°|Juntos hasta el final|°

°|Segundo día parte 2|°

Narra Astrid

Le llevaba más ventaja en la carrera, pero pronto Hipo me alcanzó, estábamos parejos, pero como soy muy competitiva no me iba a dejar ganar y él lo sabía, cuando ya estábamos por llegar a la última vuelta Hipo logró vencerme al último segundo, aterrizamos cerca de nuestra cabaña él estaba con una gran sonrisa de victoria en su rostro mientras que yo estaba que enojada por que perdí.

-Bueno, My Lady parece que ha perdido- dijo burlándose.

-Ya, ya luego te burlas de mí, ahora tenemos que estar listos para el baile- le dije derrotada.

-Bueno vamos a cambiarnos- dijo mientras bajábamos de nuestros dragones y caminamos hacia la cabaña.

Cuando llegamos nos fuimos a diferentes habitaciones para poder cambiarnos, en esta ocasión usaré el que Camicazi me dio y aunque no me guste mucho los vestidos este me gusta, salí de la habitación y baje las escaleras ya que en el cuarto en el que entre estaba en el 2 piso y vi a Hipo que me estaba esperando en la pequeña sala que tenía la cabaña, él tenía una playera de cuero color rojo de manga larga, tenía un pantalón café claro de piel perfecto para las temporadas de frío y tenía un cinturón de cuero que combinaba con el pantalón solo que este estaba con un color más oscuro, también tenía su armadura pero esta se veía muy diferente tenía bordes de color rojo oscuro mientras que los demás estaba de color negro y con una pequeño parche dorado de un furia nocturna a su costado derecho, sus botas eran de color cafés al igual que el pantalón pero estas tenían un color mucho más claro, tenía su cabello algo alborotado pero aún tenía las pequeñas trenzas que le hizo hace mucho se veía muy guapo, él estaba bebiendo algo de agua pero en cuanto me vio escupió el agua, se estaba atragantándose.

-¡Hipo!- grité y corrí escaleras abajo para llegar a su lado, en cuanto llegue le di unas pequeñas palmadas en la espalda para que pudiera respirar mejor.

-¡Dioses Hipo! ¿estás bien?- pregunte preocupada cuando se puso un poco mejor.

-S-si My Lady es solo que me agarraste desprevenido- me contestó tranquilo lo cual yo me tranquilice un poco.

-¿Como que desprevenido?- pregunte algo confundida y él solo me sonrió.

-Te ves muy hermosa My Lady por eso me agarraste desprevenido ya que no pensé que usted se viera tan hermosa sobre ese lindo vestido- me contestó y yo me sonrojé.

-Gracias y a decir verdad tú también te ves muy bien- le dije y él sonrió.

-Bueno mi dama ¿qué le parece si vamos al baile?- me preguntó divertido y jugando yo solo me reí un poco por su comportamiento.

-Me parece una excelente idea señor- le conteste igual jugando.

-¡Oye! lo dices como si fuera un anciano- se quejó y yo solo me reí.

-Bueno nos ¿vamos o no?- pregunte

-Sígame My Lady- dijo juguetón y nos salimos de la cabaña.

Caminamos hasta el salón éste estaba lleno de decoraciones para esta celebridad todo estaba decorado con ambas tradiciones vikingas, sus colores eran lo que más resaltaban eran de color dorado y rojo claro esos fueron los que más resaltaron, nos fuimos a la mesa donde se encontraban los demás, Trinkus muriéndose de la risa, Camicazi con una mano frotando su nariz se veía molesta y Zett que estaba riéndose con Trinkus posiblemente se estaban burlando de Camicazi, llegamos y Zett se abalanzo para poder abrazarme en cuento me vio y gustosa lo abrase de vuelta mientras que Hipo estaba hablando con Trinkus y Camicazi todo estaba normal hasta que empezó la música indicándonos que el baile ya estaba por empezar asique cada quien fue a sus respectivas parejas, por la tradición de los Berserkers los familiares o los amigos más cercanos a estos deben bailar primero para que después los novios bailen, Hipo y yo no somos tan buenos bailando asique en todo que duro la pieza de baile intentamos no hacer el ridículo y gracias a los dioses no paso cuando terminamos de bailar nos fuimos a sentar en la mesa que estábamos antes, los demás seguían bailando tranquilamente.