°|Juntos hasta el final|°

°|Confianza verdadera|°

Todos sabemos cómo es berk ahí matan dragones juntos a su gran jefe el gran Estoico el vasto que es el jefe del pueblo y que tenía un hijo llamado Hipo Abadejo III pero él no era como los demás vikingos él era más bajo que los demás, era más flaco que los demás, no podía ni cargar una espada y también habla mucho e inventaba muchas cosas para ayudar a su pueblo pero en vez de ayudar hacia un desastre y por eso siempre le decían que nunca intentara ayudar al momento cuando los dragones atacan berk pero todo eso cambio cuando conoció a un dragón pero no cualquier dragón un furia nocturna era el más peligroso de todos los dragone como el más misterioso ya que nadie lo había visto y vivido para contarlo pero él no fue como actuaria los demás vikingos el en vez de matarlo lo conoció y se hizo amigo de él y eso lo llevo a popularidad de los demás vikingo ya que él estaba en una academia para matar dragones y gracias a su nuevo mejor amigo llamado chimuelo consiguió hacer trucos para que los dragones no lo lastimaran en el entrenamiento y valla que le funcionaba y después de pasar cada una de las pruebas tuvo que superar la última matar a un pesadilla monstruosa y él sabía nada más que nadie que ni siquiera podía matar una mosca por eso tomo una decisión drástica irse de berk y liberar a los dragones para evitar que los mataran y ahí es donde empieza muestra historia de amor.

-Chimuelo es hora de irnos de aquí- decía hipo mientras que cargaba una pequeña mochila para no tener mucha carga sobre su querido dragón.

-¿A donde crees que vas Hipo?- preguntó una rubia que estaba arriba de una roca afilando un poco su hacha haciendo que se viera intimidante asustado a nuestro protagonista.

-¡ASTRID! ¿Q-qué estás haciendo aquí?- Pregunto muy nervioso el chico de ojos verdes.

-¿Te piensas ir de verdad? Solo para proteger a tu dragón verdad- respondió la chica de ojos azules y cabello amarillo mirándolo.

-Tu...tu como sabes de él- preguntó nuestro protagonista algo asustado de que ella supiera su secreto.

-Lo descubrí cuando nos tuvimos que enfrentar al terror terrible, y lo admito entrenaste muy bien a tu compañero y si te preguntas cómo lo supe solo tuve que seguirte- dijo como si nada la chica de cabello amarillo.

-¿Entonces por qué no dijiste nada? pudiste decirles a todos que tengo un dragón, pero ¿porque no lo hiciste?- pregunto un poco confundido el azabache ya cuando enfrentó al terrible terror ya habían pasado 2 días.

-Te voy a hacer sincera hipo al principio pensé en delatarte, pero algo en mi me decía que no le dijera a nada y en esos 2 días te estuve observando en como ese dragón y tu conviven siempre me estuve preguntado si de verdad los dragones son peligrosos que si nos podemos hacer amigos de ellos y al parecer tu hipo pudiste confirmarme eso y gracias a ti empecé a ver a los dragones de otra forma- la rubia le sonreía muy sinceramente y también con un poco de dulzura.

-¿Pero entonces porque no me dijiste y también porque atacabas a los dragones si ya te habían cambiado de parecer?- preguntó sorprendido y a la vez confundido.

-Porque si se enteraran que deje de atacar a los dragones de repente de un día para otro empezaran a sospechar mucho ya que todos en la isla saben que yo me quiero convertir en la mejor guerrera de aquí así que sería bastante sospechoso- le explico la rubia al castaño.

-Bueno tienes un punto fuerte- le dio la razón.

-Dejando de lado no me has respondido mi pregunta sobre qué ¿te irías de berk?- pregunto la rubia que parecía que su voz tuviera miedo de la respuesta del castaño y que a este se le hizo un poco raro ya que si bien de chicos eran muy amigos pero cuando crecieron ella de la nada se alejó de él y cuando le preguntaba al respecto sobre eso ella simplemente no decía nada y lo evitaba si bien a él le gusto que aunque fuera un poco le importaba a esa rubia que tenía cautivado su corazón tenía la duda del porqué.