Con mis manos destrozadas, me levanté del suelo de mi habitación y fui abajo a prepararme algo de comer. Mis padres me llamaros para ver como estaba, les mentí para no preocuparlos, tampoco quería que supiesen todo lo que me estaba pasando, ya que no me creerían. Al decirles que estaba bien, se alegraron de oírlo, pero yo estaba destrozada tanto por fuera como por dentro, sin ganas de seguir viviendo en esta locura en la que estaba, pero, como siempre, tenía que aparentar un lado falso, el de estar bien.
Esa tarde no quedé con nadie, solo quería sentir un poco de soledad en mí. Me limité a tumbarme en el sofá y no hacer nada en toda la tarde, no tenía ganas de nada. Comencé a pensar en mi hermana, en lo feliz que era la familia antes de su muerte, en lo bien que se vivía con la familia unida a todo momento, en todos los viajes que hacíamos juntos a todos lados, en las comidas familiares en las que se estaba tan bien y se podía hablar de todos los temas, en los momentos compartidos con la que era mi única hermana, la que sabía todos mis secretos y en la que más confiaba en el mundo. Casi nunca peleábamos, éramos inseparables. Mis padres, desde que la dimos por muerta, ya que nunca mas la encontramos, no son como eran antes, les afectó mucho la muerte de Rose, ella era como la cadena que nos unía a toda la familia... ¿Por qué tuvo que morir? Nadie lo sabe. Nunca más supimos de ella.
Después de reflexionar unas dos horas sobre mi difunta hermana, me dormí de repente en una siesta eterna de 4 horas. Al despertar, vi 3 llamadas perdidas en mi teléfono de una de las del grupo de mi clase, Carol. Les llame y era para quedar, pero les dije que no me encontraba con ganas de salir, me comprendieron. Subí a la planta de arriba y... El baño destrozado volvió a la normalidad, como si nada hubiese pasado dentro de él.
Me daba igual lo que pudiera pasar, solo me tiré en mi cama y miré al techo. Justo en ese momento comencé a oír golpes en la ventana, era un pájaro golpeando mi cristal y al lado suyo, había otro sobre, de los míos, negro con su respectiva carta azul claro con letras rojas en él. En ella ponía...:
"¿Pensando en tu hermana, no? Esta muerta, no hace falta que le des más vueltas... Nunca más va a estar a tu lado, parece mentira que en 3 años no te hayas echo a la idea, idiota. Bueno, solo te advierto que no te asustes si ves un rastro de sangre al salir de tu habitación..."
"Maldito Cabrón" Dije al leer lo que ponía en la carta... Espera... ¿Qué? ¿Qué no me asuste al ver un rastro de sangr...?
¡No, no y no! Seguí el rastro que me llevaba al baño y...
No podía creer... lo que... veía...
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Save me
Mystère / ThrillerAnthea era una chica de 14 años, normal como todas las de su edad, en cambio ella tenia el pelo tintado de morado y solía vestir de colores oscuros, poseía un estilo único comparada con las demás chicas de su curso. Vivía una vida tranquila, pero no...