La sangre de mis cortes caía por todo mi brazo, a parte de mis lágrimas por mis mejillas, no por dolor, si no porque no controlaba lo que estaba haciendo, no era yo. Mi llanto aumentaba por momentos, caí al suelo del baño, me inundé en un mar formado por mis lágrimas por unos minutos. Al abrirlos, me miré en el espejo, pero no me veía reflejada, veía la extraña sombra que se presentó ante mí ese día, la que seguramente estaba haciendo que yo perdiera el control de mis propios actos, la que tomaba posesión de mí. Algo me decía que no lo hiciera, pero el otro lado dominaba a este...
"Te odio", dije al verla. Con toda la fuerza que tenía en ese momento, rompí el espejo de un puñetazo, y otra vez mis nudillos fueron destrozados, aún más. Mis brazos estaban llenos de cortes, sangre por todas partes, no podía estar acabando yo misma con mi vida.
Salí del baño y me fui a dar otra vuela, me puse manga larga, para tapar las heridas, aunque muriese de calor. Fui a casa de Lia, necesitaba ver a alguien, escapar un poco de la soledad en la que estaba esa semana. Llegué a su casa a las 6, se quedo un poco sorprendida la verme en manga larga con 40ºC en la calle, pero le explique el por qué. Se quedó sin palabras, ahora si que estaba preocupada por mi, pero le dije que estaría bien. Estuvimos hablando sobre ese tema toda la tarde, ella no quería verme sufrir como lo estaba haciendo, pero no me quedaba otra, pero yo quería acabar con esa sombra, estaba segura de hacerlo.
Me fui a casa a las 23:00, Lia se quedo muy preocupada en su casa, me dijo que la llamará a todo momento para ver como estaba. Ya que mis padres no estaban en casa, podía volver a la hora que quisiese, era más o menos libre, pero me quedaban 3 días de esa libertad. Al entrar a casa, salí al jardín, no tenía ganas de cenar ni de irme a la cama, solo quería ver un rato las estrellas, antes de entrar a la casa. Al salir al patio, vi una cosa que me dejó sin palabras...
En la jardinera que ocupaba toda la pared, había una lápida, en ella ponía el nombre de "Rose Miller", el nombre de mi herma...
¿¡QUÉ!? No, no podía ser verdad, el cuerpo de mi hermana estaba enterrado ahí... No era real, no podía serlo... Estaba jugando conmigo otra vez, era solo una broma de las suyas, solo para hacerme caer como una tonta, no iba a ser esta vez. Cerré la puerta del patio y dejé la supuesta lápida de mi hermana allí, ya que se esfumaría en cualquier momento, como todo lo que ha pasado hasta ahora...
Pero no, la lápida apareció en el pasillo, frente a mi, con el nombre de mi hermana grabado en unas letras doradas. Me metí en el comedor y apareció allí otra vez. Me perseguía a cualquier parte a la que iba. Con ira, la cogí y la estampé contra el suelo, quedó rota por la mitad y la dejé ahí, aunque también rompí un trozo de suelo... Así ya no perseguiría más, pero me equivocaba como siempre...
Subí a mi habitación, cerré con pestillo y prendí la luz, y allí estaba, como nueva, apoyada en una de mis paredes y al lado tenía un papel doblado por la mitad, con letras escritas en él. Lo cogí y me puse a leerlo. No pude creer las palabras que ponían en él...
No podía ser verdad...¡¡No lo podía ser!!
Hoooooooli, bueno quería dejar este espacio para daros las gracias por leer mi libro y por todas las visitas que me estáis dando, votos y comentarios. Gasias :3 ♥
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Save me
Misterio / SuspensoAnthea era una chica de 14 años, normal como todas las de su edad, en cambio ella tenia el pelo tintado de morado y solía vestir de colores oscuros, poseía un estilo único comparada con las demás chicas de su curso. Vivía una vida tranquila, pero no...