☆ąཞɛŋą 1/4☆

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Solo había pasado dos días en el castillo, y despertar nuevamente en su propia cama y en esta casa, honestamente le daba nostalgia. Faltaba un día para empezar el mes de su cumpleaños, se sentía extraño a pesar de siempre pasar ese día feliz al lado de Harry.

Bajó de su habitación, escuchando las voces de su familia, ya no sentía querer estar ahí, ahora más que nunca se sentía en paz y con un hogar real.

Estando afuera, miró a su alrededor. Las familias empezaban a prepararse para el invierno. Llevaban la leña a lugares secos, grandes cobijas y pieles eran cargadas hasta sus casas. Tal vez él debería de hacer lo mismo.

─ ¿Hoy vendrás? ─ Susurró pensativo, su pequeña mente dejó sus crecientes pensamientos al escuchar las ruedas de un carruaje.

Ese carruaje diferente a los otros, se detuvo cerca. De el bajaba esa alfa que era una incomodidad para el Omega de Louis.

─ Tu'ub, que bueno que te encuentro rápido. Tengo algo que decirte. ─ Dalilah llegó hasta él.

Con respecto Louis asintió. ─ Puedo escucharla princesa Dalilah.

Con una falsa sonrisa bastante convincente, le contó.
─ Mi Íicham me ha contado sobre su relación, me costó trabajo aceptarlo pero... así son las cosas, ¿no? A veces hay que dejarle el camino a alguien, que aunque no cumple con las normas, no se puede alejar.

─ Princesa Dalilah, yo no entiendo. ─ Admitió confundido y nervioso.

Ella suspiró. ─ Por supuesto, eres algo ignorante y tonto. Pero te estoy dejando el camino libre, al menos deberías entender eso.

Él no respondió. No entendía esta actitud y no creía estas palabras, Harry no sería capaz de comentar lo que tenían, era algo íntimo, algo que solo les pertenecía a ellos.

─ Mira Tu'ub, para mostrarte que quiero ayudar, te doy esto. ─ Le acercó una frazada. ─ Tómala sin miedo, con esto podrás darle hijos al príncipe.

Ante esas palabras, su Omega rodó a una pequeña trampa como un pequeño conejo. ─ ¿Solo con esto? ─ Tomó la frazada, mirándola extrañamente.

─ Al ser casi la esposa del príncipe del Clan de los dioses, tengo una diosa a mi lado. Ella es la diosa de la fertilidad. Varias alfas han dejado una frazada en su lugar, y a otras cuantas, les ha dado la oportunidad de ser madres.

Sorprendido pero, con una esperanza en su interior, preguntó. ─ ¿Entonces de verdad funciona?

─ Por supuesto, ya no hay razón para mentirte. Te llevaré al lugar donde todas han dejado sus frazadas, esperando a que la diosa responda, ¿qué dices?

─ ¿Emh... solo en ese lugar se puede hacer realidad esto?

─ Obviamente, Tu'ub.

A pesar de esa alerta en su pecho, asintió. Su mayor anhelo era poder darle un hijo a Harry, quería tener una pequeña familia para amarla.

─ Entonces hay que ir. Iremos caminando para que recuerdes el lugar. ─ Se dio la vuelta empezando el camino.

La siguió sin decir nada, veía la frazada con una extraña ilusión, tal vez algo de confianza. No había escuchado sobre algún dios que llegaba a las parejas de los reyes, pero al lado de esta alfa, sentía dudar de sus ideas. Sus ojos miraban al rededor, ver el bosque era más seguro que ver a Dalilah.

Una corriente de aire frío los sorprendió, el cielo empezaba a nublarse, ella comentó. ─ El invierno está cerca, espero que tengas algún lugar donde esconderte. Quizás al lado de un fogón o donde sea que tengan fuego para quemar desperdicios.

Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora