Capítulo 14: ¿Camino hacia mi muerte...?

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Abrí la puerta del baño despacio, con miedo al ver toda esa sangre derramada en el suelo y que llegaba hasta mi habitación. Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo...

El rastro llevaba a la bañera, un hilo de ese liquido rojo resbalaba por la superficie de esta hasta caer al suelo y formar ese rastro, estaba llena de sangre, como si alguien dentro se hubiera desangrado y con esa sangre había escrito en la pared: "Tu eres la siguiente" con unas letras horrendas. Mi respiración iba cada vez más rápido y mi corazón se me iba a salir del pecho, tenía miedo, muchísimo miedo. ¿Iba a morir?

La sangre inundaba todo el baño, los armarios, las paredes, el suelo, el espejo... Todo estaba bañado en rojo. Pegué un grito que seguro que hizo despertar a todo el vecindario. Salí corriendo de allí, el rastro seguía ahí, pero cogí las llaves y me fui a dar una vuelta para olvidar aquella horrible imagen que mis ojos acababan de divisar en esa parte de mi casa, y lo peor, el mensaje que había escrito en una de sus paredes...

Di una vuelta a la manzana, y admito que me tranquilicé un poco, ya que eran demasiadas experiencias de terror ya vividas durante ese tiempo. Pero esta era la que mas me asustaba, era aterrador. Volví a casa, más relajada, con toda la confianza, abrí la puerta y... La casa estaba llena de mensajes, "No huyas" "Siempre en tu mente" "Pertenezco a tus pensamientos" "Formo parte de ti" "Morirás"...

Leí todos esos mensajes deprisa, corrí por toda la casa para buscar algún cuarto de ella en el que no hubiese ningún mensaje y encerrarme en él. Por suerte, el trastero del garaje era el único sin mensajes, me encerré dentro de este, aunque era muy pequeño y a penas cabían dos personas. Estuve 10 minutos encerrada, pensando en todos los mensajes, pero de repente se oyó un grito que me produjo pánico. No me lo pensé dos veces y salí corriendo del trastero, no iba a entrar ahí nunca más.

Subí al comedor y en este había escrito en la pared más amplia: "¿Hora de rendirte?".

"¡Para, por favor, ya es suficiente con esto que has hecho hasta el momento, esto es demasiado para una persona de 14 años, me estoy volviendo loca y soy demasiado joven para estarlo...!" Dije.

Me dirigí al baño, cerré el pestillo por si acaso y cogí una cuchilla que tenía allí. Mi cordura iba a menos y mis ganas de vivir también. Cortes en mi muñeca se podían ver, ¿Por qué estaba haciendo esto?, no podía controlar mis actos, como cuando me destrocé las manos dándole golpes a la pared de mi habitación. La ira me controlaba, era como otra persona, mi lado oscuro tomaba posesión de mis actos, aunque yo ya era inmune al dolor...

Estaba acabando con migo misma, él y mi otro lado...

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