —preguntó Jackson, ignorando todo el asunto de la infidelidad. Maxine le hizo una seña con los ojos y ella comprendió que no se lo había dicho.

La Guardaespaldas del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora